Logicidad y
Consecuencia Lógica
Pluralismo sin
rivalidad[1]
Claudio Conforti Carlomagno
IES N°1,
Alicia Moreau de Justo, Argentina -Universidad Católica Argentina (UCA)
Jesús Jasso Méndez
Facultad
de Filosofía y Letras, UNAM - Universidad Autónoma de la Ciudad de México, UACM
In logic, there
are no morals. Everyone is at liberty to
built up his own logic, i.e., his own form of language, as he wishes. All that
required of him is that, if he wishes to discuss it, he must state his methods
cleary, and give syntatic rules instead of philosophical arguments.
Carnap
(1934), secc. 17.
Cuando ofreces un
sistema para complementar la LC tienes una extensión; y cuando lo ofreces para
reemplazarla, porque crees que está equivocada, entonces tienes un rival. Al ver
el sistema mismo tú no sabes si es extensión o rival porque la extensión o la
rivalidad son cuestiones de filosofía de la lógica...
Es la
interpretación lo que hace extensión
o rival al sistema.
Raymundo Morado:
Sobre la enseñanza de la lógicas no- clásicas
I. Abstract
Much of the literature on the philosophy of logic centers
on strong debates on the issue of logicality of logical systems. Logicality as property
of a formal system depends on how the logicians define the following four
aspects: validity, logical consequence, logical constants, and logical truth. A
philosophical question arises about the
possibility or impossibility of considering only one correct interpretation of
the four aspects mentioned above.
From the distinction between different criteria of
logicality: syntactic, semantic and structural; our proposal will focus on the
definition of logical consequence in order to provide:
a. It is possible to defend different interpretations
of validity. These interpretations must meet the following criteria: i. any
version of logical consequence must meet three structural features:
reflexivity, monotony and cut; ii. any version of logical consequence must meet
three interpretations of the terms 'case' and 'is followed by' (there
follows...,from...) according to the pre-theoretical definition (V): formality,
normativity and necessity.
b. The alternative ways of logical consequence are at
the center of the logical pluralism, but not logical rivalry. Rivalry does not
exist in logic, except when there are two systems that model the same type of
fact, there is a replacement among some of its principles or constants, and its
consequences are different.
c. According to (a) and (b) it is possible to
distinguish between Logical Systems, Alternatives and Mixed Adaptive Systems.
Our presentation then focuses on defending the
validity of alternative interpretations. These alternatives refer to a
particular way of understanding pluralism without rivalry. From this pluralism
it is possible to demarcate between formal systems. Some of them will be
(classic and alternative) real Logic Systems, some others only Mixed Adaptive
Systems.
Key words: Logical Consequence, Logical Pluralism, Rivalry,
Logical Alternatives, Mixed Adaptive Systems.
I.
Resumen
Gran parte de la
literatura en Filosofía de la lógica incluye fuertes debates en torno al tema
de la logicidad de los sistemas lógicos. La logicidad como propiedad de un
sistema formal depende de cómo los lógicos definen al menos los siguientes cuatro
aspectos: la validez, la consecuencia lógica, las constantes lógicas, y la
verdad lógica. La cuestión filosófica al
respecto surge al enfrentar argumentativamente la posibilidad o imposibilidad
de considerar tan sólo una única interpretación correcta de los cuatro aspectos
arriba señalados.
A partir de la distinción
entre diferentes criterios de logicidad: sintácticos, semánticos y
estructurales; centraremos nuestra propuesta en la definición de consecuencia
lógica con la finalidad de presentar:
a. existe la posibilidad
de defender distintas interpretaciones de la validez. Estas interpretaciones
deberán cumplir los siguientes criterios: i. toda versión de consecuencia
lógica debe satisfacer tres aspectos estructurales: reflexividad, monotonía y
corte; ii. toda versión de consecuencia lógica debe cumplir con tres
interpretaciones de las expresiones 'caso' y 'se sigue de' de acuerdo con la definición
pre-teórica (V): formalidad, normatividad y necesidad.
b. Los sentidos
alternativos de consecuencia lógica constituyen el centro del pluralismo
lógico, pero no de la rivalidad entre lógicas. La rivalidad no existe en
lógica, salvo cuando existen dos sistemas que modelan un mismo tipo de hecho,
haya un reemplazo entre algunos de sus principios o constantes, y sus consecuencias
sean distintas.
c. De acuerdo con (a) y (b)
es posible distinguir entre Sistemas Lógicos, Alternativas y Sistemas
Adaptativos Mixtos.
Nuestra presentación
entonces se enfoca en defender interpretaciones alternativas de la validez.
Estas alternativas refieren a una manera particular de entender pluralismo sin
rivalidad. Desde este pluralismo es posible demarcar entre sistemas formales.
Algunos de ellos serán auténticos Sistemas Lógicos (clásicos y alternos),
algunos otros tan sólo Sistemas Adaptativos Mixtos.
Palabras
clave: Consecuencia lógica, Pluralismo lógico, Rivalidad, Alternativas
lógicas, Sistemas Adaptativos Mixtos.
II.
Introducción
Los
límites de la lógica pueden trazarse a partir de dos discusiones: i. qué tienen
de lógica las extensiones[2] de la lógica clásica (LC)
y ii. en qué consiste la logicidad de las lógicas no clásicas (LNC) como complementos
o rivales de la LC. Desarrollar cada uno
de estos puntos requiere centrarnos en diferentes aspectos ex. gr. en el primer caso,
comparar las propiedades lógicas que comparten la LC con las lógicas de orden
superior, epistémicas, modales, temporales, etc. De acuerdo con el segundo
caso, el análisis se centrará ex. gr. en si los sistemas no clásicos como
los relevantes, la familia paraconsistente, los sistemas no monotónicos, los
difusos, etc. mantienen propiedades que los hacen ser no sólo genuinos
lenguajes lógicos sino genuinos complementos o rivales de la LC -si esto fuese
posible en absoluto- para modelar en muchas casos hechos de naturaleza no
lógica, de acuerdo con sus distintas aplicaciones.
Como
puede fácilmente intuirse, incluir argumentos exhaustivos para los dos casos
anteriores implicaría un trabajo robusto, apasionante y sofisticado que
sobrepasa los límites de esta participación, pero que enmarca a todo un
proyecto de investigación en Filosofía de la Lógica de nuestro amplio interés.
El contenido de este trabajo forma parte de este proyecto amplio que si bien no
dejará de incluir algunas reflexiones a partir de (i), particularmente se
centrará en (ii) proponiendo una recodificación de la noción de consecuencia
lógica, y como efecto de ello, una defensa de dos distintos conceptos de
validez. Adicionalmente veremos, a partir de la Lógica de Secuentes, la Lógica Modal y la Lógica por Defecto, cómo
sólo algunos casos considerados lógicos satisfacen un criterio genuino de
logicidad.
Para
alcanzar nuestros objetivos hemos divido este trabajo en cuatro secciones.
La
primera sección "Logicidad" tiene como objetivo presentar algunos
sentidos de logicidad que han tenido relativa importancia en Filosofía de la
lógica. A partir del trabajo de Maciskek (2005)[3] exploramos los siguientes
casos: Constantes lógicas o transparencia
para expresiones; Consecuencia Lógica o neutralidad tópica; Generalidad
o universalidad de las Teorías Lógicas; Criterios
sintácticos y semánticos de logicidad; y por último, Logicidad estructural.
En
la segunda sección "Interpretaciones alternas de Consecuencia Lógica.
Criterios estructurales y criterios (V')" relacionamos el tema de
logicidad estructural con las versiones de consecuencia sintáctica y semántica
estándar. Posteriormente, relacionamos estas versiones con algunas aportaciones
que han ofrecido Restall y Beall (2000, 2006) para delimitar dos nociones de
consecuencia lógica: mundos posibles (preservación necesaria de verdad) y la
teoría modelo-teórica de Tarski (GTT).
A partir de este desarrollo, sostenemos la posibilidad de variaciones en el
concepto de validez, a partir de la recodificación de consecuencia. De acuerdo
con nuestro punto de vista, este último escenario será el centro de la
discusión pluralista respecto a la logicidad de los sistemas lógicos. Por
último, a partir de Gabbay (1997) y Restall y Beall (2000) consideramos a los criterios
estructurales: reflexividad, monotonía, corte; así como a los criterios (V'): formalidad,
normatividad y necesidad; aquellos
criterios que toda versión de consecuencia debe satisfacer.
En
la tercera sección "Consecuencia lógica: pluralismo sin rivalidad"
desarrollamos nuestro enfoque sobre Lógica,
Alternativa y Sistemas Adaptativos Mixtos, como efecto de los
criterios de logicidad por consecuencia que hemos aceptado en la segunda
sección. Adicionalmente incorporamos una breve explicación de por qué la Lógica
puede aceptar sin problema alternativas
pero difícilmente rivalidad.
Por
último, en la cuarta sección "Conclusiones. Sistemas Lógicos, Alternativas
y Sistemas Adaptativos Mixtos" incluimos un ejemplo de un Sistema Lógico (Cálculo de Secuentes de Gentzen),
de una Alternativa (Lógica Modal) y
de un Sistema Adaptativo Mixto (Sistema
por Defecto), enfatizando en el contraste interpretativo de consecuencia lógica
para cada caso. Además de ofrecer algunas consideraciones finales.
1.
¿Qué es la logicidad? Constantes
Lógicas, Consecuencia lógica, Generalización de la teoría lógica
En términos generales, la
logicidad es un conjunto de propiedades
que satisfacen ciertos objetos o relaciones de algunos lenguajes para poder considerarlos
como objetos o relaciones lógico(a)s. Como ejemplo de estos objetos o
relaciones encontramos: constantes, relaciones clausuradas bajo el concepto de
consecuencia, objetos de cuantificación, y leyes o principios que determinan el
proceso inferencial al interior de cada sistema. Tales componentes permiten axiomatizar
o modelar estructuras de carácter lógico-matemático, y en algunos casos, estructuras
de carácter extra-lógico (aplicaciones de los sistemas formales).
En consecuencia la
logicidad de cualquier sistema lógico puede explicarse a partir de tres niveles
analíticos: i. contantes lógicas, ii. consecuencia lógica, y iii. el carácter
general o universalidad de las teorías lógicas (Cfr. Maciaszek, J., 2005, p. 140). De acuerdo con Maciaskek,
siguiendo a Tarski, es posible referirse a (i) en términos de transparencia para expresiones, a (ii)
en términos de neutralidad tópica, y
por último, a (iii) en términos de universalidad. Veamos rápidamente en qué
consiste cada uno de estos casos.
1.1
Constantes lógicas o transparencia para expresiones
De acuerdo con Tarski
(1986)[4], la explicación de las
constantes lógicas interesante se establece en términos de invariancia. La invariancia es una propiedad semántica que cumplen
ciertos objetos lógicos al permanecer sin variaciones bajo permutaciones del
dominio de interpretación:
What
will be the science which deals with the notions invariant under this widest
class of transformations? Here we will have very few notions, all of a very
general character. I suggest that they are the logical notions, that we call a
notion 'logical' if it is invariant under all possible one-one transformations
of the world onto itself". (Tarski, A. y Corcoran, J., 1986, p. 149).
En
"What a logical notions?" Tarski
aborda dos aspectos importantes[5] para determinar criterios
de logicidad: i. se debe contar con un principio
de demarcación entre símbolos lógicos (ex.
gr.
'y', 'algunos', 'no', 'todos', 'o') y símbolos no lógicos (ex. gr.
'verde', 'perro', 'casa', 'intuitivamente'); ii. desarrollar un concepto de
constante lógica. El propio Tarski en un trabajo anterior (Tarski, 1936)[6] propone una definición semántica
de consecuencia: a partir de un lenguaje interpretado, la consecuencia lógica
debe entenderse como preservación de la verdad, aun considerando reinterpretaciones
de un lenguaje no lógico:
In this article
Tarski proposes an explication of the concept of logical notion. His earlier
well-known explication of the concept of logical consequence presupposes the
distinction between logical and extra-logical constants (which he regarded as
problematic at the time) (Tarski, A. y Corcoran, J., 1986, p. 143).
(F) If in the sentence of the class K and in the sentence X, the constants, -apart from puraly
logical constants- are replaced by any others constants (like sings being
everywhere replaced by like signs, and if we denote the class of sentences thus
obtained from K by 'K'' and the sentence obtained from X by 'X'', then the sentence X'
must be true provided only that all sentences of the class K' are true (Tarski, 1983, p. 415)[7].
Esto nos conduce al
siguiente aspecto.
1.2
Consecuencia Lógica o neutralidad tópica
Otro
criterio para determinar el carácter lógico de un lenguaje es mediante la
noción de consecuencia lógica. Como se ha visto arriba, el criterio tarskiano
de invariancia, relaciona el problema de la definición de símbolos lógicos con
el problema de consecuencia. Respecto a este último punto, Tarski utiliza el
término de neutralidad lógica: una
oración α es consecuencia de una clase de oraciones K sii se satisfacen dos
condiciones: i. no es lógicamente posible que todas las oraciones de K sean verdaderas y α falsa; ii. la relación
de consecuencia se da al margen de cualquier particular i.e de cualquier objeto
nombrado o descrito por las oraciones de K.
Luego la relación de consecuencia lógica debe ser válida y tópicamente
indiferente. De esta propiedad, la expresión neutralidad lógica hace sentido: "...one sentence follows
logically from a set of sentences if there is no model of the latter which is
not a model of the former" (Torrente, M., 1995, p. 125).[8]
La
noción de neutralidad tópica entonces
nos indica que los procesos de derivación deben apegarse a métodos de
decibilidad estrictamente lógicos, procesos que, como sabemos, pueden
explicitarse ex. gr. a partir de la Teoría de la demostración (o prueba) como una
teoría que sistematiza las aportaciones de Gerhard Gentzen (1934) a propósito de
su trabajo sobre deducción natural y cálculo de secuentes.[9] Como sabemos, una teoría
de la demostración a la Gentzen utiliza técnicas matemáticas para inferir
oraciones (fórmulas en secuentes) a partir de otras mediante la aplicación de
axiomas y reglas de inferencia estructurales. Estos constituyentes de las
demostraciones hacen que la teoría sea de carácter eminentemente sintáctico. Lo
interesante en este caso, es notar que las reglas estructurales de Gentzen ex. gr.
la regla axiomática, una estructura deductiva se representa por P1,P2,...Pi ⇒
Q, donde Pi y Q son
fórmulas del cálculo proposicional o de predicados, la dilución (o monotonía) Γ
⇒ Θ/ A, Γ ⇒ Θ // Γ ⇒
Θ/ Γ ⇒:Θ,
A y la regla de corte Γ ⇒ B,, Λ, B ⇒ C / Γ Λ⇒
C, son claramente neutrales respecto a cualquier tema u tópico.[10]
De
lo anterior se sigue un tercer aspecto, la generalidad de una teoría lógica.
1.3
Generalidad o universalidad de las Teorías Lógicas
Un criterio de logicidad
adicional es lo que Maciaszek (2005), siguiendo a Tarski llama universalidad de las teorías lógicas.
Al respecto, la universalidad de la lógica se relaciona con dos condiciones
extensionales: a. la construcción de los sistemas lógicos debe hacerse con un
lenguaje de primer orden con un sólo tipo de variables; b. la aplicación de axiomas y reglas de
inferencia deben aplicarse indistintamente a cualquier variable del sistema
(Quine, 1960).[11]
A la conjunción de estos criterios Maciaszek la nombra: condiciones de cuantificación
unívoca. Lo interesante de este criterio es la posibilidad que ofrece para
identificar aquellos sistemas cuyos argumentos de sus operadores no sean
oraciones o proposiciones, sino nombres o variables que sustituyen a tales
oraciones o proposiciones. En este caso, se dice que el sistema no es lógico o
bien es extra-lógico al incluir diferentes tipos de variables cuantificadas.
Al respecto, Quine (1960) utiliza este tipo de
criterios para diseñar toda una crítica a la lógica modal. Considera que las
nociones modales ex. gr. necesidad, posibilidad,
imposibilidad, contingencia, son incompatibles con una concepción estrictamente
extensional de la lógica. En este caso, las lógicas modales son extra-lógicas pues
los operadores modales deben anteponerse a nombres de oraciones y no a
oraciones, de tal suerte que las descripciones sean interpretadas como nombres.
En otras palabras, los argumentos de los operadores modales no son oraciones sino
nombres que las sustituyen. En consecuencia, de acuerdo con Quine, el lenguaje
de la teoría modal es extra lógico al incluir distintos tipos de variables
-violando así, la condición (a) condiciones de cuantificación unívoca[12]:
Linsky
explica el origen del principio de sustituibilidad y presenta el ya famoso
contraejemplo de Quine a la lógica modal:
(9 =
al número de los planetas)
□ (9
> 7)
Por
lo tanto, □ (el número de los planetas es > 7)
por
el principio de sustitutividad de los idénticos. ...Quine concluye que el '9'
no tiene una ocurrencia "puramente designativa", sino una ocurrencia
indirecta. Pero entonces la cuantificación se vuelve imposible de efectuar en
contextos modales. Así, Quine afirma que ' (Ǝx) (x > 7)' no tiene sentido.
La alternativa que Quine plantea es la siguiente: o se renuncia a la tesis de
que la lógica modal es inteligible o se cae en un esencialismo...(Tomasini, A.,
p. 152).[13]
En
suma, los tres criterios de logicidad arriba considerados permiten determinar
las condiciones que hacen de un término un término lógico. Este carácter lógico
de los términos proviene, entonces, de la aplicación de éste en alguno de los
tres siguientes casos: i. si el término se aplica a una explicación de la
noción de constante lógica, ii. si el término se aplica a una explicación de la
noción de consecuencia lógica; y iii. si el término se aplica a una explicación
general o universal de la teoría lógica.
En consecuencia, la logicidad de un sistema puede atribuirse a partir de
sus expresiones, relaciones y tipos teorías consideradas en su lenguaje. Al respecto, Maciaszek (2005) señala:
Como
hemos visto, podemos predicar el término “lógico”, o bien de expresiones, o
bien de teorías, o bien de relaciones de consecuencia. Ahora bien, si una teoría
T en un lenguaje L con la relación de consecuencia R y el conjunto de
expresiones A del lenguaje L es tal que (1) en cada regla de R tienen un rol
esencial sólo las expresiones del conjunto A y (2) cada expresión del conjunto
A tiene un rol esencial en al menos una regla de R, entonces las tres
siguientes sentencias son equivalentes:
1.
La teoría T es lógica,
2.
La relación R es una relación de consecuencia lógica,
3.
El conjunto A es un conjunto de constantes lógicas. (Maciaszek, 2005,
pp.144-145).
Ahora
bien, una manera interesante para analizar los criterios trabajados en esta
sub-sección será distinguiendo entre aquellos compromisos sintácticos y
semánticos que tales criterios implican.
1.4
Criterios sintácticos y semánticos de logicidad
Un
compromiso sintáctico refiere propiamente a la condición formal de un sistema lingüístico
como un cálculo, el cual determinará cuáles son las oraciones o proposiciones
derivables en el sistema i.e. cuáles son el conjunto de teoremas de
tal cálculo. Este criterio es consistente con la manera de conceptualizar diferentes
sistemas de la lógica clásica. Un ejemplo de este tipo de cálculos lógicos -en
adición al G-Cálculo- puede verse al interior del programa formalista de David
Hilbert. Como sabemos, la teoría de la demostración y los fundamentos lógicos
de las matemáticas propuestos por Hilbert (1923) no consiste en un sistema
semánticamente interpretado el cual relaciona vocabulario, operadores, axiomas
y reglas, con objetos u hechos extra-lógicos. Se trata de un cálculo
estrictamente sintáctico:
In
the early 1920s, the German mathematician David Hilbert (1862–1943) put forward
a new proposal for the foundation of classical mathematics which has come to be
known as Hilbert's Program. It calls for a formalization of all of mathematics
in axiomatic form, together with a proof that this axiomatization of
mathematics is consistent. The consistency proof itself was to be carried out
using only what Hilbert called “finitary” methods. The special epistemological
character of finitary reasoning then yields the required justification of
classical mathematics. Although Hilbert proposed his program in this form only
in 1921, various facets of it are rooted in foundational work of his going back
until around 1900, when he first pointed out the necessity of giving a direct
consistency proof of analysis (Cfr.
Zach, Richard, 2016, p. 1).[14]
En
cualquier caso, la interpretación de los sistemas lógicos desde la perspectiva
formalista, consiste en una noción técnica, la cual determinará el conjunto de
teoremas del lenguaje y sus condiciones de decidibilidad. La logicidad para la
consideración sintáctica, entonces se establece al considerar un cierto lenguaje
formal y un cálculo que determinará
por medio de axiomas y reglas, cuáles son las expresiones derivables de su
lenguaje i.e. sus teoremas.
Por
su parte, una consideración semántica de logicidad se relaciona con aquellas
condiciones, estructuras lógicas y reglas de interpretación, desde las cuales
es posible determinar el valor semántico de las diferentes fórmulas de un
lenguaje. Para ejemplificar este caso, las contribuciones de Tarski (1944)[15] son claramente relevantes.
De acuerdo con Tarski, cualquier interpretación de un sistema lógico satisface una
relación entre: funciones, oraciones y una teoría específica de verdad:
There
are certain general conditions under which the structure of a language is
regarded as exactly specified. Thus, to specify the structure of a language, we
must characterize unambiguously the class of those words and expressions which
are to be considered meaningful. In particular, we must indicate all words
which we decide to use without defining them, and which are called
"undefined (or primitive) terms"; and we must give the so-called
rules of definition for introducing new or defined terms. Furthermore, we must
set up criteria for distinguishing within the class of expressions those which
we call "sentences." Finally, we must formulate the conditions under
which a sentence of the language can be asserted. In particular, we must
indicate all axioms (or primitive sentences), i.e., those sentences which we
decide to assert without proof; and we must give the so-called rules of
inference (or rules of proof) by means of which we can deduce new asserted
sentences from other sentences which have been previously asserted. Axioms, as
well as sentences deduced from them by means of rules of inference, are
referred to as "theorems" or "provable sentences." (Tarski,
1944, p. 346)
La
logicidad para esta concepción de lógica, viene entonces por la existencia de
una semántica en términos de una teoría de la asertabilidad-verdad, y la
posibilidad de distinguir entre los términos significativos para el lenguaje y
las oraciones que pueden ser deducidas desde el cálculo a partir de sus reglas
de inferencia. En consecuencia, una consideración semántica de este tipo puede
ser consistente con la intención de mantener diferentes tipos de lógica en
tanto puedan integrarse al sistema diferentes tipos de teorías de la verdad. Si
esto es correcto, entonces se podrían incorporar diferentes explicaciones del
predicado 'ser verdadero' mediante conceptos como, modalidad, creencia,
conocimiento, tiempo. Un criterio semántico de este tipo aplicado a los sistemas
lógicos podría permitir la atribución de: i. logicidad para alternativas de la
lógica clásica; ii. un grado de logicidad para desarrollos de sistemas no
clásicos.
Si
bien el criterio sintáctico y semántico de logicidad son distintos, ambos
comparten dos condiciones lógicas para la construcción y aplicación de sistema
axiomáticos sencillos: i. consideran una noción de demostración, y ii.
satisfacen propiedades metalógicas como: corrección y completitud.
1.4.1
Demostración, corrección y completitud
De
acuerdo con el punto (i) -anterior-, cualquier sistema lógico debe especificar
el conjunto de fórmulas demostrables en su lenguaje, así como, la
especificación de nociones como validez y consecuencia lógica:
Tarski’s proposal
consists in making tighter the requirement expressed by condition (F), so as to
incorporate the idea that a logically correct argument cannot be reinterpreted
in such a way that the premises become true and the conclusion false; in other
words, the idea that a sentence X is a logical consequence of a set of
sentences K when every interpretation on which all the sentences of K are true
is an interpretation on which X is true (or, to use a common terminology, when
every interpretation preserves the truth of the premises in the conclusion).
(Torrente, Mario, 2015)[16]
A
partir de lo anterior es posible obtener:
-
Una fórmula es válida o universalmente valida, si y sólo si, toda estructura la hace verdadera.
Mediante ⊨ φ, se indica que la fórmula φ es válida.
-
Una fórmula φ es consecuencia lógica
de un conjunto de fórmulas Γ, lo que se escribe Γ ⊨ φ, si y sólo si toda estructura que hace
verdadera Γ hace también verdadera φ.
En palabras de Tarski (1983): An argument is validx if and only if in
every casex in which the
premises are true, so is the conclusion.[17]
Lo interesante de este tipo de
definiciones es notar que mientras la noción de validez formaliza la idea de
principio lógico o tautología (proposiciones necesariamente verdaderas), la
noción de consecuencia lógica formaliza la idea de seguirse necesariamente en el caso de la lógica deductiva. Aspectos
finamente relacionados y que fijan la logicidad de los sistemas que integran
ambas nociones.
Respecto al punto (ii) -anterior-, aun
cuando la logicidad para la consideración sintáctica se determina mediante la
definición de cálculos, mientras que, para la consideración semántica la
logicidad de un sistema se establece mediante la interpretación del lenguaje a
partir de alguna teoría de verdad, es posible relacionar, como se ha señalado, ambos
casos mediante las propiedades metalógicas que satisfacen: corrección y
completitud:
Corrección:
Todos los teoremas que demuestran un sistema axiomático sencillo son fórmulas
válidas.
Completitud:
Todas las fórmulas válidas son teoremas demostrables en el sistema.[18]
Las
definiciones de corrección y completitud suponen la noción de consecuencia
lógica -ya en términos sintácticos, ya en términos semánticos. En el caso de la
perspectiva sintáctica, la consecuencia queda definida con la noción de derivación i.e.
en
un sistema axiomático, A es consecuencia lógica de Γ si se satisface las
siguientes propiedades: [19]
(1)
Reflexividad: Γ ⊢ A, si A Є Γ (Toda
fórmula es consecuencia de un conjunto que las contenga).
(2)
Monotonía: Γ ⊢ A, entonces Γ U {B} ⊢
A (Si una fórmula es consecuencia de cierto conjunto, entonces sigue siendo
consecuencia aunque se añadan más premisas).
(3)
Corte: Γ ⊢ B y Γ U {B} ⊢ A, entonces Γ ⊢
A (Nos permite sustituir una premisa φ por
un conjunto de fórmulas del que φ se
siga).
En
el caso del enfoque semántico, la noción de consecuencia se explica en los
siguientes términos:
Γ ⊨ A i.e. A
es consecuencia semántica
del conjunto de oraciones Γ si y sólo si, toda interpretación que hace
verdaderas a las oraciones de Γ hace verdadera a la oración A:
In terms of the
defined notion of satisfaction, Tarski introduces the notion of a model of a
sentence. A model of a sentence S is an interpretation that satisfies the
sentential function S′ determined by S; more generally, a model of a set of
sentences K is an interpretation that satisfies all the sentential functions
determined by sentences of K. And in terms of the defined notion of model
Tarski proposes his defined notion of logical consequence. A sentence X is a
(Tarskian) logical consequence of the sentences in set K if and only if every
model of the set K is also a model of sentence X (cf. Tarski 1983c, p. 417).
(Torrente, 2015).
Notemos
que las propiedades de la noción de consecuencia semántica son análogas a las
propiedades de la noción de consecuencia sintáctica, de hecho (1'), (2') y (3')
pueden considerarse los análogos semánticos de la reflexividad, la monotonía y
corte.
(1')
Reflexividad: Γ ⊨ A, si A Є Γ.
(2')
Monotonía: Γ ⊨ A, entonces Γ U {B} ⊨ A
(3')
Corte: Γ ⊨ B y Γ U {B} ⊨ A,
entonces Γ ⊨ A
Así,
ambas nociones de consecuencia, sintáctica y semántica, convergen mediante las
propiedades metalógicas de consistencia y completitud. Estos elementos en
general forman parte entonces de aquellos aspectos que establecen la logicidad
de los distintos sistemas clásicos.
1.5
Logicidad estructural
Por
último, quisiéramos exponer brevemente en esta sección un criterio de logicidad
denominado: criterio de logicidad
estructural a partir de Gabbay (1997) [20] y Soler (2012). El
criterio estructural se centra en las propiedades que una relación debe
satisfacer para considerarse una relación de consecuencia lógica. Estas
propiedades son independientes al sistema lógico en uso y a las condiciones que
establecen las concepciones sintáctica y semántica para el desarrollo de un lenguaje
lógico o teoría lógica.[21]
Como
hemos señalado en la sección anterior las propiedades estructurales más básicas
de la relación de consecuencia lógica clásica son: reflexividad, monotonía y
corte. De acuerdo con el criterio estructural, la logicidad consiste en que la
relación de consecuencia: "posea al menos ciertas variantes más débiles de
las propiedades anteriores. A las lógicas que no cumplen algunas de estas
propiedades se les denomina lógicas subestructurales". (Soler, 2012, p.
201).
Como
sabemos, de acuerdo con la lógica estándar es posible distinguir al menos tres
tipos de argumentos: deductivos, inductivos y abductivos. En términos
estrictos, sólo los argumentos que forman parte del primer caso forman parte de
los objetos de explicación de la lógica, pues su logicidad consiste en
formalizar las relación de necesidad existente entre premisas y conclusión. Los
últimos dos casos no incluyen argumentos cuyas relaciones entre el conjunto de
premisas y el conjunto de proposiciones puedan formalizarse en términos
necesarios, sino en términos de probabilidad o plausibilidad
correspondientemente. Respecto al tema de la logicidad de los lenguajes, lo
anterior es relevante pues la explicación estándar de la logicidad se establece
en términos exclusivamente deductivos, aun cuando los argumentos inductivos y
abductivos formen parte importante de las explicaciones científicas y del tipo de inferencias que hacemos en la
vida cotidiana.
La
consideración anterior nos permite preguntarnos sobre la logicidad de sistemas
que intentan formalizar y explicar objetos y hechos que tradicionalmente no se
consideran dentro de la teoría lógica clásica. ¿Es posible fijar un tipo de logicidad para sistemas no clásicos?
De
acuerdo con nuestro enfoque, los sistemas no clásicos (no necesariamente
rivales) pueden formar parte de dos tipos de conjuntos: i. alternativas y ii. sistemas
adaptativos mixtos. Las alternativas son sistemas que nos permiten razonar
sobre aspectos no considerados por la lógica clásica ex. gr. condiciones
modales, epistémicas, temporales, etc. Aunque en todos estos casos los
principios de la lógica clásica siguen siendo válidos. Los sistemas adaptativos
mixtos, por su parte, se caracterizan por considerar inútiles algunos
principios de la lógica clásica, además de enfatizar en sus aplicaciones (Cfr. Tercera y Cuarta sección de este
trabajo). Casos ejemplares de esta
condición son la familia paraconsistente y las lógicas multivaluadas. Para las
primeras el principio de no contradicción no funciona, mientras para las
segundas es necesario integrar valores intermedios de verdad para la
axiomatización o modelaje de sistemas lógicos. Si consideramos estos casos -y
casos análogos ex. gr. sistemás no-monotónicos- qué podemos
decir sobre la logicidad. Brevemente, siguiendo a Soler (2012) podemos señalar
lo siguiente.
De
acuerdo con el criterio de logicidad sintáctico un sistema es lógico si está
constituido por un cálculo definido mediante axiomas y reglas. Si los sistemas
no clásicos pueden axiomatizarse mediante la definición de un cálculo semejante
entonces satisfacen el criterio sintáctico.
De
acuerdo con el criterio de logicidad semántico el carácter lógico de un sistema
se establece a partir de una interpretación o teoría de la verdad para el
lenguaje formal que lo constituye. En este caso, los sistemas no clásicos parecen escenarios idóneos para
incorporar concepciones alternativas de la verdad en sus versiones de
consecuencia, luego, es posible que existan sistemas no clásicos que satisfagan
el criterio semántico.
De
acuerdo con el criterio de logicidad estructural, se requiere identificar
cuáles de los sistemas no clásicos disponibles satisfacen en algún grado las
propiedades que una relación debe satisfacer para considerarse una relación de
consecuencia lógica: reflexividad, monotonía y corte. Evidentemente, hay
sistemas no clásicos que no cumplen con las tres propiedades anteriores,
particularmente con la monotonía.[22] En estos casos, como
hemos señalado arriba, se considerará a tales sistemas subestructurales o
mixtos.
Hemos
hecho un recorrido por diferentes maneras de explicar la logicidad. En la
siguiente sección relacionaremos algunos de los aspectos de los criterios
sintácticos, semánticos y estructurales con la finalidad de definir nuestra
posición sobre el tema de logicidad y pluralismo de consecuencia. Esto a su vez
constituye un paso intermedio hacia una defensa plural de la validez basada en:
i. es posible defender una definición plural pero acotada de consecuencia
lógica, y ii. todo sistema formal para considerarlo lógico debe cumplir con los
requisitos estructurales, así como con los requisitos señalados por (V'):
formalidad, normatividad y necesidad. Estos criterios nos permitirán a su vez
defender un pluralismo lógico sin rivalidad.
2.
Interpretaciones alternas de Consecuencia Lógica. Criterios estructurales y
criterios (V')
El pluralismo lógico (PL) agrupa
diferentes tesis acerca de lo que la lógica es y cuántos tipos de lógicas
existen.
El PL desarrollado por Restall y Beall
(2000, 2001, 2006) incluye una re-interpretación de las constantes lógicas
clásicas y una recodificación de la relación de consecuencia lógica. Estos
autores, a su vez, relacionan ambos
aspectos a partir de diferentes interpretaciones de la Generalized
Tarski Thesis (GTT) propuesta por Tarski (1983):
An argument is validx if and only if in
every casex in which the premises are true, so is the
conclusion.
De acuerdo
con Restall
y Beall (2006)[23],
la tesis anterior puede interpretarse de la siguiente manera:
Una conclusión A se sigue del conjunto
de premisas Z si y sólo si en todo casox
en que cada oración de Z sea
verdadera, A también es verdadera.
Como hemos
señalado en la primera sección, la interpretación de consecuencia lógica es un
aspecto central para atribuir logicidad a los sistemas formales clásicos y a
sus alternativas. Con la finalidad de identificar los argumentos ofrecidos por
Restall y Beall a favor de un pluralismo de consecuencia es importante disponer
de manera compacta la versión sintáctica y semántica estándar de esta relación
lógica, y a partir de esta exposición notar sus posibles versiones.
2.1 Logicidad y Consecuencia Lógica Sintáctica (CLS): ‘ Γ '
(consistencia)
La CLS queda definida por una teoría de prueba o
demostración al interior de ex.gr. un G-cálculo o un H-cálculo (Cfr. Palau, 2001)[24]:
una
conclusión A es una CL de las
premisas Γ ( Γ ⊢ A ) cuando existe
una demostración de A desde Γ,
axiomas de L y reglas de inferencia.
La anterior
versión de consecuencia puede ejemplificarse mediante algún procedimiento de
deducción natural. Como sabemos estos mecanismos son medios sintácticos que nos
permiten demostrar la validez de un razonamiento o bien la teoremicidad de una
fórmula o secuente en un cálculo, por medio de un método y reglas de inferencia
finitos. Decimos entonces que es posible
justificar la afirmación de A como
un teorema desde Γ (Γ ⊢ A ) si y sólo si A es decidible desde axiomas,
hipótesis y reglas de inferencia. En el caso de la lógica proposicional la
siguiente demostración es un ejemplo:[25]
Demostrar: ├ P → ( R→ (S→ T))
1. P Λ R PREMISA
2. R →
(― S V T) PREMISA
3. R
Simpl. 1
4. (― S V T) MP. 2,3
5. (S → T) DC. 4
6. P
Simpl.1
7. R → (S → T) Condi. 5
8. P → (R → (S → T))
Condi. 7
Partimos del
supuesto sobre la verdad de todas las fórmulas del cálculo se cumple, entre
ellas (1) y (2). Mediante la aplicación de reglas de inferencia específicas
podemos descubrir que otras fórmulas también se cumplen (3 - 7). Desde el caso
anterior, decimos que P Λ R, R → (― S V T)
├ P → ( R→ (S→ T)) se cumple i. e. el razonamiento
(1-8) es sintácticamente válido. Luego,
P → ( R → (S → T)) es un teorema
del cálculo, es un secuente (consecuente unitario) del cálculo. De otra manera,
P → ( R → (S → T)) es consecuencia
lógica de P Λ R, R → (― S V T).
Respecto a la
CL semántica consideremos lo siguiente.
Preliminares
(sea Γ
= Ø toda valuación V satisface a Γ
)
1.
Decimos que
una valuación (V) satisface una fórmula A si V(A) = 1
2.
Decimos que
una valuación (V) satisface un conjunto de fórmulas Γ ⊆ Fm, si V satisface todas y cada una de las
fórmulas de Γ , es decir V(A) = 1 para toda
fórmula A ∈ Γ
Teorema: Sea Γ = {A1, A2, A3,
…,An} ⊆ Fm
1. Γ = {A1,
A2, A3, …,An} es satisfacible sii A1 ∧ A2
∧ A3 ∧…An
es satisfacible
2.
Γ = {A1,
A2, A3, …,An} es insatisfacible sii A1 ∧ A2
∧ A3 ∧…An es una contradicción.
1 y 2 son
decidibles ex. gr.
P Q
|
((P → Q)
|
Λ
|
― P ))
|
⇒
|
― P ∨ Q
|
0 0
|
0 1 0
|
1
|
1 0
|
1
|
1 0
1 0
|
0 1
|
0 1 1
|
1
|
1 0
|
1
|
1 0
1 1
|
1 0
|
1 0 0
|
0
|
0 1
|
1
|
0 1
0 0
|
1 1
|
1 1 1
|
0
|
0 1
|
1
|
0 1
1 1
|
Así:
Hipótesis
1
|
Hipótesis
2
|
Conclusión
|
|
P Q
|
P → Q
|
― p
|
― P ∨ Q
|
0 0
|
1
|
1
|
1
|
0 1
|
1
|
1
|
1
|
1 0
|
0
|
0
|
0
|
1 1
|
1
|
0
|
1
|
En cada interpretación donde P → Q y ― P (las
dos) son verdaderas ― P ∨ Q también.
Decimos que
((P → Q) Λ ― P)) ⊨ ―
P V Q , i. e. ―
P V Q es consecuencia semántica de P → Q y ― P . Esto
es, todo modelo de P
→ Q, ― P es un modelo de ―
P V Q.
Toda interpretación satisfacible en P → Q, ― P es satisfacible ―
P V Q que
implica semánticamente. Toda valuación que satisface a P → Q, ― P también satisface a ―
P V Q (para
la contraparte sintáctica ― P V Q se
deduce -es un consecuente unitario- de P → Q y ― P por las reglas: definición del
condicional y simplificación).
Veamos ahora cómo se explica lo
anterior en términos axiomáticos.
Consecuencia
Semántica (CLSe)
Por
definición: Γ
∪ {A} ⊆ Fm
A es una consecuencia semántica de Γ ‘ Γ ⊨ A’ sii
toda valuación que satisface a Γ también
satisface a A.
Γ ⊨ A ⇔ para toda valuación V tal
que V(Γ ) = 1 y V(A) =
1
Luego:
⊨ A ⇔ A es una tautología
respecto Γ
Así
notacionalmente es correcto:
Sea Γ = {A1,
A2, A3, …,An}, Γ ⊨
A:
{A1, A2, A3, …,An}
⊨ A
A1, A2, A3, …,An
⊨ A
A1 ∧ A2 ∧ A3 ∧…An
Algunas propiedades de la consecuencia lógica
Sean Γ ∪ {A, B} ⊆ Fm
1.
A ⊨ A
toda fórmula es consecuencia semántica de sí misma (Reflexividad).
2.
Si Γ ⊨ A y A ⊨ B
entonces Γ ⊨ A (Transitividad).
3.
Si A ∈ Γ entonces Γ ⊨ A
4.
Si Γ ⊨ A y Γ ⊆ Δ
entonces Δ ⊨ A
(si de un conjunto de hipótesis se sigue una conclusión, agregando hipótesis al
conjunto, la conclusión sigue siendo consecuencia semántica: Monotonía).[27]
De lo
anterior se sigue el Teorema de la
Deducción:
Sean Γ ∪ {A, B} ⊆ Fm
Γ
∪ {A} ⊨ B
sii Γ ⊨ A
→ B
Corolario 1: Sean A, B ∈ Fm : A ⊨ B
sii ⊨ A
→ B (toda implicación
semántica es consistente)
Corolario 2: Para todo conjunto Γ ∪ {A, B} ⊆ Fm
Γ ⊨ A sii Γ
∪ { ― A} es
insatisfacible (o lo que es lo mismo si Γ = Ø, A es
tautología sii ― A es insatisfacible.
Teorema de
Compacidad
Sean Γ ∪ {A, B} ⊆ Fm
Γ ⊨ A sii
Γo ⊨ A para Γo⊆ Γ, Γo finito
(Una fórmula A es consecuencia semántica de un
conjunto de fórmulas Γ sii existe un
subconjunto finito Γo de Γ tal que A
es consecuencia semántica de Γo )
Teorema: Sea Γ ⊆ Fm entonces Γ es
satisfacible sii todo subconjunto de Γ es
satisfacible.
Teorema: Sea Γ ⊆ Fm entonces Γ es
insatisfacible sii todo subconjunto
de Γ es insatisfacible.
La
completitud de la lógica clásica puede justificarse en términos de la
definición de la consecuencia semántica que hemos visto:
La lógica
proposicional es Completa:
Γ ⊨ A ⇒ Γ ⊢
A ⊨ A
⇒ ⊢ A
(desde Post, Kalmar; Gödel)
La lógica proposicional es Completa
(desde Henkin por lema que vincula satisfacibilidad con consistencia):
Todo conjunto consistente es
satisfacible luego:
⊨ A
⇒ ⊢
A ⇔ ⊢ A ⊨ A
(bajo la restricción, claro está, que la consistencia sea interpretada podemos
establecer el bicondicional: si es satisfacible es consistente y viceversa).
Ahora bien,
¿cómo a partir de lo anterior es posible defender variaciones en la definición
de consecuencia lógica? Veamos a continuación en qué términos es posible
aceptar al menos dos versiones alternas de validez, en función de reinterpretaciones
de consecuencia.
2.3
Pluralismo de Consecuencia. Adecuaciones a la definición pre-teórica (V) de
consecuencia: 'caso' y 'se sigue de'
De acuerdo con el PL es posible
aceptar diferentes versiones de la relación de consecuencia a partir de la
definición semántica estandar. El centro del análisis radica en posibles
alternativas para explicar validx
y casex. Las lógicas alternas asumen con ello nuevas
interpretaciones de la GTT: An
argument is validx if and only if in every casex in which the
premises are true, so is the conclusion.
Ahora bien,
¿en qué sentido las alternativas sostienen el requisito de la preservación de la verdad en tanto la propiedad fundamental de
cualquier inferencia lógica? Esta pregunta abre la discusión no sólo sobre la
posibilidad de un pluralismo de consecuencia, sino sobre las condiciones de
aceptabilidad de sus distintas versiones i.e. sobre las condiciones que hacen
posible atribuir logicidad a los distintos sistemas formales. Se trata de una
pregunta importante pues permite delimitar la relación entre logicidad,
consecuencia lógica y pluralismo.
¿Por qué hablar de logicidad y
pluralismo a partir de la noción de consecuencia lógica? Si bien, como se ha
señalado en la primera sección de este trabajo, la logicidad como propiedad de
un sistema formal puede depender de cómo los lógicos definen consecuencia
lógica, verdad lógica y constantes lógicas, consideramos que entre estos
aspectos, el más fundamental es el primero de ellos. Esto es, la lógica tiene
como objeto de explicación primaria la consecuencia, pues de ella depende el
centro de la disertación lógica: el razonamiento correcto. Por ello, si existe
la posibilidad de mantener un pluralismo lógico o no, a la base de tal
posibilidad se encuentra la especificación de condiciones que debe satisfacer
todo argumento para considerarlo un
argumento válido en un sistema, o de otra manera, un argumento donde la
conclusión se siga necesariamente de las premisas:
If
anything, we think of the consequence relation itself as the primary subject of
logic, and view logical truth as simply the degenerate instance of this
relation: logical truths are those that follow from any set of assumptions
whatsoever, or alternatively, from no assumptions at all. (Etchemendy, 1988, p.
74)[28]
La consecuencia (en tanto
relación) y la validez (en tanto propiedad de algunos argumentos) son dos
conceptos que van de la mano. Un argumento es válido si el teorema que se
demuestra, en efecto, es consecuencia lógica de sus premisas:
Formal
logic is the science of deduction. It aims to provide systematic means for
telling whether or not given conclusions follow from given premises, i.e.,
whether arguments are valid or invalid . . .
Then
the mark of validity is absence of counterexamples, cases in which all premises
are true but the conclusion is false. (Jefrey, 1991, p.1)[29]
Ahora bien, la expresión 'se
sigue de' ¿sólo puede interpretarse en términos deductivos? ¿existe alguna
posibilidad de explicar la relación B se
sigue de A o B es consecuencia de A,
en términos no clásicos i.e. en términos alternos a las dos
maneras que hemos señalado al inicio de esta sección? ¿Para las lógicas
alternas[30]
qué quiere decir que una fórmula se siga de un conjunto de otras fórmulas?
¿Para las lógicas alternas, qué casos están incluidos en la noción de validez?
Al parecer la definición anterior considerada por Jefrey (1991) no ofrece una
explicación de la naturaleza de la validez, de la naturaleza de los argumentos
válidos: Difficulties in applying this
definition arise from difficulties incanvassing the cases mentioned in it . .
. (Jefrey, Ibidem, p.1)
En esta línea, parte del
trabajo de Restall y Beall (2000)[31]
está dedicado a investigar cuáles podrían ser las especificaciones de los casos
incluidos en tal noción. De acuerdo con estos autores existe más de una lógica
correcta a partir de una versión pluralista de la consecuencia basada en tres
principios:
1.
The pretheoretic (or intuitive) notion of consequence is given in (V).
2.
A logic is given by a specification of the cases to appear in (V). Such a
specification of cases can be seen as a way of spelling out truth conditions of
the claims expressible in the language in question.
3. There are at least two different specifications of cases which
may appear in (V). (Restall and Bell, 2000, pp.2-3)
Como puede advertirse, a la base de los
principios se encuentra una forma particular de explicar 'caso' desde la
definción (V):
(V) A conclusion A follows from premises if and only if any case in which each premise in Σ is true is also a case in which A is true. Or
equivalently, there is no case in which each premise in Σ is true, but in which
A fails to be true. (Restall and Bell, 2000, p. 2)[32]
La aplicación de (1), (2) y (3) a (V)
tiene el propósito de ampliar la noción de validez a partir de variaciones en
la cuantificación de 'caso'. De acuerdo con esta propuesta, la interpretación
de 'caso' debe incluir distintas interpretaciones veritativas de las
proposiciones de un sistema. Estas nuevas condiciones de verdad están ligadas a
formas distintas de casos aceptables. En consecuencia, estas especificaciones
definirán la posible logicidad de una estructura formal.
A manera de ejemplo, Restall y Beall
incluyen la siguiente condición para identificar casos aceptables:
Ω = A Λ B es verdadera en x sii A es verdadera en x y B es verdadera en x.
Donde A y B son proposiciones y x un caso. De acuerdo con este ejemplo,
se dice que Ω presupone no sólo cuándo una conjunción es verdadera en L, sino
indica cuándo una conjunción es verdad en tal caso. Esto determinará alguna
información sobre validez en L. A partir de Ω,
la relación A Λ B para A, se explica en los siguientes términos:
para cualquier caso x, si A Λ B es verdadera en x
entonces A es verdadera en x, por
Ω.
Esta propuesta considera, que todo sistema
cuyo lenguaje incluya este nivel de especificaciones se tratará de un sistema
lógico. El carácter pluralista de consecuencia se encuentra a la base de la
propuesta. La definición (V) admite diferentes sentidos de cuantificar 'casos',
por lo que si hay diferentes posibilidades de interpretar este elemento básico
para la definición de validez -de acuerdo con (V), existen diferentes
posibilidades para defender la idea de
que existe más de una lógica correcta.
Rápidamente hagamos algunas precisiones.
La primera alternativa que utilizan Restall y Beall para interpretar 'casos' se
da mediante la noción de mundos posibles.
Considerando esta opción tenemos que:
Ω' = A Λ B es verdadera en w sii A es verdadera en w y B es
verdadera en w.
Φ = A V B es verdadera en w sii A es verdadera en w o B es verdadera en w.
β = ― A es verdadera en w sii
A no es verdadera en w.
En el caso de aceptar que todos los
objetos de los mundos posibles tengan un nombre, entonces tenemos las
siguientes funciones cuantificadas:
Η = ∀xA(x)es verdadera en w siii para cada objeto b en w,
A(b) es verdadera en w.
Κ = ƎxA(x) es verdadera en w sii para algún objeto b en w, A(b) es verdadera en w.
A partir de lo anterior la noción de
validez se especifica:
si es válida la inferencia desde A Λ B
hacia A, según Ω, también serán válidas las inferencias desde A hacia A V B,
desde A Λ (B V C) hacia (A Λ B) V C, desde ∀x (A V B) hacia ∀xA V ƎxB, etc.
Si los casos se cuantifican
universalmente, abarcan todos los mundos posibles, entonces un argumento es
válido si y sólo si en cualquier mundo en el que las premisas sean verdaderas,
lo será también la conclusión. Este resultado, de acuerdo con la propuesta,
cumple la consideración más básica sobre la validez: preservación necesaria de verdad. (Cfr. Restall y Beall, 2000, p. 4)[33]
Veamos ahora la segunda alternativa desde
Restall y Beall (2000). La expresión 'casos' desde (V) puede formularse a
partir de la teoría modelo-teórica de Tarski. En este caso, asumiendo la
condición estrictamente formal que guarda la noción de validez, los autores
consideran a la noción de modelo una
posibilidad re-interpretativa de la validez en el marco de un lenguaje lógico
de primer orden. Como sabemos, un modelo tarskiano, M, es una estructura que
comprende:
1. Un conjunto no vacío D, el dominio; y
2. Una función I, la interpretación. (1) y
(2) satisfacen las siguientes condiciones:
i. I(E) es un elemento de D, si E es un
nombre (en un lenguaje dado);
ii. I(E) es un conjunto ordenado de
n-tuplas de D-elementos, si E es un n-lugar predicado. (Cfr. Restall y Beall, 2000, p. 5)
Considerando lo anterior, al utilizar un
modelo para interpretar el lenguaje, se obtiene:
· Si α es una asignación de variables de
D-elementos a variables, entonces Iα (x) = α (x). Si ɑ es un nombre,
Iα (a) = I (ɑ).
·
Ft1...Ftn
es verdadero en M, α sii α
(t1,...Iα (tn)>
Є I(F).
·
A
Λ B es verdadera en M, α sii A es verdadera en M, α y B es verdadera en M, α.
·
A
V B es verdadera en M, α sii A es verdadera en M, α o B es verdadera en M, α.
·
―
A es verdadera en M, α sii A no es verdadera en M, α.
·
∀xA es verdadera en M, α sii A es verdadera en M, α' para cada x-variante α'de α.
·
ƎxA es verdadera en M, α sii A es verdadera en M, α' para alguna x-variante
α'de α.
Mediante esta interpretación, los modelos se
consideran casos y en función de estos casos se define la verdad en un modelo
para cada oración de un lenguaje de un sistema formal. Con ello, se adquiere otra
versión sobre los argumentos válidos en dicho sistema, a partir de una
re-interpretación de 'caso' en (V): un argumento es válido si y sólo si para
todo modelo en el que las premisas
son verdaderas, entonces lo será la conclusión. Para el caso de argumentos en
el lenguaje natural, el mismo concepto de validez se aplica mediante la
formalización. (Cfr., Restall and Beall,
2000, p. 5).
De acuerdo con estas dos alternativas de
re-interpretación de ´caso' desde (V), los autores defienden la posibilidad de
una pluralidad en lógica desde la noción de consecuencia.
Para identificar mediante un ejemplo específico las
dos versiones propuestas, consideremos la siguiente pregunta. Se trata de un caso
que los mismos Restall y Beall utilizan: ¿del hecho ɑ es rojo se sigue ɑ está
coloreado[34]?
La respuesta a esta pregunta implica dos alternativas.
La forma de ɑ es
rojo se sigue ɑ está coloreado
será Fɑ Ⱶ Gɑ. Esta forma de acuerdo con la validez en términos de la preservación necesaria de la verdad, es
válida. Sin embargo, de acuerdo con la consideración tarskiana de validez,
dicha forma es inválida. ¿Por qué? En el primer caso, la forma es válida porque
en cualquier mundo posible, en el que algo sea rojo, este algo también está
coloreado (tiene color). De acuerdo con
el segundo caso, el argumento ɑ es rojo,
luego ɑ está coloreado es inválido
pues no se trata de un argumento formal. De hecho la forma ɑ Ⱶ Gɑ es inválida
pues es posible encontrar diferentes modelos en los que las premisas sean
verdaderas y falsa la conclusión:
We now have our first dimension of plurality. Consider the question: Is
the argument from a is red to a is coloured valid? We have seen
that the answer is yes for validity as necessary truth preservation. The
answer is no for the Tarskian account of validity. This argument has the
form Fa Ⱶ Ga, and there aremanymodels in which the premise is true and the
conclusion false. So, we have at least two different accounts of validity. One
might now wonder: Is there any basis upon which to choose between these two accounts?
Is there any reason you might prefer one to the other? The answer here is a
resounding yes. Tarskian validity is formal; necessary truth preservation is
not. (Restall y Beall, 2000, pp. 5-6)
De esta manera, cuando analizamos la corrección de un argumento
constituido por casos en los que se incorpora propiedades o relaciones no
formales (intensionales) ex. gr. conexiones entre propiedades de
color, operadores modales, temporales, epistémicos, relaciones entre
parte-todo, la primera versión de validez resguarda
la corrección en las inferencias. Esto es, será útil para clausurar la
relación entre premisas y conclusión bajo una primera versión de consecuencia
lógica. Por su parte, cuando analizamos
la corrección de argumentos cuya naturaleza es estrictamente formal al
componerse sólo de constantes lógicas, la segunda versión de validez nos
permite asegurarnos de la consistencia en los procesos de inferencia, y de la
satisfacibilidad de fórmulas en los procesos evaluativos modelo-teóricos. Así, la versión de validez en términos de
preservación necesaria de la verdad y en términos modelo-teóricos ejemplifican
dos interpretaciones posibles de 'caso' y de la expresión 'seguirse de'.
Nos interesa considerar un aspecto adicional
y central para nuestro enfoque. No sólo
suscribimos el pluralismo de consecuencia anterior sino un aspecto normativo
que supone para la formación de toda versión posible de consecuencia. En otras
palabras, si bien pueden existir diferentes interpretaciones de validez,
también existe un conjunto de criterios que restringen cualquier propuesta
alterna de argumento válido:
1. Formalidad:
la interpretación de consecuencia lógica sea alguna de carácter específicamente
sintáctico o bien de carácter eminentemente semántico, será indiferente
respecto a los objetos y hechos particulares que puedan ser nombrados o
descritos por el lenguaje en uso.
2. Normatividad:
la interpretación de consecuencia lógica no debe violar las normas de la lógica
clásica, particularmente, aceptar el
caso en que las premisas sean verdaderas y no así la conclusión. Una
interpretación de este tipo será una muestra de irracionalidad y no de
logicidad en el sistema.
3. Necesidad:
la interpretación de consecuencia lógica hará necesario el transito del
conjunto de las premisas al conjunto de las conclusiones en el lenguaje
relevante.
En suma, cualquier sistema formal que incluya
interpretaciones de 'caso' y de 'se sigue de' a partir de la definición
pre-teórica (V) deben satisfacer los tres requisitos anteriores en el caso de
tratarse de sistemas lógicos. En lo sucesivo llamaremos a estos criterios,
criterios (V').
Un
pluralismo restringido de consecuencia no sólo es útil, sino necesario para
distinguir entre sistemas lógicos y lo que nosotros hemos denominado
alternativas y sistemas adaptativos mixtos. Estas distinciones serán la
consecuencia de aplicar no sólo los criterios (V'), sino como habíamos previsto
en la primera sección de este trabajo, cualquier definición alterna de
consecuencia debe satisfacer también los requisitos estructurales:
reflexividad, monotonía y corte. A continuación, veamos muy brevemente la
consistencia entre los dos grupos de criterios.
2.4 Propiedades estructurales e
interpretación de consecuencia
Como
se ha visto en la primera sección y ahora con el desarrollo de esta segunda
parte, existen dos grupos de criterios cuya aplicación nos permite restringir
las versiones de consecuencia, y con ello, de validez. Al primer grupo se le ha
denominado propiedades estructurales:
reflexividad, monotonía y corte. El segundo grupo se deriva de las
interpretaciones posibles de 'caso' y
'se sigue de' en función de la definición (V): formalidad, normatividad,
necesidad (V').
Si
bien, ambos casos se refieren a rasgos interpretativos de la consecuencia en
diferentes términos, los dos son consistentes al coincidir sus rasgos de
generalidad i.e. hablan de la consecuencia sin incorporar algún aspecto
particular en su extensión y no permiten alguna interpretación de consecuencia que
aluda o requiera de algún tema u tópico de carácter no lógico para su
definición.
Consideremos
a un sistema axiomático en el que A es consecuencia lógica de Γ. Así suponemos
que se cumplen las siguientes propiedades:
1.
Γ Ⱶ A, si A Є Γ (Toda fórmula es consecuencia de un conjunto que las contenga:
reflexividad).
2.
Γ Ⱶ A, entonces Γ U {B} Ⱶ A (Si una fórmula es consecuencia de cierto conjunto,
entonces sigue siendo consecuencia aunque se añadan más premisas: monotonía).
3.
Γ Ⱶ B y Γ U {B} Ⱶ A, entonces Γ Ⱶ A (Nos
permite sustituir una premisa φ por
un conjunto de fórmulas del que φ se
siga: corte).
Ahora
bien, la propiedades anteriores cumplen con la condición de formalidad pues implican una noción de
consecuencia indiferente a los objetos y hechos particulares que puedan ser
nombrados o descritos. También (1), (2)
y (3) cumplen con el requisito de la normatividad
pues la noción de consecuencia respeta las leyes de la lógica clásica,
particularmente la noción de validez estándar. En el caso de la necesidad, también las propiedades
anteriores satisfacen esta condición, pues asumen una noción de consecuencia
desde la cual se hace necesario el tránsito de premisas a conclusiones.
Así,
toda interpretación de validez debe satisfacer (1), (2) y (3) y con ello,
cumplir con las condiciones para interpretar la expresión 'caso' y 'se sigue
de' de acuerdo con (V').
Como
efecto de los criterios de logicidad por consecuencia que hemos aceptado en
esta segunda sección, a continuación desarrollamos nuestro enfoque sobre Lógica, Alternativa y Sistemas
Adaptativos Mixtos. Adicionalmente incorporamos una breve explicación de por
qué la Lógica puede aceptar sin problema alternativas
pero difícilmente rivalidad.
3.
Consecuencia lógica: pluralismo sin rivalidad.
Esta
breve sección tiene como finalidad señalar qué estamos entendiendo por Lógica,
por Alternativa y por Sistemas Adaptativos Mixtos, como consecuencia de los
criterios de logicidad que hemos aceptado a partir de las interpretaciones
posibles de consecuencia lógica. Además nos interesa explicar brevemente en qué
sentido afirmamos que la Lógica puede aceptar alternativas pero no genuinamente
rivalidad.
Por
Lógica entendemos aquellos sistemas
clásicos que van desde la lógica de Frege y Russell (lógica de primer orden,
más cuantificación e identidad), las adaptaciones formalistas tipo Hilbert
(H-Cálculo), la propuesta de deducción natural y cálculo de secuentes en
Gentzen (G-Hálculo), pasando por las propuestas de Kurt Gödel (ex. gr.
pruebas de los teoremas de completitud e incompletitud) y la semántica tipo
Tarski (ex. gr. introducción a la lógica y la metodología de las ciencias
deductivas; sobre consecuencia lógica).
Todos estos sistemas comparten en
general, un lenguaje veritativo funcional, criterios de demarcación entre
términos lógicos y no lógicos, axiomas, cuantificadores, reglas de
inferencia/interpretación, consecuencia lógica (con las especificaciones
sintácticas y semánticas para cada caso) y una semántica extensional.[35]
Decimos
'en general' para señalar que si bien hay diferencias, sobre todo en la
interpretación a nivel sintáctico y semántico de consecuencia (teoría de la
prueba y deducción natural, y satisfacción de modelos teóricos,
correspondientemente), todos estos sistemas satisfacen los criterios
estructurales que hemos señalado en la primera y segunda sección (reflexividad,
monotonía y corte), además de aceptar y rechazar oraciones mediante los
criterios de formalidad, normatividad y necesidad (Cfr. Segunda sección de este trabajo).
Por
su parte, las Alternativas serán aquellos sistemas lógicos que además de aceptar
las condiciones anteriores incluyen al menos dos interpretaciones posibles de
consecuencia: mundos o casos posibles
(preservación necesaria de verdad) y versión tarskiana de validez. Como hemos
visto, estas interpretaciones de consecuencia satisfacen también aquellos
requisitos estructurales y (V'). Sin embargo, en este caso, las alternativas utilizan cualesquiera de
las dos versiones de consecuencia disponibles. La aplicación o uso de alguna
versión de consecuencia u otra dependerá del tipo de cuantificaciones que el
lenguaje incluya: relaciones entre lenguajes lógicos superiores, secuencias
temporales, cuantificación sobre creencias, cuantificación sobre modos de
afirmación (modalidad), etc. Por estas razones, se consideran alternativas lógicas y no extensiones[36] ni sistemas adaptativos
mixtos (sistemas de aplicación). El campo de las alternativas da lugar a la defensa
de un pluralismo acotado de consecuencia.
Como
veremos más adelante, estas variaciones no constituyen puntos de rivalidad con
la Lógica. Aun cuando la finalidad de estos sistemas lógicos alternos, como se
ha señalado, sea hablar ex. gr. de algunas condiciones específicas
de conocimiento, de la posibilidad/ necesidad de nuestras oraciones, de la
inferencia de ciertas oraciones a partir de otras con intervalos de tiempo; la
aceptabilidad inferencial de sus oraciones continua en consecuencia con los criterios
generales de la Lógica. Particularmente, con el carácter lógico de la
interpretación de consecuencia por casos. En este estadio, lo que comúnmente en
la literatura en filosofía de la lógica se conoce como extensiones de la LC ex. gr.
lógica modal, lógica temporal, lógica epistémica, lógica de orden superior -en
oposición a las rivales- son en realidad alternativas lógicas.[37]
En
suma, la idea sobre las variaciones en la definición de consecuencia lógica
sean algo como relativas uno a uno, a un lenguaje, no tiene sentido . La
variación debe explicarse en otros términos, ex. gr. para las
alternativas, la aceptabilidad y rechazo de sus oraciones e inferencias se
sigue de la posibilidad de construir un lenguaje
estructural desde el cual tal aceptabilidad y rechazo sea correcto:
The
idea that propositional truth and the consequence relation on propositions are somehow language-relative seems absurd.
...MULTITUDE
is better understood as saying someting along the following lines: for some
different logics, the sorts of utterance and inference those empleaying those
logics accept and reject are such that there is a possible language such the
under the hypothesis that those employing those logics speak that language,
their use is correct. (Eklund, M., 2012, p. 218)[38]
Esta
manera de definir MULTITUD desde Eklund (2012) coincide con nuestro sentido de
alternativas, luego nos alejamos de concepciones del tipo Palau (2001, p.23)
donde se usa la expresión 'alternativas' para referirse a otras Lógicas. Cabe
señalar, considerando esta misma fuente, usaremos el término 'rivalidad' en los
términos en que Palau usa 'divergente'.
Aunque, como veremos más adelante, desde nuestro punto de vista la
rivalidad o bien debe entenderse, forzando el término, como sistemas adaptativos
mixtos (sistemas formales no Lógicos)[39] o como lenguajes Lógicos
que convergen en los mismos temas con la LC pero presuponiendo la existencia de
algo incorrecto en esta lógica, y
considerando que ese algo deba ser
reemplazado.
Respecto a los Sistemas Adaptativos Mixtos serán
aquellos sistemas que proponen un lenguaje, ciertos axiomas, ciertas reglas de
inferencia, ciertos principios, ciertas
reglas de interpretación lógica y no lógica para sus términos y oraciones
aceptables, así como una versión no Lógica ni alterna de consecuencia. A partir
de los componentes anteriores, los proponentes intentan demostrar la fecundidad
de sus sistemas al tener, desde su punto de vista, las propiedades necesarias
para analizar los fenómenos (no lógicos) de su interés.
En este caso, la
versión de consecuencia incluye interpretaciones no consistentes con los
criterios estructurales y de interpretación (V') (Cfr. Segunda sección de este trabajo). El incumplimiento de estos
rasgos, hace que la propiedad lógica de consecuencia no forme parte de su
definición. Desde nuestra perspectiva, la insatisfacción de al menos uno de los
aspectos, reflexividad, monotonía, corte, y formalidad, normatividad y
necesidad, hace que estos sistemas, no sólo no se consideren Lógicos, sino además
formen adaptaciones (o modificaciones o
mutilaciones) de algunos aspectos clásicos, con el propósito de explicar sus
objetos primarios de aplicación.
A partir de estas
consideraciones, por ejemplo, las llamadas lógicas paraconsistentes o
multivalentes en consecuencia no son Lógicas, sino sólo sistemas adaptativos
mixtos. ¿Qué propiedades lógicas tiene una oración cuando se le analiza en
función de hechos particulares que aparentemente implican contradicción?, se
dice que una tabla de verdad nos ofrece las propiedades lógicas de una oración
¿qué propiedades lógicas nos permite conocer una tabla de verdad multivalente
de una oración, cuando la multivalencia es un requisito derivado de la
representación de una condición particular? La aceptación de contradicción sin
explosión y la aceptación de multivalencia no surge de un reemplazo de la
noción de contradicción o la bivalencia clásica porque sean estas últimas
incorrectas, sino por la naturaleza de las estructuras no lógicas que se
intentan conocer y modelar.
Ahora bien, si es
correcta nuestra demarcación entre sistemas formales, es posible ver en qué
sentido no existe una rivalidad entre Lógicas, análoga a la demarcación entre
LC/ LNC. En el campo de los diferentes sistemas Lógicos sólo hay rivalidad cuando
se demuestra alguna falla del sistema en oposición. Por ejemplo, cuando Russell
demuestra la famosa inconsistencia del cálculo proposicional de primer orden,
más identidad de Frege, al generar paradojas del tipo: el conjunto M es el
conjunto de todos los conjuntos que no se contienen a sí mismos como miembros.
¿M se contiene a sí mismo?[40] Sin embargo, aun cuando
en este caso, se propone un nuevo sistema para evitar estos resultados indeseables,
el nuevo sistema russelliano se
considera clásico al prevalecer sus condiciones estructurales y semánticas
extensionales, sin que sus variaciones notacionales impliquen suponer que se
trate de lógicas rivales.
Para que un
lenguaje lógico sea rival de otro, entonces, no sólo tiene que referirse a las
mismas cosas, sino adicionalmente debe demostrar que sus resultados son mejores
mediante la sustitución de algunos elementos del sistema rival, señalando sus
faltas y enfatizando en nuevos criterios de aceptabilidad. En este sentido,
decir que el conjunto conocido como LNCs sea rival del conjunto conocido como
LC, es caer en un descuido metodológico y temático. Las LNCs son lenguajes
cuyos intereses formales y epistémicos son distintos, les interesan estructuras
de distinta naturaleza. De hecho, constituyen a sistemas adaptativos mixtos (no
rivales), pues si bien incluyen algunos componentes Lógicos, son sistemas
elaborados para aplicaciones muy específicas. Dos rasgos fundamentales,
entonces caracterizan a estos sistemas adaptativos: i. sus objetos primarios de
explicación son distintos a los de la Lógica, y ii. su forma de aceptar
oraciones e inferencias infringe el marco estructural que caracteriza a la
logicidad clásica y alterna de consecuencia. En otras palabras, el diseño de
los sistemas adaptativos mixtos surge no porque la Lógica falle sino porque
ésta Lógica no es del todo útil para su trabajo aplicativo.[41]
La
rivalidad tampoco debe entenderse en términos históricos o temporales. Los
sistemas lógicos actuales no son rivales en tanto antes se desconocían. La
rivalidad no es una cuestión temporal, sino en cualquier caso, una condición
estructural y metodológica. Nuevamente,
desde nuestro punto de vista, si alguien dijese que la rivalidad consiste en
desarrollar sistemas lógicos cuyas aplicaciones sobrepasan lo imaginado por los
lógicos clásicos, en realidad no estaría hablando de sistemas Lógicos rivales
sino probablemente de sistemas adaptativos mixtos actuales. Los sistemas
adaptativos, entonces no son rivales pues no reemplazan algo, ni modifican los
criterios para atribuir logicidad clásica y alterna:
Cuando
estás diciendo: “voy a usar veinte valores porque suponer que hay exactamente
dos es un error.” En ese momento tu lógica polivalente es una lógica rival; era
la idea original de las lógicas multivalentes, de la lógica trivalente de
Lukasiewicz. Pero puedes decir: “No, no, no, la lógica clásica está bien, pero
está hablando de valores de verdad con V grande; pero hay
“valores de verdad” en otro sentido, por ejemplo, grados de carga eléctrica”. Y
entonces en ciencias de la computación utilizas lógicas polivalentes, pero los
diferentes valores pueden representar carga eléctrica: .5, .8, o .9 no son valores
de verdad en el sentido de la LC. Entonces no hay realmente oposición, no hay
rivalidad, están haciendo algo diferente. (Morado, R., "Sobre la enseñanza
de las lógicas no clásicas")
Si
lo anterior hace sentido entonces a la pregunta ¿por qué la rivalidad no existe
en Lógica? La respuesta surge de manera natural. Porque los intereses
epistémicos de los sistemas adaptativos mixtos, así como la composición de su
lenguaje, son distintos a los de la Lógica y sus alternativas.[42] De hecho, para la
formación de un sistema adaptativo mixto generalmente no se pone en duda los principio lógicos, o sus
axiomas, sino que se incorpora en un nuevo lenguaje adaptaciones de algunos
principios de la lógica clásica, algunas reglas adicionales y una versión de
consecuencia no estructural.
Para
finalizar esta breve presentación, en la siguiente sección incluimos un ejemplo
de un Sistema Lógico, de una Alternativa y de un Sistema Adaptativo Mixto, enfatizando en el contraste
interpretativo de consecuencia lógica. Además de ofrecer algunas
consideraciones finales.
4.
Conclusiones. Sistemas lógicos, Alternativas y Sistemas Adaptativos Mixtos
4.1 Sistema lógico: cálculo de
consecuencias lógicas o secuentes de Gentzen
Ya
en la primera y segunda sección de este trabajo se ha considerado la noción
clásica de consecuencia lógica en términos sintácticos y semánticos. Con la
finalidad de ampliar nuestro panorama de consecuencia lógica clásica, ofrecemos
ahora muy brevemente una versión de consecuencia a partir del cálculo de
secuentes de Gentzen. Observaremos cómo la noción de demostración depende de la
forma: Γ ˧ Ω.
La consecuencia se establece por las
reglas de inferencia del calculo
Como
sabemos la noción de consecuencia de un cálculo se establece a partir de un
conjunto de reglas de inferencia. En el caso de los secuentes Gentzen, el
lenguaje incluye el concepto de secuencia, el cual tiene la forma: Γ ˧ Ω, donde Γ,
Ω son un conjunto de fórmulas cualesquiera y no ordenadas. El signo ˧ es un
signo del lenguaje objeto desde el cual es posible construir las o-secuencias (oraciones del cálculo).
Los conjuntos Γ, Ω están formados por: A1,...,Am;
B1,...,Bn,. Las o-secuencias no incluyen términos lógicos
i. e. las fórmulas que integran los secuentes (fórmulas finitas)[43]
no se relacionan por algún signo lógico. Los términos lógicos se encuentran
dentro de A1,...,Am; B1,...,Bn. Así la forma de una secuencia puede
formularse también como: A1,...,Am ˧ B1,...,Bn
(donde A1,...,Am será un secuente llamado
antecedente y B1,...,Bn será un secuente llamado
consecuente o sucedente). Adicionalmente, los secuentes no contienen ˧ y pueden
ser vacíos Ø (secuencia nula).
Ahora bien, la interpretación de '˧' en la secuencia A1,...,Am
˧ B1,...,Bn para n,m ≥ 1, es intuitivamente la misma que
'→' en: (A1 ∧,...,
∧Am) →
(B1V,...,∨Bn)
(Cfr. Gentzen, 1934, p. 11).[44]
En el caso que el antecedente sea una secuencia nula Ø ˧ Ω, la secuencia se
reduce al consecuente (B1∨,...,∨Bn)
i.e.
Ω es verdadera: ˧ Ω. Ahora bien, si el consecuente es una secuencia nula Γ ˧ Ø,
se dice que la secuencia se interpreta como Γ es falso i.e. (A1 ∧... ∧Am)
→Ø. Luego, decir que la secuencia (A1
∧,...,
∧Am) ˧
(B1V,...,∨Bn)
equivale a señalar que alguna de las fórmulas A es falsa o alguna de las
fórmulas B es verdadera. En suma, cuando una expresión de la forma (A1
∧,..., ∧Am) ˧ (B1 V,...,∨Bn) se cumple, se dice que ˧ se comporta
como la →, luego si todos los elementos del antecedente son verdaderos, al
menos uno de los elementos del consecuente también será verdadero.
Fácilmente entonces podemos notar que el sistema de
Gentzen, como todo sistema clásico, se trata de un sistema axiomatizado. Parte
de secuencias básicas (axiomas esquemas) de la forma Γ ˧ Γ, donde Γ es una
secuencia (s-oración) formada por un
conjunto de fórmulas sin un orden establecido. Adicionalmente, mediante este
tipo de formas es posible aplicar reglas lógicas que permiten preservar la
verdad en cada deducción. Esto es, permiten establecer cuando una oración es
consecuencia lógica de un secuente específico. Los criterios interpretativos
del cálculo de consecuencias de Getzen a partir de las reglas del sistema -las
señalamos a continuación-, se establecen sin aludir a objetos o hechos
particulares (formalidad), la interpretación
acepta la incorrección de inferir oraciones falsas desde secuentes verdaderos (normatividad), la interpretación hace necesario el tránsito del conjunto de
secuentes-antecedentes al conjunto de secuentes-consecuentes (necesidad). Luego, G-Cálculo es
consistente con los criterios (V') de consecuencia.
Verifiquemos esto con las reglas del cálculo que
determinan la noción de consecuencia entre secuentes:[45]
(I) Reglas estructurales:[46]
A derecha (consecuente): Atenuación: ˧ A
Γ ˧ Ω / Γ ˧ Ω, A
A izquierda (antecedente): Atenuación: A˧
Γ ˧ Ω/ A, Γ ˧ Ω
Contracción (˧ C): Γ ˧ Ω, A, A / Γ ˧ Ω, A
Contracción (C ˧): Γ, A, A ˧ Ω / Γ, A ˧ Ω
Permutación (˧ P): Γ ˧ Θ, A, B, Ω / Γ ˧ Θ, B, A, Ω
Permutación (P ˧): Γ, A, B, Φ ˧ Ω / Γ, B, A, Φ ˧ Ω
Corte: Γ ˧ Θ, A A, Ω a Φ / Γ, Ω ˧ Θ, Φ
II) Reglas operatorias:
En el consecuente: (˧→)
Condicional: A, Γ ˧ Ω, B/ Γ ˧ Ω, A → B
En el antecedente: (→ ˧)
Condicional: Γ ˧ Ω, A B, Φ ˧ Θ / A → B, Γ, Φ ˧ Ω, Θ
En el consecuente: (˧ Λ)
Conjunción: Γ ˧ Ω, A Γ ˧ Ω, B / Γ ˧ Ω, A ∧
B
En el antecedente: (Λ ˧)
Conjunción: A, Γ a Ω/ A ∧ B, Γ ˧ Ω
// B, Γ ˧ Ω / A ∧
B, Γ ˧ Ω
En el consecuente: (˧ V)
Disyunción: Γ ˧ Ω, A / Γ ˧ Ω, A ∨
B //
Γ ˧ Ω, B / Γ ˧ Ω, A ∨ B
En el antecedente: (V ˧)
Disyunción: A, Γ ˧ Ω B, Γ ˧ Ω / A ∨
B, Γ ˧ Ω
En el consecuente: (˧ ―)
Negación: A, Γ ˧ Ω / Γ ˧ Ω, ―A
En el antecedente: (― ˧)
Como se puede notar, la noción de estructura refiere
al hecho de que las deducciones del cálculo de secuentes se aplican únicamente
reglas estructurales en las formas básicas de las secuencias. En este caso, los
aspectos puramente lógicos de las demostraciones se reducen a razonamientos por
reglas, en palabras de Gentzen, a razonamientos estructurales. Una consecuencia
importante de este aspecto es considerar a las deducciones estructurales -en
tanto unidades elementales de toda deducción lógica- inferencias independientes
a la naturaleza de los elementos que la integran.
A partir de lo anterior, se va aclarando el panorama
de cómo funciona la consecuencia lógica en G-Cálculo.
Como se ha señalado, la noción de consecuencia lógica
está dada por el conjunto de reglas de inferencia. Esto vale para cualquier
sistema G-cálculo o H-cálculo. De acuerdo con Gentzen, es posible construir un
lenguaje lógico clásico agregando, además de las reglas anteriores, una fórmula
del tipo ―A V A i.e. una fórmula que exprese el principio de tercero excluido.
Adicionalmente, considera un nuevo esquema de derivación: ― ―A /A. A partir de
estas condiciones, el cálculo de secuencias implica una noción de consecuencia
específica pero clásica, cuyas características son la siguientes:
La noción de consecuencia se establece mediante reglas
estructurales (figuras de deducción) las cuales no incluyen ninguna constante
lógica. Esto hace de la noción de
consecuencia de Gentzen una noción aun más abstracta que la misma noción de
consecuencia semántica de Tarski -considerada en la primera y segunda sección.
De hecho, al definirse secuencia como series finitas de oraciones, puede verse
en G-Cálculo un caso particular de la
versión de consecuencia de Tarski, o bien como señala Palau ... ver a la versión de Tarski como una
generalización de la de Gentzen (Palau, 2001 p. 18).
Un rasgo característico de la versión de consecuencia
secuencial es que no funciona como una operación sino como una relación
generalizada entre las secuencias (no conjuntos) del cálculo, y algo muy
importante, esta relación satisface los criterios de reflexividad y monotonía.
Las cuales como se ha visto en la segunda sección son consistentes con los
criterios (V') para definir consecuencia. De acuerdo con Palau (2001), el
cálculo de Gentzen no es un mero H-cálculo, sino que al integrar en su lenguaje
reglas estructurales y operatorias, el cálculo ofrece la posibilidad de un
análisis más profundo de las propiedades estructurales de los distintos
sistemas lógicos, y en particular de la noción de consecuencia lógica. En este
caso, todo teorema tendrá que ser demostrado considerando que una secuencia es
demostrable cuando el consecuente es
unitario (constituido sólo por una oración), y se siga del conjunto de fórmulas
antecedentes aplicando las reglas de inferencia: noción de deducción clásica.[48]
Sin duda, falta incluir muchos otros aspectos para
desarrollar la lógica de secuencias, y ver con ello, por ejemplo cómo las
reglas del cálculo de secuencias
satisfacen los axiomas considerados por Tarski en su definición
semántica de consecuencia -aunque debemos señalar que las satisface (Cfr. Palau, 2001, pp. 19-23). Sin
embargo, nuestro interés original ha sido ver cómo se interpreta la
consecuencia en un cálculo que ha determinado el desarrollo clásico de la
Lógica. En esta línea, lo que hemos incluido ha sido suficiente para obtener el
siguiente resultado. De acuerdo con la normatividad de la lógica clásica, donde
el cálculo de secuencias sólo es un ejemplo de tales lógicas, es posible
definir un sistema lógico a partir de un lenguaje extensional cuyos componentes
sean: axiomas, términos lógicos, operadores, relaciones, funciones lógicas, y
sobre todo, una relación de consecuencia consistente con las condiciones
estructurales y (V').
Aquellos sistemas que no consideren, usando la jerga
de Gentzen, reglas estructurales i.e. reglas lógicas, así como una
definición de consecuencia consistente con las condiciones (V'), tales sistemas
no serán Lógicas. En cualquier caso, la logicidad de estos lenguajes formales
se diluye al incorporar interpretaciones particulares no formalizadas de consecuencia
cuya satisfacción dependerá de algunas condiciones de carácter no lógico -ex. gr.
contextos no formalizados.
Adicionalmente tampoco podrán ser alternativas,
sino probablemente sistemas adaptativos mixtos. (Cfr.
Tercera sección: "Sistemas Adaptativos Mixtos" en este trabajo).
4.2
Alternativa: Lógica Modal
Los
cuestionamientos que podemos hacer, tendrán que ver con que si el lenguaje
formal permite representar todos los esquemas de argumento que utilizamos en la
cotidianeidad. Vale decir, si los sistemas formales con los que contamos pueden
establecer para todos los argumentos la condición de validez. Este objetivo, ha
hecho suscitar un sin número de (nuevos) sistemas formales que consideran a
algunos elementos como relevantes en la consideración de la validez, lo cual
arroja una cantidad mayor de problemas. Con la lógica porposicional podíamos
decir que las condiciones de validez o mejor dicho para que haya consecuencia
lógica depende de las conectivas; la lógica cuantificacional nos dirá además
que esta depende de los cuantificadores y así una gran cantidad de lógicas
establecerán otras constantes que interfieren en la condición para que un
argumento válido garantice la verdad en toda posible interpretación.
Hay
un caso claro en la modalidad que agrega
Lewis para caracterizar la noción de consecuencia lógica. Pasamos a explicar:
4.2.1
En qué consiste la Lógica modal
La
lógica modal es tan antigua como el Organon de Aristóteles y tuvo gran
desarrollo durante la Edad Media. La lógica modal contemporánea, sin embargo,
surge a principios del siglo XX como una reacción a la lógica clásica que
maduró en las obras de autores como Gottlob Frege, Bertrand Russell y Alfred
North Whitehead.
Entre
ambos acercamientos a la lógica modal hay una gran diferencia, un “salto”,
podríamos decir del interés por los aspectos que se estudian.
Aristóteles
escribió mucho sobre modalidades. Por
ejemplo, en Sobre la interpretación, reflexionó sobre las relaciones entre las
modalidades, en Analíticos Primeros, construyó una teoría sobre el silogismo modal y en Tópicos usó las
nociones modales en su teoría de la predicación, donde distingue, por ejemplo,
entre rasgos que un hombre tiene necesariamente y otros que puede o no tener: propiedades accidentales del hombre en
cuestión. Veamos más de cerca ideas suyas conectadas
Aristóteles
no intenta dar un análisis ni de la necesidad ni de la posibilidad pero observa
que cada una de ellas es definible en términos de la otra y la negación.
También señala que lo contingente es lo posible que no es necesario. Es
consciente, pues, de la interdefinibilidad[49] de las nociones modales
que ya hemos hecho notar. En Analíticos Primeros hay una teoría sobre el
silogismo modal.
Desgraciadamente,
la teoría aristotélica del silogismo modal es muy confusa, y los autores que la
han estudiado en detalle suelen afirmar que contiene errores importantes. Al
analizar el silogismo modal que responde a la forma del Barbara de primera
figura, solo que con las premisas y la conclusión afectadas por expresiones
modales conectadas con la idea de posibilidad, Aristóteles lo considera válido,
pero no lo es.[50]
Si
construimos un silogismo modal BARBARA con premisas que expresan
posibilidad es fácil, encontrar un
contraejemplo:
Es
posible que todo triángulo sea azul, y es posible que toda cosa roja sea un
triángulo, por lo tanto, es posible que toda cosa roja sea azul”.
Se
han dado diversas explicaciones de este hecho extraño, entre ellas la hipótesis
de que la teoría del silogismo modal es un agregado tardío y apresurado que
hizo Aristóteles a una versión ya acabada de los Analíticos Primeros.[51]
Hasta
aquí Aristóteles. Veamos ahora qué ocurre con la modalidad en el S. XX.
El
primer autor que trato de hacer una presentación sintáctica de las modalidades
fue C.I Lewis. Pero cabe aclarar que no lo hizo con la intención de profundizar
o corregir la lógica modal aristotélica. Su intención no era hablar de la
necesidad lógica.
Su
trabajo en lógica modal marcó el comienzo,
de la historia de esta disciplina en su forma moderna, como dijimos más
arriba La publicación del primer volumen
de Principia Mathematica, de Whitehead y Russell, en 1910, influyó mucho sobre
su obra.
Cualquier
sistema de lógica clásica, equivalente al presentado en Principia Mathemetica
Russell- Whitehead (1913) tiene como teoremas las siguientes formulas:
¡) Ⱶ A → (B → A)
ii) Ⱶ ¬A → (A → B)
Ellas
expresan dos propiedades del condicional material, algo extrañas: i) que una
proposición verdadera es implicada por cualquier otra y ii) que una proposición
falsa implica cualquier otra. Estas propiedades son conocidas como paradojas de
la implicación material.
Lewis
en A Survey of Symbolic logic (1918-19)[52] y luego en Symbolic logic (1932)[53] atribuye esta ambigüedad
precisamente al significado que Russell atribuía a la implicación material y
propone un nuevo tipo de implicación, llamada implicación estricta (⇒).
En
Symbolic logic elige para definir
la implicación estricta como símbolo
primitivo la posibilidad ( ◊) y define A⇒B
como ¬ ◊ (A ʌ ¬ B), es decir no es posible que se dé A y no se de B.
En
presentaciones posteriores tomó el operador modal de necesidad (□) como
primitivo y define la implicación estricta como A= >B sii □ ( A → B).
Agrega
la modalidad de necesidad.
Tomando como base el operador de necesidad, los otros operadores ( ◊ ) posibilidad, (I) imposibilidad, ( C)
contingencia , pueden definirse así:
(DI)
◊p = def ¬□ O ¬ p es decir, afirmar que “es posible que p” es afirmar “que no es necesario que no p”.
(D2)
Ip = def. □ ¬ p es decir, afirmar que “es imposible que p”
es afirmar “que es necesario que no p”.
(D3)
Cp = def. ¬ □ p ʌ ¬ □ ¬ p es decir, afirmar que “p es contingente” es afirmar
que “ no es necesario que p y no es necesario que no p”.
4.2.2.
Sintaxis de lógica modal
Lewis
presentó las nociones modales que hemos indicado, que no estuvieron motivados
para hablar de la necesidad lógica, sino por una crítica a la consecuencia
lógica sintáctica que genera la implicación material de la lógica clásica.
Lo
que se pretende hacer con el cálculo de la lógica modal es, entonces, salvar de
las paradojas a las que conduce la implicación material de la lógica clásica.
Como
diremos más abajo parece que el cálculo de Lewis no lo consigue totalmente.
Sobre
la base de un sistema axiomático proposicional clásico y utilizando el operador
de necesidad (□) Lewis construyo cinco sistemas sintácticos S1, S2, S3, S4 y S5
(sin duda, los más conocidos los últimos dos) como lógicas alternativas de la
lógica clásica.
Los
tres primeros sistemas hoy son conocidos como T.
Tanto
en el sistema T como en S4 y S5 el operador de necesidad (□) es tomado como
primitivo y el de posibilidad (◊) se introduce bajo esta definición ◊ A = ¬ □ ¬
A
Estos
tres sistemas también tienen como primer axioma esta fórmula:
□
(p → q) → (□ p → □ q ). Este es el que se llama el sistema K.
Agregando
este axioma a cualquier conjunto de axiomas de la lógica proposicional clásica
se obtiene el sistema modal más débil de todos, el sistema K.
Es
decir el sistema T se obtiene agregando a K el axioma característico de T: □ p
→ p
S4 se obtiene agregando a T su axioma
característico: □ p → □□ p
S5
se obtiene agregando a T su axioma característico: ◊ p → □ ◊ p
Cabe
destacar que S4 y S5 son extensiones de T pero cuidado S5 no es una extensión
de S4. El axioma característico de S4 no es un teorema de S5 y visceversa.
La
base deductiva de estos sistemas se obtiene agregando a las reglas de
inferencia de la lógica proposicional el Modus
Ponens, y la regla de Sustitución o (Necesitación) de la inferencia modal:
Si Ⱶ A entonces Ⱶ □ A.
Hoy
se llama Sistema Modal Normal a todo sistema que tenga como axioma el primer
axioma de K : □ (p → q) → (□p → □q) y
como reglas de inferencia la Necesitación y el M.P.
Según
Palau (2001, p.54) el intento de Lewis de brindar una caracterización de
consecuencia lógica deductiva que evitara las paradojas (i) y (ii) que hemos
puesto más arriba, fue en vano, porque estas paradojas se repiten en sus
sistemas modales.[54]
La
primera interpretación semántica de los sistemas modales de Lewis la hizo
Carnap. Al principio estos sistemas sólo tuvieron un interés sintáctico. No era
posible una interpretación semántica de
los sistemas modales con la semántica tradicional. Recién con Carnap se da el
salto necesario que permite hacer una semántica para los sistemas modales
mediante el concepto de verdad necesaria y el concepto de verdad lógica.
Carnap
(1947)[56] hace la interpretación semántica de los
sistemas de Lewis, en especial del sistema S5. Toda proposición es necesaria si
es verdadera en toda descripción de estado.
En
1963 Kripke y sus semántica basada en la noción de mundos posibles, posibilitó el
desarrollo de las lógicas modales.[57]
Con
el propósito de que al final de la sección podamos caracterizar la noción de
consecuencia lógica en los sistemas modales (nótese que no decimos en la lógica
modal) vamos a explicar algunos términos:[58]
Una
interpretación para un lenguaje modal es un conjunto ordenado de tres
elementos:
W:
es un conjunto cuyos elementos
generalmente son llamados mundos posibles. Qué es exactamente un mundo posible
es materia de debate. Una de las posturas dice que un mundo posible es un
conjunto maximal-consistente de proposiciones. Esto es, un conjunto de proposiciones
al que si se agregara una proposición cualquiera más, se volvería
inconsistente. Esta definición intenta capturar la idea de una descripción
completa del mundo (de un mundo).
R: es una relación entre mundos posibles llamada
relación de accesibilidad. La función de la relación de accesibilidad es ayudar
a expresar una necesidad o posibilidad relativa. En principio, no todo lo que
es posible en un mundo es posible en otro mundo. Supongamos tres situaciones o
mundos posibles: w0, w1 y w2. Supongamos además que w0 es la situación actual,
en la que el señor Fernández se tiró sin paracaídas de un avión volando a miles
de metros, con el fin de suicidarse. Convengamos que en esta situación, el
señor Fernández va a morir necesariamente (por necesidad física). Por otro
lado, w1 es una situación anterior a w0 en la que el señor Fernández está
decidiendo si tirarse o no del avión, y w2 es una situación posterior a w1 en
donde el señor Fernández decidió no tirarse del avión. Hay un sentido del
término "posible" en el que el enunciado "es posible que el
señor Fernández no muera" es verdadero en w1 pero no en w0. De modo que w2
es un mundo posible relativo a w1, pero no relativo a w0. Expresamos esta
posibilidad relativa diciendo que w1 tiene acceso a w2, pero que w0 no tiene
acceso a w2.
V: es una función que asigna valores de verdad a
proposiciones dentro de cada mundo posible. Es decir, la función V asigna a
cada proposición p un valor de verdad, pero este valor de verdad puede variar
dependiendo del mundo posible en donde se esté evaluando su verdad.
Estrictamente hablando, por lo tanto, la función V es una función que toma
pares ordenados como argumentos, y devuelve valores de verdad. Estos pares
contienen, por un lado, la proposición a ser evaluada, y por el otro, el mundo
posible donde será evaluada.
Los
mundos posibles no juegan ningún papel sustancial en la definición de los
operadores lógicos no-modales, salvo que las condiciones de verdad se definen
relativamente a mundos posibles. Sin embargo, los mundos posibles juegan un
papel clave en la definición de las condiciones de verdad de los operadores
modales:
V (w, □ φ) si y sólo si para todo mundo
posible w* tal que wRw* (w tiene acceso a w*) se cumple que V (w*, φ) = 1
V (w, ◊ φ ) si y sólo si en al menos un mundo
posible w* tal que wRw* se cumple que V
(w*, φ) = 1
4.2.3
Consecuencia lógica modal
La
consecuencia lógica está ligada a la noción de verdad; que un argumento es
válido quiere decir que preserva necesariamente la verdad. En lógica modal la
verdad es relativa a mundos posibles (una fórmula es verdadera en una
interpretación en un mundo posible) de modo que la consecuencia lógica también
será relativa a mundos posibles: un argumento será válido justo cuando, si sus
premisas son todas verdaderas en un mundo posible, su conclusión es verdadera
en ese mundo posible. Por otro lado, suele entenderse la necesaria preservación
de verdad como preservación de verdad en toda interpretación. Por tanto, un
argumento es válido en nuestro lenguaje modal cuando preserva la verdad en
todos los mundos posibles en toda interpretación:
Γ
⊨ φ
si y sólo si para toda interpretación y todo mundo posible w en
W, si V (w, ψ)= 1 para todo ψ en Γ,
entonces V (w, φ) = 1
Lewis
define una inferencia válida como aquella en que las premisas implican estrictamente la conclusión, o sea, que
no es posible que las premisas sean verdaderas y la conclusión falsa.
El
acento está puesto en esa adverbio: estrictamente.
Presupuesta
su crítica al significado de la implicación material de Russell, la idea
central de Lewis fue elucidar la noción intuitiva de deducibilidad (o
consecuencia lógica sintáctica), a fin de diferenciarla claramente de la
implicación lógica definida a partir de la implicación material. Para varios
autores, además de construir los primeros sistemas modernos para la lógica
modal, C.I. Lewis es el primero que intenta representar la noción de
consecuencia lógica sintáctica en el lenguaje objeto de un sistema modal, contrastando
con la tradición tarskiana de caracterizarla desde el metalenguaje. (Cfr., Alchourrón, p. 294)
No
podemos dejar este punto sin establecer
las diferencias entre la noción clásica de consecuencia lógica de Tarski y la
noción de consecuencia lógica en los sistemas modales de Lewis. Seguimos en
este punto las conclusiones de Raul Orayen (2005), de Gladys Palau
(2001),y Alchourrón (1995).
1) Además
de construir los primeros sistemas modernos para la lógica modal, C.I. Lewis es
el primero que intenta representar la noción de consecuencia lógica sintáctica
en el lenguaje objeto de un sistema modal, contrastando con la tradición
tarskiana de caracterizarla desde el metalenguaje.
2) Tanto
el sistema T como S4 y S5 son extensiones de la lógica proposicional clásica.
3) La
implicación estricta sólo puede reproducir la idea de cuando una fórmula se
deduce de otra fórmula, ya que a la izquierda de la implicación estricta (⇒)sólo puede colocarse una fórmula y no un
conjunto como en el caso de la presentación de Tarski que hablamos por ejemplo
de Γ como conjunto de fórmulas.
4) De
lo anterior se deduce que en la formulación de Lewis es posible encontrar
expresiones anidadas, es decir que contengan más de una aparición ⇒. Por ejemplo: ( A ⇒
(B ⇒
A)) lo cual es imposible en la consideración de Tarski porque, como ya hemos
señalado Ⱶ expresa una relación de consecuencia entre un conjunto de fórmulas
llamado por ej. Γ y una fórmula nombrada como A y decimos: Γ Ⱶ A.
5) La
formulación de Lewis de deducibilidad que trabaja con necesidad y negación ( o
posibilidad y negación ) pone de manifiesto más claramente la idea de necesidad
que aparece en el enfoque metalinguístico de la noción de consecuencia lógica. (Cfr. Torrente, M., "Formalidad y
Necesidad”).
4.2.4
Algunas nociones metalógicas de lógica modal
Gödel
(1933)[59] afirma que las lógicas
modales son extensiones de L.C.
En
la literatura sobre lógica modal se dice que un sistema modal S es correcto respecto de una clase e de
modelos de Kripke syss todo teorema de S es válido en la clase C. Se dice
también que S es completo respecto de e syss toda fórmula de S que sea válida
en e es teorema de S.
En
cada uno de los sistemas, la relación de consecuencia lógica que caracteriza la
deducibilidad en el sistema es distinta. Por ejemplo, en el sistema T, la
relación de consecuencia lógica (respecto a la cual T es consistente y
completo) es la consecuencia lógica en todas las interpretaciones en las que la
relación de accesibilidad es reflexiva.
Es decir, la clase de todas las interpretaciones en las que R
es reflexiva (todo mundo w en W es accesible desde sí mismo: wRw). Por tanto,
la adición del axioma T a K da lugar a un sistema que es completo y consistente
respecto a todas las interpretaciones en que R es reflexiva.
Por
ejemplo, el sistema S4, que incluye los axiomas T es consistente y completo respecto a las
interpretaciones en que R es reflexiva y transitiva. El sistema S5 respecto a
las interpretaciones en que R es reflexiva y euclídea[60].
Todos
los sistemas de las lógicas modales cumplen con la monotonía.
En
consecuencia, los sistemas modales aun cuando cuantifican sobre necesidad y
posibilidad son alternativas de LC al cumplir con las propiedades estructurales
de la noción de consecuencia lógica y con las propiedades (V’). De acuerdo con
nuestro enfoque, la lógica modal es entonces un lógica alternativa.
4.3
Sistema Adaptativo Mixto: Sistema por Defecto
Los
sistemas por Defecto (default logic),
como parte de la familia de las llamadas lógicas no-monotónicas son un buen
ejemplo de los sistemas adaptativos
mixtos. Este tipo de sistemas surgen con tres propósitos principales:
i.
desarrollar un sistema formal cuyo lenguaje incluya reglas de la lógica de
primer orden, pero adicionalmente incorpore reglas falibles para modelar
razonamientos en contextos retractables.
ii.
a partir de (i) analizar razonamientos que eventualmente pueden formularse en
la ciencia y en la vida cotidiana, cuya característica principal es asumir
conclusiones indebidamente.
iii.
modelar (ii) y mostrar bajo qué condiciones el nexo-inferencial entre premisas
y conclusiones funciona apropiadamente.
Mediante
(i), (ii) y (iii) la teoría por defecto intenta capturar formalmente la idea de
que un conjunto de creencias permite aceptar ciertas conclusiones, aun cuando
tales conclusiones no están lógicamente implicadas por el conjunto actual de
creencias en un contexto específico.
El
sistema por defecto funciona de la siguiente manera.
Se
constituye por dos conjuntos de expresiones: a. Expresiones del lenguaje lógico
de primer orden y b. Reglas por defecto introducidas mediante una sintaxis
particular.
La
característica principal de este tipo de lenguaje es el uso de una regla de inferencia
anulable (defeasible inference rule):
regla por defecto (default rule)
(γ
: θ) / τ
La
interpretación de (γ : θ) / τ la denominamos mixta Esto es, contiene aspectos de carácter lógico y otros de
carácter contextual en principio no formalizado. Veamos:
γ : pre-requisito
θ: justificación
/: se sigue
τ: conclusión
la
lectura de la inferencia es la siguiente: si el pre-requisito (γ) se conoce, y
no hay evidencia de que la justificación (θ) sea falsa, entonces la conclusión
τ puede inferirse. En otras palabras, para todos los individuos x1,
...xm, si γ se cree y si θ es consistente con nuestras creencias,
entonces τ puede ser creída. Los componentes lógicos de la forma (γ : θ) / τ , forman parte de γ mientras θ
resulta de una prueba de consistencia entre el contenido de la hipótesis y la
información disponible.[61]
Los
siguientes dos ejemplos muestran dos casos clásicos de inferencias por defecto.
Tomo estos casos de Morado (2004, p. 327)[62]:
Tweety:
Se le dice a usted que Tweety es un pájaro y usted concluye que Tweety
vuela. (Reiter, R. 1980,
p. 68)
Aerolínea: Se le dice a usted
que Airline Canada vuela de Vancouver a Toronto, Boston y Los Ángeles. Cuando otra persona le pregunta si vuela a
Toulouse usted dice que no.
Mediante
la regla por defecto se incluye en el sistema un contexto no formalizado
específico de creencias, desde las cuales es posible el funcionamiento de la
inferencia. La expresión 'se sigue de' en este caso también funciona como
preservadora necesaria de la verdad, sin embargo, la verdad de la conclusión
depende de factores epistémicos específicos -condiciones o pruebas de
consistencia de información- que permitan derivarla.
Los
dos ejemplos de arriba nos muestran que razonamientos aparentemente correctos
nos llevan a conclusiones falsas. El contra-ejemplo clásico del primer caso, es
la existencia de pingüinos -los cuales son aves y no vuelan. Respecto al
segundo caso, si bien las hipótesis aparentan contener la información completa
sobre un hecho, en realidad disponen de información limitada desde la cual no
se sigue la conclusión -es lógicamente posible que la aerolínea en efecto viaje
a Toulouse. De esta manera, los
razonamientos por defecto, se producen cuando las inferencias no se preservan
considerando un aumento de premisas. Los sistemas por defecto al intentar
capturar formalmente esta condición su lenguaje debe ser tal que deja fuera el
criterio estructural de la monotonía.
Por
otra parte, hay quien podría defender la inferencia por defecto en términos
deductivos. Esta defensa podría formularse al considerar una especificación de
contexto desde la cual la inferencia deductiva sea útil para justificar la
información de la conclusión. Sin embargo, la consecuencia en este caso se
subordina a la especificación del contexto. Si bien, este aspecto no implica un
cambio de sentido de la consecuencia deductiva, si incorpora aspectos relativos
a un tema u tópico en la justificación de las inferencias. Dada la posibilidad
de esto último, la consecuencia por defecto puede ser incompatible con los
criterios (V') de consecuencia: formalidad, normatividad y necesidad. La teoría
por defecto incluye, en cualquier caso, una noción de consecuencia para el
sistema no-monotónico.
Notemos
una cuestión importante, las reglas por defecto se aplican sólo si la
conclusión de un razonamiento no puede
derivarse deductivamente desde el conjunto de creencias relevantes. Luego
tal conclusión sólo podrá derivarse en este caso si hay una regla por defecto
que apoye su derivación. Esta idea captura las razones que hemos ofrecido, por
las cuales los sistemas por defecto no son sistemas lógicos, ni alternos. A
partir del cálculo de secuentes de Gentzen se ha señaldo que el conjunto de
reglas de inferencia de un cálculo determina su versión de consecuencia. Así al
integrar la teoría por defecto reglas lógicas y reglas anulables (reglas
consistentes por contexto) su versión de consecuencia no satisface el conjunto
de condiciones estructurales y (V') de consecuencia. La teoría por defecto es
un sistema adaptativo mixto.
4.4 Consideraciones finales
La distinción entre los distintos sistemas formales puede
trazarse a partir de dos aspectos:
1. Distinguiendo la manera en que se clausura las
relaciones de consecuencia entre las diferentes oraciones de un sistema.
2. Determinando si la relación de consecuencia de cada
sistema es consistente con los criterios de reflexividad, monotonía, corte
(criterios estructurales), y formalidad, normatividad, necesidad (criterios
V').
Este trabajo ha desarrollado (1) y (2) para obtener los
siguientes resultados:
i. existe la posibilidad de un pluralismo lógico a partir
de la re-codificación de la relación de consecuencia lógica.
ii. existe un pluralismo lógico sin rivalidad.
iii. los sistemas formales se dividen como miembros de
uno de los siguientes grupos: Sistemas Lógicos, Alternativas, Sistemas
adaptativos Mixtos.
El recorrido ha sido el siguiente. A partir de Maciskek (2005) distinguimos diferentes
sentidos de logicidad: Constantes lógicas o transparencia para expresiones;
Consecuencia Lógica o neutralidad tópica;
Generalidad o universalidad de las Teorías Lógicas; Criterios
sintácticos y semánticos de logicidad; y por último, Logicidad estructural.
Nuestra propuesta suscribe esta última opción.
En lo referente a la noción de consecuencia lógica nos
adentramos en "Interpretaciones
alternas de Consecuencia Lógica. Criterios estructurales y criterios
(V')". Relacionamos a partir de Gabbay (1997) y Soler (2012) el tema de
logicidad estructural con las versiones de consecuencia sintáctica y semántica
estándar. Al tiempo, hemos relacionado
estas versiones con algunas aportaciones que han ofrecido Restall y
Beall (2000) para delimitar dos nociones de consecuencia lógica: mundos posibles (preservación necesaria
de verdad) y modelo-teórica de Tarski (GTT).
A partir de este análisis, suscribimos las razones de
Restall y Beall para defender una recodificación del concepto de consecuencia
lógica y lo que se sigue de aquí, la variación del concepto de validez. Este resultado se encuentra a la base
toda nuestra propuesta.
Lo más importante de nuestro trabajo es que, como
consecuencia de los criterios de logicidad que hemos adoptado -estructurales y
(V'), proponemos un pluralismo lógico sin rivalidad y desarrollamos nuestro
original punto de vista, sobre Lógica,
Alternativas y Sistemas Adaptativos Mixtos.
Hemos incorporado un ejemplo de sistema Lógico a partir
de la Lógica de Secuentes de Gentzen, uno de Alternativas con la presentación
somera de algunos sistemas de Lógica Modal y finalmente un ejemplo de Sistemas
Adaptativos Mixtos considerando la teoría por defecto (Default).
Esperamos haber hecho claro al lector después de este
breve recorrido, que sin duda, abre la puerta a futuras investigaciones del por
qué la lógica puede aceptar, Alternativas
pero difícilmente la rivalidad.
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.
[1]
La preparación de este artículo se
realizó parcialmente bajo el auspicio del proyecto de investigación “Lógicas
del descubrimiento, heurística y creatividad en las ciencias” (PAPIIT,
IN400514) de la Universidad Nacional Autónoma de México.
[2]
Como se verá en este trabajo,
nuestra propuesta por razones epistemológicas y estructurales no hablará de
extensiones de la LC, sino Alternativas de
ésta.
[3] Maciaszek,
J., (2005), "Partial criteria of
logicality", Anales del Seminario de Historia de la Filosofía,
Vol. 22 pp. 139-156 .
[4]
Tarski, Alfred and Corcoran,
John (1986) 'What are logical notions?", History and Philosophy of
Logic, 7:2, pp. 143-154. (http://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/01445348608837096)
[5]
Con la finalidad de ofrecer una explicación del concepto 'noción lógica',
Tarski analiza también diferentes casos ex. gr.,
qué se entiende por definiciones
normativas y definiciones descriptivas en un lenguaje; analiza cómo la
propiedad de la invariancia puede determinarse y jugar un papel en lenguaje de
una geometría métrica y una geometría descriptiva, así como en la topología. Un
caso más de análisis en este trabajo refiere a señalar si los conceptos
matemáticos son conceptos lógicos (Tarski y Corcoran, Ibidem, pp. 143-144).
[6]
Tarski, Alfred, (1936)
"Ueber den Begriff der logischen
Folgerung". Actes du Congrès International de
Philosophie Scientifique, pp. 1-11.
[7]
Tarski A. "On the Concept of logical
consequence", pp. 409-420 in Logic,
Semantics, Metamathematics, second edition, Hackett, Indianapolis,
1983.
[8]
Gómez, T. Mario, (1998), “Tarski on
Logical Consequence”, Notre Dame
Journal of Formal Logic, vol. 37 (no. 1), 1998, pp. 125-151.
[9]
Hay reinterpretaciones de Consecuencia lógica a partir de los trabajos de
Tarski de 1930. Un excelente trabajo sobre el tema es el de Palau (2001), “La noción abstracta de Consecuencia lógica”.
En este trabajo Palau le dedica espacio a la versión tarskiana de consecuencia
(su enfoque abstracto), pasa por el enfoque sintáctico de Lewis vía la
implicación estricta, para llegar al Cálculo de Secuentes de Gentzen. En la
sección cuatro de este trabajo, incluimos brevemente el Cálculo de Secuentes de Gentzen para ejemplificar una versión
Lógica de consecuencia.
[10]
Cfr. Legris y Lombardi (1999),
"Prolog como un sistema de secuentes", Jornadas de Epistemología de
las Ciencias Económicas 1998, Facultad de Ciencias Económicas-Universidad de
Buenos Aires Buenos Aires, p. 154. (http://www.econ.uba.ar/www/departamentos/humanidades/plan97/logica/legris/textos/Prologsec.pdf
)
Como sabemos Tarski (1936)
propone una definición semántica de consecuencia lógica. Esta definición la
presentaremos en la segunda sección de este trabajo y formará parte de los
argumentos a favor de una noción plural de validez.
[11] Quine, (1960), 1960, Word and Object, M.I.T. Press,
Cambridge, Mass.
[12]
En la sección 4, incluimos a
la Lógica Modal como un ejemplo de Alternativa
respecto a un Sistema Lógico.
[13]
Tomasini, Alejandro, (1977),
Reseña, Leonard Linsky, Names and
Descriptions, The University Press, Chicago and London.
https://www.google.com.mx/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=6&cad=rja&uact=8&ved=0ahUKEwjEzb-oz47PAhXFHD4KHSvrAUEQFgg8MAU&url=http%3A%2F%2Fcritica.filosoficas.unam.mx%2Fpg%2Fes%2Fdescarga.php%3Fid_volumen%3D135%26id_articulo%3D869&usg=AFQjCNEmWTUnzykI0gxYyX3DH46E2vBdUQ)
[14] Zach,
Richard, "Hilbert's Program", The Stanford Encyclopedia of
Philosophy (Spring 2016 Edition), Edward N. Zalta (ed.), URL =
.
[15]
Tarski, A., (1944), “The Semantic
Conception of Truth and the Foundations of Semantics”, Philosophy and Phenomenological Research, 4, pp. 341–376.
[16]
Gómez-Torrente, Mario, "Alfred Tarski", The Stanford Encyclopedia of Philosophy (Spring 2015
Edition), Edward N. Zalta (ed.), URL = .
[17] Tarski, A. (1983), “On the
Concept of Logical Consequence”, translation of Tarski 1936 by J.H. Woodger
in Tarski, Logic, Semantics,
Metamathematics, second edition, ed. by J. Corcoran, Hackett, Indianapolis,
1983, pp. 409–20.
[18]
De acuerdo con Fernando Soler (2012):
La
posibilidad de definir cálculos completos y correctos para multitud de lógicas
(no para todas, ya que los resultados de Gödel 1931 prueba que no es posible
definir cálculos completos para ciertas lógicas de orden superior) hace que las
dos concepciones de la lógica, inicialmente separadas se complementen.
Soler, Toscano Fernando
(2012), "¿Qué es lo lógico?" La logicidad dentro y fuera de la
lógica, Revista de Humanidades, 19, p. 200.
[19]
Como sabemos, el concepto de sintaxis fue introducido por Carnap (1936), en
esta obra (The Logical Syntax of Language) dio por primera vez la más clara
exposición de consecuencia sintáctica desde el nivel metalingüístico.
[20] Gabbay, Dov M., (1997), Labelled Deductive System, Oxford
University Press, Oxford.
[21] El criterio estructural, como
veremos más adelante, será el terreno que se encuentra a la base de nuestra
defensa a una noción plural de validez.
[22]
El uso de la lógica en las ciencias de
la computación y en inteligencia artificial nos han hecho llegar a sistemas no monótonos.
Es decir, lenguajes donde la propiedad de monotonicidad (las hipótesis de
cualquier hecho derivado pueden extenderse libremente con supuestos adicionales)
no es satisfecha. Este rasgo nos permite considerar a la familia no-monotónica
como sistemas adaptativos mixtos y no como genuinas lógicas (Cfr. Tercera y Cuarta sección de este
trabajo).
[23]
Resstall and Beall (2006), Logical Pluralism., Oxford
University Press , Oxford.
[24]
Palau, Gladys, (2001), "La noción abstracta de consecuencia lógica",
Buenos Aires.
[25] Notemos que la
relación de CLS ‘⊢ A’ queda definida exclusivamente mediante un
método sintáctico cuya propiedad fundamental es la consistencia. La
consistencia es una propiedad formal que pueden tener los conjuntos de fórmulas
de un lenguaje: intuitivamente, un conjunto de fórmulas β es consistente cuando
no contiene una contradicción i.e. si p puede ser deducido de de β (β Ⱶ
p) entonces su negación ― p no puede deducirse desde β. La CLS no considera
algún modelo de satisfacibilidad (V) para las fórmulas del cálculo.
[26] Decimos que una fórmula A es satisfacible si y sólo
si hay una interpretación Γ
tal que Γ (A) = 1.
En términos semánticos decimos que las siguientes afirmaciones son
equivalentes:
Todo modelo de las premisas es un modelo de la
conclusión. Toda interpretación satisfacible en el modelo es satisfacible en la
proposición que implica semánticamente.
Toda valuación que satisface a Γ también satisface a A (Γ ⊨ A).
[27]
Como se ha señalado desde la
primera sección, tanto la CLS como la CLSe satisfacen las propiedades
estructurales de reflexividad, monotonía y corte.
[28]
Etchemendy, J. (1988), “Tarski on truth
and logical consequence”. Journal
of Symbolic Logic, 53(1), pp. 51–79.
[29]
Jefrey, R. C., (1991), Formal Logic:
its scope and its limits, McGraw Hill.
[30]
Para identificar qué es lo que estamos entendiendo por Alternativa, el lector puede dirigirse a las secciones tres y cuatro
de este trabajo.
[31] Restall and Beall, (2000), "Logical Pluralism", version of
March 28, 2000.
[32] La negritas son nuestra
responsabilidad.
[33]
Esta noción de validez no es solo consistente
con la noción formal que considera, negaciones, conjunciones, disyunciones y
cuantificadores sino, por ejemplo, con cláusulas compuestas por términos no
sintácticos. Por ejemplo:
ɑ es roja es verdadera en w sii ɑ es roja en w.
ɑ está coloreada es verdadera en w sii ɑ
está coloreada en w.
Lo cual hace que desde la versión de mundos
posibles, el argumento: desde ɑ es
roja hacia ɑ es roja está coloreada, sea
un argumento válido. Pero como se verá más adelante, un argumento del tipo
anterior desde la tradición lógica será también inválido. Se anticipa con ello
una versión distinta de validez.
[34]
Otra manera de formular la
pregunta sería: ¿del hecho ɑ es rojo se sigue ɑ tiene color?
[35]
Cfr. Shapiro,
Stewart, "Classical Logic",
The Stanford Encyclopedia of
Philosophy (Winter 2013 Edition), Edward N. Zalta (ed.), URL = .
[36]
La noción de extensión lógica
conserva su sentido en la literatura en contraposición con las LNCs. Sin
embargo esta distinción, desde nuestro enfoque es inaceptable. Todo sistema en
lógica o bien es clásico o alterno, en cualquier otro caso será un sistema
formal adaptativo.
[37]
Este giro no sólo implica un cambio nominal, sino el rechazo de la dicotomía
extensión/rivalidad. La noción de extensión hacía alusión a la incorporación de
nuevos operadores y axiomas al lenguaje clásico, en oposición a aquellos
sistemas formales, que o bien reemplazaban términos o interpretaciones
clásicas, o bien no incorporaban alguno de los principios clásicos por
considerarlos erróneos o inútiles para sus aplicaciones. De ahí, el sentido de
rivalidad con la LC. Sin embargo, todos aquellos sistemas cuya relación de
consecuencia incorpore aspectos adicionales a los considerados por los
criterios estructurales y (V') no deben considerarse sistemas lógicos, ni
alternos, sino en cualquier caso
sistemas adaptativos mixtos, que no rivales. La rivalidad implica entre otras
cosas la homogeneización de temas, aspecto que no satisface la dicotomía lógica/sistemas mixtos.
[38]
Eklund, Matti, (2012), "The Multitude view of Logic",
Restall and Bell (eds.), New Waves of
Philosophy of Logic.
Si bien Eklund usa esta observación para
defender la idea de MULTITUD en lógica en contraposición a lo que llama
PARTISAN, en el sentido de incluir dentro del primer grupo al conjunto de
lógicas no clásicas, nosotros mencionamos esta caracterización de Multitud como una buena descripción de
lo que entendemos por Alternativa.
[39]
Este primer disyunto no es
nuestra opción, sino el segundo. Sólo hay rivalidad genuina si se hablan de las
mismas estructuras y hay reemplazo de algunos aspectos del sistema original por
considerarse lógicamente inadecuados.
[40]
Llamemos M al "conjunto de
todos los conjuntos que no se contienen a sí mismos como miembros". Es
decir:
(1) M= {x:x (no)Є x}
De acuerdo con Cantor (1)
puede representarse de la siguiente manera:
(2) ∀(x) x Є M ↔ x (no) Є M (cada
conjunto es elemento de M si y sólo si no es elemento de sí mismo)
Dado que M es un conjunto M es un conjunto, sustituimos x por M
en (2):
(3) M Є M ↔ M (no) Є M (M
es un elemento de M si y sólo si M no es un elemento de M).
[41]
Morado (2004) y en "Sobre
Enseñanza de la Lógica no-clásica" argumenta que en el caso de la familia
no-monotónica en general se usa el mismo proceso de deducción clásica, aun
cuando se agregan algunos axiomas y reglas. Como veremos en los ejemplos de la
siguiente sección, si bien esto es correcto en un sentido, la interpretación de
la consecuencia no-monotónica es distinta cuando, por ejemplo, se incluyen en
ella condiciones contextuales (no formalizadas). Tales condiciones referirán a
un sistema de creencias de grupos de hablantes para fijar la preservación de
verdad en los procesos de inferencia.
Morado (2004), "Problemas filosóficos de
las lógicas no-monotónicas", en Raúl Orayen y Alberto Moretti (eds.), Enciclopedia
Iberoamericana de Filosofía, vol. 27, Ed. Trotta y Consejo Superior de
Investigaciones Científicas, Madrid, pp. 313-344.
Morado R., y Campirán, A, "Sobre la
enseñanza de las lógicas no clásica", Instituto de Investigaciones Filosóficas,
UNAM-Universidad Veracruzana.
[42]
En cualquier caso, si alguien insiste en hablar de rivalidad entre lógicas,
esto conducirá el análisis hacia alguna
interpretación personal del proponente de un sistema formal, en virtud de lo
que quiere explicar y la manera procedimental que considera adecuada para
hablar de aquello que le parezca relevante.
[43]
Las secuencias en este caso se consideran secuencias finitas de oraciones.
[44]
Gentzen, G., (1934–1935), Untersuchungen
über das logische Schliessen (Investigations
into Logical Inference), Ph.D.
thesis, Universität Göttingen. Published in Gentzen, 1969.
Al respecto, Palau (2001),
señala:
Sin embargo, Kleene [1964,paragr.77]
afirma que debe separarse el rol del signo → en tanto relación entre inferencias
-tal como es usado por Gentzen- de su rol de conectiva extensional cuando aparece
en una fórmula a probarse. Puesto que a este signo, en tanto relación entre
conjuntos de fórmulas, se le asignan propiedades similares al deductor Ⱶ,
propone leerlo como “entail” o “give”. Este significado coincide básicamente
con el dado por Curry y Feys [1967], quienes directamente entienden a las
secuencias como inferencias. Otros, como Kneale & Kneale [1972],
inspirándose en el significado de logical involution de Carnap [1947], proponen
traducirlo como “envolvimiento” o “desarrollo”, con el fin de indicar que el
postsecuente “desarrolla” lo contenido en el prosecuente. (Palau, G., 2001, p.
11)
[45]
Las reglas estructurales no se
refieren a la composición interna de las fórmulas sino a la manera en que las
fórmulas ocurren en los distintos secuentes.
[46]
Es importante señalar que en
el campo de la lógica de secuentes se usa el término 'estructural' para
referirse al hecho de que las deducciones del cálculo de secuentes se aplican
únicamente reglas estructurales en función del cálculo de secuentes de Gentzen.
En este trabajo, también hemos utilizado la palabra 'estructural', siguiendo a
Gabbay (1997) y Soler (2012) para referirnos a las propiedades que una relación
debe satisfacer para considerarse una relación de consecuencia lógica:
reflexividad, monotonía y corte. (Cfr.
Segunda sección de este trabajo. Luego, si bien ambos usos de la expresión son
distintos, los dos casos se consideran en lo que hemos llamado criterios de
logicidad estructural.
[47]
Los secuentes pueden interpretarse como relaciones de deducción, y un punto
interesante es que el análisis de lo que llamamos constantes lógicas se traduce
a las reglas de introducción o eliminación del sistema de deducción propuesto por
Gentzen. Para esto se requiere sólo especificar procedimientos de
transformación, de tal suerte, que cada miembro de la equivalencia se traduce a
una regla de introducción o eliminación.
[48]
En Smullyan (1968) podemos encontrar versiones
más modernas de la lógica de secuentes. Smullyan, R. M., "First-OrderLogic", Springer-Verlag.
De acuerdo con
Palau 2001, si
nos interesa la lógica proposicional de primer orden siguiendo la lógica
de secuencias, es posible demostrar: a. Si X es un teorema del cálculo proposicional,
entonces X es una tautología (corrección),y b. Si X es una tautología, entonces
X es un teorema del cálculo de secuencias. En este caso:
para
que la operación de consecuencia sea una operación de consecuencia de la lógica
proposicional se deben cumplir las siguientes condiciones:
a. Cn satisface MPCn sii MP es una
regla de L
b. Cn satisface TDCn sii TD es una
regla de L
(T) c. Cn satisface(→)Cn sii MP y TD
ambas son reglas de L
d. Cn satisface (∧)Cn sii AD y SP son reglas de L
e Cn satisface(∨)Cn sii AT y SM son reglas de L
(T) f. Cn satisface ((― ))Cn sii CN y RAK son
reglas de L. (Cfr. Palau, G., 2001,
pp. 22-23)
[49]
Estas nociones interdefinibles las trataremos más adelante.
[50]
Kneale, W. y Kneale, M. (1962), The
development of Logic, Oxford, OUP, pp. 83-88 (v.e. El desarrollo de
la lógica, Tecnos, Madrid, 1972).
[51]
Orayen, Raul en Alchourrón (1995, p. 289).
Alchourrón, Carlos, (1995), "Concepciones de
la lógica", en, Lógica, vol.7, Enciclopedia Iberoamericana de Filosofia,
Ed. Trotta, Madrid.
Knuuttila (1993), acerca de
las modalidades en la filosofía medieval, pero con un capítulo inicial sobre
Aristóteles. La profusa bibliografía de esta última obra es muy adecuada para
actualizar la información sobre fuentes secundarias posteriores a Kneale y
Kneale (1962).
Knuuttila, S. (1993), Modalities in Medieval Philosophy,
Routledge, Londres y Nueva York.
[52]
Lewis, C., (1918), A Survey of
Symbolic Logic, University of California Press, Berkeley.
[53]
Lewis, C. y Langford, C., (1932), Symbolic
Logic, Dover, New York.
[54]
Si se desea profundizar en los aspectos sintácticos de T, S4 y S5, se pueden
consultar el manual de Hughes y
Cresswell. Hughes, G. y Cresswell, M. (1984), A companion to modal logic, Methuen, London-New York.
[55]
Un libro muy útil para profundizar en la semántica de la lógica modal es: Chellas,
B. (1980), Modal Logic, CUP,
Cambridge.
[56] Carnap,
R. (1947), Meaning and Necessity,
The University of Chicago Press, Chicago.
[57]
Dice Alchourrón: “En la interpretación
de la lógica modal, ha habido dos concepciones influyentes de la necesidad. La
primera de ellas fue desarrollada por Carnap (1947) y refinada en Carnap
(1956a). El núcleo de este enfoque es la idea de que una proposición es
necesaria si cualquier oración que la exprese es analítica, y una oración es
analítica si las reglas semánticas bastan para establecer su verdad. Si el
operador de necesidad ('N', en la notación de Carnap) se prefija a una oración,
el resultado es verdadero si y sólo si la oración es analítica. Esta
explicación encapsula una concepción de la necesidad que tuvo enorme
influencia. Al formularla, Carnap (1956a, 174) utiliza la expresión
'L-verdadera' en lugar de 'analítica'; pero en su libro, 'L-verdadera' se toma
en un sentido amplio: se aplica a lo que hoy llamamos 'lógicamente verdadero',
pero también a oraciones como 'ningún soltero es casado'. En otras palabras,
'L- verdadera' se usa como 'analítica' (incluyendo lo lógicamente verdadero
como un caso particular). De acuerdo con este enfoque, 'N (ningún soltero es
casado)' es verdadera, ya que 'ningún soltero es casado' es analítica, y esto
último se cumple porque bastan las reglas semánticas para establecer la verdad
de esa oración. Llamaremos concepción semántica de la necesidad' a la propuesta
por Carnap, en vista de que se explica en términos de propiedades semánticas de
las oraciones. Es muy importante advertir que los lógicos actuales usan una
noción de necesidad que es esencialmente idéntica a la de Carnap: es la llamada
'necesidad lógica'.”(Alchourrón, 1995, p. 292)
Alchourrón, Carlos,(2005), "Concepciones de la lógica", en, Lógica,
vol.7, Enciclopedia Iberoamericana de Filosofia, Ed. TRotta, Madrid.
[58] Cfr. Garson, James, "Modal Logic", The Stanford Encyclopedia of Philosophy (Spring 2016
Edition), Edward N. Zalta (ed.), URL =
.
[59] Gödel,
Kurt (1933), “The present situation in
the foundations of mathematics”, Manuscript, Printed in Gödel,1995.
Gödel, Kurt (1995), Collected Works. III: Unpublished essays and lectures. S.
Feferman, J. Dawson, S. Kleene, G. Moore, R. Solovay, and J. van Heijenoort (eds.),
Oxford University Press, Oxford.
[60] No interpretada en relación con un mundo de objetos físicos.
[61]
Sistema por Defecto = Lógica clásica + reglas de inferencia por defecto
Reglas por defecto: α : β1,
. . . , βm γ (m ≥ 0)
donde α, β1, . .
. , βm, γ son todas fórmulas.
α: ‘prerrequisitos’
β1, . . . , βm:
condiciones de consistencia o justificación
γ: consecuente
Informalmente:
Si α es derivable y β1, . . . , βm
todas son consistentes, entonces se deriva γ.
Si α es derivable and ―β1,
. . . ,―βm no es derivable, entonces se deriva γ.
Nótese que: α : β1,
. . . , βm / γ, no es lo mismo que: α : β1 ∧
. . . ∧ βm/
γ . Cfr. Sergot, Marek, Dafault Logic, Department of Computing
Imperial College, London, February 2004; February 2007 v1.1; February 2010
v1.1h:
https://www.doc.ic.ac.uk/~mjs/teaching/KnowledgeRep491/DefaultLogic_491-2x1.pdf
[62]
Morado, R., (2004), " "Problemas
filosóficos de las lógicas no-monotónicas", en Raúl Orayen y Alberto
Moretti (eds.), Enciclopedia Iberoamericana de Filosofía, vol. 27,
Trotta y Consejo Superior de Investigaciones Científicas, pp. 313-344.
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