Claudio M. Conforti
Carlomagno
IES Nº1 “Dra. Alicia
Moreau de Justo”; UCA, Universidad
Católica Argentina
Palabras
Preliminares
Es
para mí un orgullo y una responsabilidad, estar en esta Mesa de Homenaje a la Dra.
Gladys Palau, y agradezco a la Academia Mexicana de Lógica, que me haya dado
esta posibilidad.
Tengo
la dicha, por ser argentino y porteño, de haber conocido a Gladys desde hace mucho años, en la UBA, incluso antes de estudiar mi posgrado de
Lógica. Al principio la miraba de lejos. Era la famosa Dra. Gladys Palau.
Terrible, por su fama de exigente en Lógica, autora de libros, etc . etc.
Me
fui acercando a consultarle, a preguntarle y nos fuimos haciendo amigos. Un día
conocí su Biblioteca personal. Quedé maravillado. De hecho, fue ella quien, en
una charla en su departamento, me animó a viajar a Salamanca a estudiar Lógica.
A
todo eso, se suma que cada año nos
juntábamos en nuestro Encuentro de Didáctica de la Lógica. En un espacio como
éste. ¿Cómo no recordarla?
Acá
en México, ya los últimos años, me tomaba del brazo cuando íbamos a comer o
salíamos a caminar y me retaba (diríamos los argentinos), me regañaba, como se
dice en México “porque yo no sabía
Lógica”.
Claro,
imposible contradecirla. Me dejaba sin argumentos!
Espero
hoy, ahora, estar a la altura de
este Libro en su presentación y rendirle de esta manera mi sentido homenaje a
una maestra y amiga.
Vamos
al libro…
Lógica
Formal y Argumentación como disciplinas complementarias, no es un libro
difícil, pero tampoco es fácil; digo: no
es para principiantes.
Si
bien, es muy claro, didáctico y es de lectura agradable, presupone conocer
lógica clásica, y manejar los conceptos
básicos de filosofía de la lógica: consecuencia lógica, constantes lógicas,
conectivas. Etc.
El
libro es muy “Gladys” muy “ella”. Así como era, se la encuentra en el texto.
Lúcida, clara, con un objetivo firme y, a veces, cortante.
Según
las palabras de la propia autora “trata de reorganizar ideas y tesis defendidas
en trabajos anteriores”. La temática se centra es dos puntos:
i)
La relación entre
el lenguaje natural y el lenguaje lógico (formal de la lógica)
ii)
La relación entre
los argumentos de sentido común y los sistemas lógicos que tratan de
describirlos.
Consta
de seis Capítulos, más una Introducción en la que hace “Breve Reseña de Historia de la Lógica”, (así se llama la
Introducción), y es muy interesante notar cómo en pocas páginas teje la historia de la
lógica formal y “generalmente denominada” (así dice) Teoría de la Argumentación.
El
capítulo 1 es sobre Lógica Natural; el capítulo 2 habla de las extensiones de
la lógica clásica; el capítulo 3 trata de “Otras lógicas”: ahí aparecen las
lógicas divergentes, las lógicas condicionales, los condicionales derrotables.
El capítulo 4 es sobre Consecuencia Lógica. El capítulo 5 se llama Lógica y
Argumentación y el capítulo 6 son las “Reflexiones finales”.
Todos
son muy interesantes pero quiero detenerme
especialmente en el capítulo 1, en el capítulo
5 y en el capítulo 6 que considero los centrales y más originales para quienes
hemos leído los trabajos de Gladys más conocidos.
Dice
Palau hablando de su capítulo 1 “dado
que tanto la lógica como la argumentación descansan en el lenguaje natural, el
primer capítulo lo hemos dedicado a brindar una caracterización de la lógica
natural y a presentar su primer intento de formalización a fin de indagar sobre
el posible papel obturador que la lógica natural juega en la constitución de
las operaciones lógicas.”
El
capítulo 5 lo ha destinado a proponer una novedosa clasificación de los
argumentos de sentido común según sea la noción de consecuencia lógica de los
mismos que modifica la conocida clasificación de Peter Flach. Luego presenta la propuesta de Stephen Toulmin
y de Douglas Walton para el análisis de los argumentos pero reformulando esta
última en términos de la noción de consecuencia lógica no monótona. Finalmente,
el cap. 6 culmina este trabajo
reflexionando acerca de qué debe entenderse por “lógica”, porqué hay que enseñarla
y cómo hacerlo.
Antes
de entrar en el capítulo 1 quiero rescatar dos afirmaciones que hace la autora
en la Introducción:
1)
“Cabe destacar
que tal vez sea el libro de F. Strawson (1952), Introduction to Logical Theory, el único que dedique un capítulo a distinguir
el lenguaje de la lógica del lo que él llama “lógica del habla ordinaria” y a
la que nosotros denominaremos lógica natural.”
2)
El trabajo de I. Hacking de 1970, titulado
What is logic? es uno de los primeros en
tomar el enfoque inferencial de G. Gentzen (1934), para proponer un enfoque distinto
para la lógica y ofrecer una respuesta para el dificultoso problema de otorgar
significado a las conectivas lógicas y clarificar definitivamente el concepto
de deducción.
Capítulo
1
En
la mayoría de los más diversos tipos de argumentaciones del lenguaje empleado
en la vida cotidiana, se emplea lo que se ha dado en llamar “lógica del
lenguaje ordinario” o en línea piagetiana “lógica natural”, denominaciones
éstas que nosotros usaremos indistintamente.
Fundamenta
este uso indistinto en el hecho de que, aunque en los primeros años de vida
según J. Piaget, la lógica natural se constituya en tanto lógica de las
acciones, simultáneamente con la paulatina adquisición del lenguaje, el sujeto
va construyendo la llamada lógica natural, que es precisamente la que “Estoy
usando en este mismo momento, cuando escribo esto “dice Gladys Palau.
Comienza
afirmando que lógica simbólica o
matemática no refleja exactamente la lógica natural involucrada en el lenguaje ordinario,
sino que ella representa solamente a los procesos deductivos empleados
primordialmente en la matemática y en fragmentos muy acotados del lenguaje
natural. Pues:
1)
La lógica
natural, tal como se manifiesta en los lenguajes naturales, no instrumenta,
desde la sintaxis, cadenas de inferencias tan complejas como la que se dan en
los sistemas de lógica formal. Los argumentos o inferencias de la lógica
natural son más dificultosos de analizar desde una perspectiva tanto sintáctica
como semántica ya que ellos involucran una dimensión pragmática no contemplada
por ninguna presentación de la lógica en tanto ciencia.
2)
Los argumentos o
razonamientos de la lógica natural tampoco siguen paso a paso una inferencia
formal. En efecto, en ellos el sujeto suele pegar “saltos” inferenciales en
cuya base están o bien la falta de información o la existencia de
presuposiciones de la más diversa
índole no explicitadas.
3)
Las inferencias o razonamientos de la lógica
natural permanecen generalmente ligados, por un lado, a la verdad o falsedad de
los enunciados mismos o a las creencias que el hablante tiene acerca de ellos
y, por el otro, al significado común de los términos involucrados. Es
precisamente en este sentido que se dice que los argumentos de la lógica
natural son contexto-dependientes y no toleran la descontextualización.
Presenta,
entonces, luego de la caracterización de
la lógica natural, su primer intento de formalización por J. Piaget y R.
García, y las limitaciones del mismo.
Tiende
a lograr uno de los objetivos
fundamentales que se ha propuesto en este libro: mostrar el fracaso del ideal
de formalizar la totalidad del lenguaje y de la lógica natural en cualquiera de
sus dimensiones; y señalar los problemas
y límites de las semánticas intensionales propuestas en la literatura lógica
cuando se quiere dar cuenta de enunciados del lenguaje natural, en particular
aquellos que involucran expresiones condicionales.
La
tesis de Gladys consiste en sostener que
las características señaladas de la lógica natural funcionan como auténticos
obstáculos epistemológicos en el proceso de “enseñanza-aprendizaje” de la
lógica clásica ya que la lógica de sentido común involucrada en el lenguaje
ordinario es el único conocimiento “previo” que se posee cuando se comienza a
“aprender” lógica.
Por un lado la competencia lógica o lógica
natural es la génesis de la ciencia de la lógica, y por el otro, la
constitución de la lógica como ciencia conlleva ciertas rupturas con la
primera. En síntesis, los conceptos y procedimientos lógicos (o metalógicos) no
son adquiridos por generalización de habilidades de la lógica natural, sino que
para su construcción el sujeto está compelido a realizar ciertas “rupturas” con
los procesos lógicos naturales. Más aún, sin estas rupturas sería imposible la
resignificación de los mismos en la ciencia de la lógica.
Capítulo 5
En el
capítulo 4 la autora muestra la
problemática de la formalización de los razonamientos de lenguaje natural en
las lógicas subclásicas, las no monótonas y la lógica formal clásica.
Pasa a darnos una clasificación de los argumentos de sentido común a fin de
luego caracterizarlos desde la lógica. Para esta tarea toma como referencia la
clasificación de los argumentos propuesta por P. A. Flach en Modern Logic and its Role in the Study of
Knowledge (2002).
Argumentos
No-
Derrotables
Derrotables
Deductivos
Casi
deductivos A-deductivos
Contrafácticos Plausibles Inductivos
Abductivos
Da,
por supuesto, cada una de las explicaciones y motivos de esta división, pero termina criticando la división de Flach,
y “borra” del mapa lógico la abducción.
La
“clasificación de Flach” es inadecuada porque:
(i)
en ella se
confunde la propiedad de derrotabilidad del condicional en el lenguaje objeto
con la propiedad de no monotonía de la operación de consecuencia lógica dada en
el metalenguaje lo cual lo lleva a incluir a los argumentos contrafácticos
dentro de los argumentos derrotables y
(ii)
No distingue entre los argumentos denominados
por defecto (by default) y los argumentos basados en información incompleta, en
los cuales el agregado de nueva información puede derrotar o tornar falsa la
conclusión o también tornarla verdadera.
Cito:” En nuestra crítica a la clasificación
propuesta dejaremos de lado los argumentos a-deductivos por cuanto al día de
hoy no hay una versión “lógica” totalmente aceptada de lo que se entiende por
abducción.”
Gladys va
a proponer una nueva clasificación de las lógicas pero insiste: “Nosotros
nos hemos inclinado por apoyar la tesis de que una lógica queda definida por su
noción de consecuencia lógica y la noción clásica queda así definida como
aquella que satisface las reglas de Reflexividad, Monotonía y Corte, estas dos
últimas conocidas en el lenguaje objeto bajo el nombre de Refuerzo del
Antecedente y Transitividad.”
Este tema siempre me ha marcado personalmente
y de hecho, lo seguimos trabajando con Jesús Jasso en nuestra presentación en
este EIDL- SIILA, aunque desde otra perspectiva
Gladys misma nos invita en este capítulo a
mirar su Tesis doctoral que fue “Consecuencia lógica y rivalidad de sistemas
lógicos.” Que dirigió el Dr. Raul Orayen. (Claro, yo también la recomiendo
vivamente)
Como decía,
Palau propone una clasificación de las lógicas basada en el concepto de
derrotabilidad de los enunciados en el lenguaje objeto pero bajo la condición
de que se los relacione con la noción de consecuencia lógica involucrada.
(i) Lógicas no derrotables: o sea aquellas que
satisfacen en el lenguaje objeto la Regla de Refuerzo del Antecedente (RA) y
satisfacen Monotonía en el metalenguaje. En este grupo, además de la lógica clásica
y todas sus extensiones, se deben también incluir las lógicas modales, las
subclásicas, tales como la lógica de la Relevancia, la lógica intuicionista y
las lógicas trivalentes o multivalentes entre otras, estas últimas llamadas
generalmente lógicas divergentes precisamente por rechazar ciertas reglas de la
lógica clásica, por lo cual el conjunto de inferencias válidas es menor que el
de la lógica clásica.
(ii) Lógicas derrotables: A diferencia de las
lógicas anteriores es posible dividirlas según sea su comportamiento en el
lenguaje objeto y el metalenguaje: ¿Cuáles?
(iia) Lógicas “puente”: En esta categoría
deberían e incluirse aquellas lógicas que no satisfacen Refuerzo del
Antecedente, Contraposición y Transitividad en el lenguaje objeto pero cuya
noción de consecuencia es monótona tales como los sistemas de lógica
condicional de Stalnaker y de D. Lewis ya presentados. Y
(iib) Lógicas no-monótonas: No satisfacen en
el lenguaje objeto Refuerzo del Antecedente y su noción de consecuencia es
no-monótona y además son las características de la llamada “Inteligencia
Artificial”.
¿Cuál es la lógica más adecuada para analizar
los argumentos de sentido común? Si es que la hay…
En este capítulo sostiene que hay una afirmación casi irrefutable que la lógica
ha sido incapaz de dar cuenta solamente de los argumentos del lenguaje natural
hasta muy entrado el siglo XX y que tal vez por ello existan todavía numerosos
partidarios de erradicar su enseñanza y sustituirla por lo que ahora se ha dado
en llamar lógica informal o también por teoría de la argumentación
Con el propósito de mostrar que esta disciplina
no es incompatible con el análisis lógico reseña dos posiciones que proponen un
análisis de la argumentación
prescindiendo de cualquier tipo de lógica pero que a su entender tampoco se le
oponen.
Aquí se entiende el título del Libro: “Lógica
Formal y Teoría de la Argumentación como disciplinas complementarias”
Presenta en primer lugar la posición más
radical de S. Toulmin y luego la de D. Walton, a fin de mostrar que es posible
tratarlos desde las lógicas no monótonas.
Recapitulando
Posición
sostiene Gladys Palau en este
libro:
1)
Las lógicas
supraclásicas constituyen una excelente herramienta para analizar las formas argumentativas
del sentido común. (¿cuáles son las supra-clásicas?)
2)
Para un riguroso
manejo de ellas se requiere dominar con precisión los conceptos esenciales de
la lógica clásica, hecho por el cual su enseñanza resulta imprescindible aún en
el ámbito de la teoría de la argumentación y
3)
Pese a todos los
sistemas lógicos que integran el andamiaje lógico del cual hoy se dispone, los
aspectos estrictamente intensionales del lenguaje natural y de la argumentación
seguirán siendo inabordables por cualquier formalismo.
Nos preguntamos:
¿Qué realmente se debe entender por la ciencia
de la lógica?
¿Por qué es un índice de “buena salud mental”
pensar de acuerdo a ciertos parámetros lógicos según sea el dominio de
conocimiento en el cual se apliquen?
Capítulo
6
Responde
a la pregunta acerca de qué se entiende
por “constante lógica”, cuestión álgida para la filosofía de la lógica, ya que
dicha noción es la base para responder no solamente a lo que se entiende por
lógica sino también para aceptar o
rechazar la unicidad de la lógica clásica.
Según
creo, es un “tratado especial” de “Qué
es una constante lógica” dentro del libro. Recomiendo su lectura, incluso si uno no ha
podido leer los capítulos anteriores porque perfectamente se entiende y, como
digo, puede constituir un artículo aparte, aunque esta en perfecta conexión con
la intensión de todo el libro.
Termina
con unos consejos de “Por qué y Cómo enseñar Lógica”.
Claro
hay que leerlo pero rescato que nos insiste a los docentes de lógica tener en
cuenta la silogística aristotélica, los diagramas de Venn, recalcar la noción de Validez.
Pero,
cito: “Sin embargo debemos advertir que la enseñanza de la lógica no debe
reducirse a la búsqueda de ejercicios “novedosos” e “inteligentes” y tampoco
debe reducirse a la búsqueda de nuevas estrategias de aprendizaje sin apoyarse
en alguna teoría sobre conocimiento humano, la cual a esta altura de las
investigaciones ya se coincide en que ella ha de ser constructiva.”
¿Enseñar
lógica necesariamente hace que el alumno adquiera la práctica de razonar mejor?
Probablemente NO.
La
conclusión final tiene cierto tinte negativo.
Sólo
podremos dar una respuesta certera cuando sepamos cómo el sujeto humano construye el
conocimiento y el papel que en tal proceso desempeñan las operaciones lógicas tanto
clásicas como no clásicas.
Dice
Gladys: “la enseñanza de la lógica clásica y de otras no tan clásicas aumenta
la capacidad de reflexionar si una determinada conclusión se sigue de la
información dada ya que habrá internalizado al menos que no se puede considerar
un buen argumento aquel que de informaciones verdaderas se extraen conclusiones
falsas, ya que el criterio de invalidez es compartido por cualquier lógica.”
Para
terminar agradezco una vez más, la
posibilidad de estar en este Mesa de Homenaje a la Dra. Gladys Palau, y agradezco haber tenido con ella, como
tantos de los que estamos aquí una relación de discípulo, amigo y colega. Sin
dudas, su ejemplo nos inspira a seguir
investigando, estudiando y
enseñar esta disciplina que la apasionó a ella y nos apasiona a nosotros: la
lógica.
Muchas
Gracias
Se puede adquirir el libro de la Dra. Palau en la pagina de la UNLP . Es gratuito.
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