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Claudio Conforti

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Lógicas no clásicas. Entrevista de Ariel Campiran a Raymundo Morado

Comparto esta entrevista, muy interesante donde tenemos un buen panorama del amplio campo de las lógicas no-clásicas. Es de amena lectura y muy clarificador.


SOBRE LA ENSEÑANZA DE LAS LÓGICAS NO-CLÁSICAS

RAYMUNDO MORADO ESTRADA
IIFS-UNAM
ARIEL CAMPIRÁN SALAZAR
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

Resumen: mediante un diálogo se procura introducir a los lectores al estudio de las lógicas no-clásicas, algunos de los problemas filosóficos y sus presupuestos.

Términos clave: lógicas, lógica clásica, lógica no-clásica, didáctica de la lógica.

Ariel Campirán (AC) Una de las formas que un estudiante puede escoger para complementar su información y su formación en lógica es mirar lo que podría denominarse «lógicas no clásicas». Pero, ¿qué tan conveniente para el estudiante puede ser un avance introductorio a las lógicas no clásicas sin haberse especializado totalmente en lo que llamamos Lógica Clásica y extensiones de ella? (LC, en adelante) ¿Consideras que puede darse esta introducción sin haberse especializado en LC?
Raymundo Morado (RM): Haré una analogía, quizá eso ayude. En matemáticas puedes empezar la enseñanza con cosas básicas, por ejemplo, la Aritmética que necesitas manejar; el Cálculo, que es más avanzado, sería como la lógica poliádica o de orden superior, pero una vez que has dominado ya esas ramas básicas, centrales, de la matemática, la pregunta es: ¿cómo avanzo más? Bueno, puedes buscar desarrollos contemporáneos de la LC o puedes buscar otras vertientes; en matemáticas sería ponerte a estudiar topología donde ya no aparecen números, donde hay otra manera de hacer las cosas pero que complementa la clásica. Entonces un alumno al que le guste la lógica o le sirva o interese puede o bien ver desarrollos más contemporáneos de esos temas centrales o bien complementar dichos temas con otros temas periféricos que pueden ser tales porque la gente crea que le falta añadir algo o porque crea que es necesario corregir algo de lo que se enseña normalmente en los temas centrales. Puedes o bien estudiar desarrollos contemporáneos de lógica clásica o ver algunas de las extensiones de ella para complementarla, o bien ver algunas de las lógicas que se han ofrecido como rivales a la LC. Cualquiera de esas tres son maneras de avanzar; una te permite profundizar en los temas centrales, las otras te ayudan a diversificar y cubrir más terreno en el territorio lógico, el cual es muy vasto.
AC: Empleaste como una tercera opción el estudio de las lógicas rivales, ¿esto significa que no podemos entender estas lógicas no clásicas a menos que veamos que están transgrediendo o conviviendo o siendo rivales de algo de la LC?
RM: No, no necesariamente.
AC: ¿Por qué rivales?
RM: Rivales es un término histórico, es como cuando hablas de geometrías no euclidianas. ¿Por qué? Porque no son las que se usaban antes. Pero podrías estudiar la geometría no euclidiana sin haber pasado por la euclidiana; es otra geometría.
AC: O sea, la lógica rival no está ligada a la crítica de algún principio de la LC.
RM: No; históricamente aparecieron en rivalidad con, como crítica a la LC, pero, por ejemplo, hay un curso de lógicas libres de Bencivenga que no asume nada, es un curso de primer semestre y la lógica que te enseña es la lógica libre de presupuestos ontológicos y nunca te enseña LC, porque es independiente. En lugar de la LC te enseñan la lógica libre. O un curso de lógica modal: ya en el libro famoso de Lewis y Langford, ellos muestran que se puede empezar con lógica modal, y la LC proposicional sale como corolario. Sin haber primero dado lógica proposicional clásica o cuantificacional clásica, empiezas con lógica modal y la clásica viene después.
AC: Pero ¿la lógica modal sólo como una extensión?
RM: La modal no me parece una extensión. Primero enseñas la clásica y le añades, la extiendes, pero pudiste haber dado primero la extensión, que entonces ya no es extensión, y sacar la otra como un caso particular o sucedáneo. A veces se da silogismo y se extiende a cálculo cuantificacional, pero podrías dar cálculo cuantificacional y sacar el silogismo como un caso particular. “Extensión” y “rival” son términos históricos, no te dicen cuándo hay que enseñarlas.
AC: Ya que tu mismo has planteado estas tres opciones: clásica, no clásica y rivales, ¿qué constituye o qué abarca el concepto de «lógicas clásicas»?
RM: Tradicionalmente la lógica desarrollada por Frege en el Begriffsschrift en 1879. Es el cálculo de primer orden cuantificacional, o sea lo que la gente llama la lógica de Frege y de Russell. Pero, a veces, cuando decimos clásica, nos referimos a toda la tradición que viene de ahí, que se apoya en esas nociones básicas que son: una semántica extensional, veritativo funcional, con ciertos supuestos de existencia, los dominios sobre los que cuantificas, etcétera. Por ello ya no abarca nada más a Russell y a Frege, también puede incluir a Gödel y a Tarski y a Carnap y desarrollos recientísimos en el Journal of Symbolic Logic. Puedes tener cosas que se están haciendo en el 2005 sobre esos temas porque siguen ese marco teórico, se continúa aún explorando esto. Tu puedes tener lógicas euclidianas que Euclides nunca soñó, pero que son desarrollos recientes, veinte siglos después de la de él, la cual todavía estamos usando. Igual en la LC puedes tener desarrollos clásicos clásicos, que son realmente del siglo XIX o puedes tener clásicos contemporáneos del siglo XXI.
AC: ¿Qué los hace ser clásicos, digamos en cuanto a los presupuestos teóricos? Hablemos de una semántica extendible: ¿cuáles serían?
RM: Para empezar, por ejemplo, la noción de «bivalencia»: las fórmulas tienen un valor de verdad que es o verdadero o falso, hay esos dos y no hay más que dos. Por ejemplo, es común añadir identidad; es común también, por ejemplo, que a cada nombre le corresponde un solo objeto; que cuando cuantificas en tu dominio haya al menos un objeto; que no tengas violaciones de tipo (por ejemplo, que no puedas predicar sobre los predicados mismos a ese nivel y los predicados de predicados solamente predican sobre los otros predicados del nivel previo, pero no sobre su propio nivel o nivel superior).
AC: ¿Para evitar la paradoja?
RM: Así es. Hay muchos supuestos que normalmente se respetan y la gente que trabaja con esos supuestos está en la tradición clásica. Igual que hubo lógica aristotélica hasta el siglo XIX, y de hecho hay algunas cositas todavía recientes que por supuesto Aristóteles nunca soñó, pero es lógica aristotélica, son simplemente desarrollos contemporáneos de la lógica aristotélica.
AC: Me surge una pregunta que tiene que ver con muchos presupuestos que mencionas y por el antecedente histórico que decías de Frege, porque pareciera entonces que de estos presupuestos se sigue que si nos atenemos a la semántica de Frege, entonces la unidad lógica tendría que ser la oración. ¿Es este un presupuesto también clave? Solamente tendríamos una lógica si la unidad básica del significado es la oración.
RM: Y ese es un supuesto muy, muy discutible. Hay lógicas en las cuales el contexto es más amplio y nuestra idea de que toda oración deba tener un valor de verdad, por ejemplo, o que tenga sólo un valor, o que ese valor sea verdadero o falso, diferentes supuestos que damos por sentados en lógica clásica, son violados. Por ejemplo, en las lógicas polivalentes, donde puede haber tres o quinientos o infinitos valores para las oraciones.
AC: Hay dos tipos de violaciones de las que podríamos hablar aquí: cuando la lógica polivalente es una extensión y de alguna manera es coherente con la LC, y las lógicas polivalentes que no fueran consistentes con supuestos clásicos.
RM: Lo que he sostenido en algunos artículos de hace veinte años, es que esa rivalidad no se da en el nivel del sistema. Cuando ofreces un sistema para complementar la LC tienes una extensión; y cuando lo ofreces para reemplazarla, porque crees que está equivocada, entonces tienes un rival. Al ver el sistema mismo tú no sabes si es extensión o rival porque la extensión o la rivalidad son cuestiones de filosofía de la lógica, es realmente metasistémico. Cuando estás diciendo: “voy a usar veinte valores porque suponer que hay exactamente dos es un error.” En ese momento tu lógica polivalente es una lógica rival; era la idea original de las lógicas multivalentes, de la lógica trivalente de Lukasiewicz. Pero puedes decir: “No, no, no, la lógica clásica está bien, pero está hablando de valores de verdad con V grande; pero hay “valores de verdad” en otro sentido, por ejemplo, grados de carga eléctrica”. Y entonces en ciencias de la computación utilizas lógicas polivalentes, pero los diferentes valores pueden representar carga eléctrica: .5, .8, o .9 no son valores de verdad en el sentido de la LC. Entonces no hay realmente oposición, no hay rivalidad, están haciendo algo diferente, no hay algo que vayas a reemplazar.
Son lógicas –en realidad extensiones– pero son lógicas polivalentes también. De hecho puedo usar exactamente el mismo sistema trivalente de Lukasiewicz, pero no porque yo crea que la lógica clásica está violando principios éticos –que es lo que creía Lukasiewicz, que impedías la libertad humana si aceptabas eso, y por lo tanto la responsabilidad moral, etcétera– sino que estoy usando un sistema trivalente porque me sirve tener tres valores para mi sistema de computación o para mi circuito eléctrico. De igual manera puedes tener sistemas matemáticos en los cuales tienes diferentes tipos de números, y no es que estés diciendo que estuviera mal el sistema previo, es simplemente que te es útil otro sistema. Entonces cuando dices que “diez más diez es cien” digamos, a lo mejor lo que pasa es que ya no estás ocupando el sistema decimal. Es la interpretación lo que hace extensión o rival al sistema.
AC: El surgimiento de una lógica no clásica como la que comentas, la multivaluada, se explica porque se trata de una razón teórica en contra de la LC. ¿El hecho de que tengamos más lógicas no clásicas está así también en relación con presupuestos y también se deriva de razones teóricas? o ¿Cómo es que surgen estas otras lógicas?
RM: En general, si una alumna está muy contenta con los supuestos de la LC, puede simplemente profundizar en ellos; mucha gente lo hace. Pero si tiene dudas sobre algunas cosas que ve en la LC, entonces puede ser que necesite un sistema ofrecido como rival u ofrecido como extensión.
Por ejemplo, si le preocupa mucho eso de que «todo es verdadero o falso», entonces puede irse a sistemas en donde eso no se da, donde no funciona el tercio excluso. Puede, por ejemplo, creer que hay proposiciones que no son ni verdaderas ni falsas, sino todo lo contrario: como “la paradoja del mentiroso” o como ciertas proposiciones matemáticas indemostrables; entonces puede irse a una lógica polivalente o a una intuicionista.
O podría querer rechazar el principio de no contradicción, ya que ¿por qué tiene que ser un solo valor?, ¿por qué no tener ambos valores?, ¿por qué no tener una cosa que es verdadera y falsa al mismo tiempo? Tal vez la alumna tenga preocupaciones sobre la dialéctica hegeliana o el marxismo, o sistemas postmodernos, y quiera decir que algo es verdadero y falso. Entonces viola el principio de no contradicción; puede irse a lógicas contradictoriales, a lógicas paraconsistentes porque tiene ese interés.
Depende de cuál sea su preocupación. Si cree que la física cuántica viola el principio de distributividad, puede buscar una lógica no distributiva como las lógicas cuánticas. Si cree que la LC comete falacias de relevancia, puede estudiar un sistema de lógica relevante o de lógica de la relevancia. La idea es que si tienes una objeción o un problema con la LC es probable que alguien haya explorado la posibilidad de rechazar ciertos supuestos. Mencioné antes que los dominios de discurso no pueden ser vacíos. Bueno, ¿qué pasa cuando sí son vacíos? ¿qué sistema lógico aparece? Pues, un sistema de lógica libre de presupuestos existenciales. Entonces, en general la pregunta es ¿Para que quiere estudiar más lógica esa alumna? ¿Quiere estudiarla más para profundizar en lo que ya tiene? o ¿quiere estudiarla más para resolver ciertas dudas o preocupaciones que le ha ocasionado? A lo mejor le conviene ver sistemas rivales. O a veces simplemente quiere aplicarla, utilizarla en ciertos dominios: si quiere usar la Lógica para el Derecho, puede ver lógicas jurídicas o lógicas deónticas. Si quiere utilizarla para Teoría del Conocimiento, puede estudiar lógicas epistémicas.
AC: Pero también habría lógicas epistémicas rivales, las que se desvían o añaden una serie de operadores, digamos, no consistentes con algún presupuesto clásico.
RM: Pero, en general, si le añades operadores, lo que ocurre a menudo es que las leyes que te preocupan tienen este vocabulario adicional y entonces ya no es la vieja LC sin operadores la que te está preocupando. Lo que te preocupa es cuál es el sistema de lógica epistémica correcto.
AC: Sí, acepto que ciertos sistemas de lógica epistémica son consistentes con la LC, pero podría haber también otras teorías del conocimiento que no. Hablaste, por ejemplo, del marxismo; podrías tratar de ver algún tipo de lógica contradictorial, y por ende, debería existir, sumado a esta lógica no clásica, algún tipo de epistemología, coherente para este sistema marxista ¿o no?
RM: No necesariamente. Creo que son diferentes tipos de problemas. Puedes tener problemas ontológicos acerca de las contradicciones, por ejemplo si existen. Éste es diferente al problema epistemológico de qué puedo saber sobre ellas.
AC: En este sentido, podrías usar una LC para cómo saber acerca de este tipo de entidades que tu lógica contradictorial (no clásica) te dice que las hay.
RM: Así es. Hay muchas combinaciones posibles. De hecho hay lógicas muy viejas que pueden ser vistas como complementos. Por ejemplo, toda la teoría de lógica informal de las falacias, no es LC en el sentido que estamos usando, pero fue usada desde hace veinticuatro siglos. La lógica inductiva, la lógica probabilística, la lógica de los entimemas, la lógica abductiva, etcétera, no están realmente tratando de remplazar a la LC, sino ocupando de algunos tipos de razonamientos que ella, muy conscientemente, no va a manejar. Ella no va a manejar probabilidades, por ejemplo. Entonces, toda la lógica probabilística se desarrolla más en paralelo que como una rama o que como un rival. La lógica abductiva se ha estudiado mucho, pero normalmente no se le enseña a un alumno en un curso de lógica normal, porque nos concentramos en otro tipo de argumentaciones. Pero tiene mucho derecho de ser estudiada y una larga tradición.
AC: Por ello, una lógica abductiva, una lógica inductiva, etcétera, como señalas, no pertenecen exactamente a la historia de la LC, pero tampoco pertenecen a la historia de las lógicas rivales.
RM: Así es.
AC: Y entonces ¿a qué grupo pertenecen?
RM: A otros desarrollos paralelos.
AC: Pero ¿son lógicas?
RM: Sí y de hecho puedes enseñar teoría de las falacias sin enseñar cálculo proposicional y viceversa. Pienso que es muy iluminador y fructífero si las combinas y enseñas ambas, y si las pones en relación y unas apoyan a la otra, pero no es necesario.
AC: ¿Podría haber falacias dirigidas hacía la lógica clásica, otras dirigidas a la no clásica?
RM: Tenemos falacias formales.
AC: Es frecuente enseñar las de la lógica clásica.
RM: Así es.
AC: Sin embargo, ¿podría haber también falacias formales e informales de la lógica no clásica? ¿Qué hay de su enseñanza?
RM: Sí, así es, hay lógica no clásica material y formal. Lo que tienes no son divisiones muy tajantes. De hecho, muchas veces, al estudiar una lógica no clásica empiezas con la lógica clásica y simplemente le haces pequeñas modificaciones para atacar el otro sistema. Es muy común que realmente haya una serie de intersecciones y contribuciones mutuas. Por eso no está tan mal, conviene que un alumno domine bien su lógica clásica básica antes de irse a otros desarrollos, porque es algo que va utilizar mucho en ellos.
AC: Lo que veo en tus escritos es que las extensiones son de la LC, ella las une obviamente. El estudio de la LC le permite al estudiante tener una base y después sólo se extiende a aquella área de sus preocupaciones y es donde surge su interés en lo deóntico, en lo epistémico, en lo temporal, etcétera. Allí es más fácil ver que todas esas extensiones tienen en común un conjunto de presupuestos, los de la LC.
¿Habría algún presupuesto para tu clasificación de las lógicas rivales o todas ellas son como intuiciones diferentes? o, en otras palabras ¿habría presupuestos que critican compartibles entre ellas o cada una de ellas va sobre un presupuesto distinto?
RM: Aquí podemos estar haciendo dos preguntas distintas: una es sobre su presentación, de cómo se pueden presentar o cómo se deben presentar; la otra es sobre qué son, si una de ellas es un subconjunto o superconjunto de la otra. Son dos preguntas diferentes, una es sobre cómo enseñarlas, sobre la didáctica adecuada. Otra es una pregunta lógica que cuestiona las interrelaciones teóricas entre sus sistemas.
En general, hay algunas lógicas que son un subconjunto de la clásica porque eliminan ciertos principios de la clásica. Hay otras que son superconjuntos porque añaden. Entonces, por ejemplo, la lógica intuicionista puede verse como quitarle algunas cosas a la clásica, mientras que la modal puede verse como añadirle ciertas cosas.
AC: ¿Qué pasa si tienes una modal intuicionista?
RM: Puede ser que quitaste algunas y pusiste otras nuevas, y en realidad ninguna de ellas sea subconjunto de la otra. Entonces ¿cuál es mejor aprender primero? Pues puede ser que empieces por cualquiera de ellas y simplemente luego le dices al alumno: “Y mira si quitas esto, obtienes estas otras o si añades, obtienes aquello otro.” Así que en principio podrías empezar por cualquiera de estos sistemas.
Ahora, por razones prácticas, históricas y téoricas es bueno empezar por la clásica, pero no son razones finales, son razones de peso que inclinan la balanza: la LC de hecho es la más y mejor conocida, mejor trabajada, que tiene propiedades metateóricas muy convenientes; por ejemplo, en el fragmento proposicional es decidible, completo, consistente y correcto. Esas propiedades son muy buenas y te permiten fácilmente dominar el tema antes de pasar a otro. Si le quitas o le añades a lo mejor pierdes decidibilidad o pierdes consistencia o pierdes completud. De modo que es bueno empezar con un sistema que tiene todas las propiedades deseables (en abstracto; en concreto puede no ser así) y después irlo modificando, pero no es la única manera de hacerlo, es simplemente la manera más conveniente. Además, la LC es el sistema de lógica que la mayoría de los lógicos conocen. Entonces, mientras no haya razones de peso para empezar por otro sistema podemos continuar con éste y sacar las extensiones y las rivales como modificaciones de este núcleo clásico.
AC: Hace un momento te referiste a una serie de lógicas como estudios paralelos a la LC, pero me dio la impresión de que ponías a la lógica sobre los entimemas como algo paralelo y no como propio de la lógica clásica.
RM: Sí, de hecho Aristóteles cuando habla del silogismo entimemático lo pone como algo paralelo: además de hacer silogismos apodícticos tu puedes hacer silogismos probables, puedes tener diferentes formas de razonamiento.
AC: Aquí «entimemático» no significa el no haber hecho explícita alguna de las partes, ya sea la premisa o la conclusión.
RM: Así es, pues esa es la noción de “entimema” desde Cicerón y Quintiliano; para Aristóteles es más bien la idea de que utilizas relaciones que no son seguras, que no son ciertas, sino que son altamente probables o aceptadas por el auditorio. Y de hecho él no lo trabaja en los Primeros Analíticos, bueno, no completamente, lo trabaja más bien en La Retórica, en otro libro separado. El resultado es que cuando la gente estudia el sistema aristotélico, a veces no estudia esa parte y es hasta muy recientemente que gente como Burnyeat se ha dado cuenta de que hay estas ligas. Grandes partes del trabajo de Aristóteles durante siglos fueron ignoradas, por lo que cuando hablamos de la Lógica tendemos a favorecer cierto aspecto de la Lógica. Cuando Descartes ataca la lógica aristotélica, está atacando cierta lógica aristotélica, no realmente a todo lo que hizo Aristóteles. Igual, cuando hablamos sobre LC no hablamos de todo lo que hizo Frege y Russell, sino de un núcleo.
AC: Y en los estudios de lógica no clásica más recientes ¿aparece entonces otra versión de lógica entimemática?
RM: Creo que sí, tengo la teoría de que las lógicas no monotónicas pueden rescatar más fielmente la idea del silogismo entimemático aristotélico.
AC: Lo cual sería una versión no clásica desde el estudio de las lógicas no monotónicas.
RM: Así es, pero las lógicas no monotónicas tienen apenas un cuarto de siglo, mientras que la LC tiene un siglo y cuarto.
AC: Sé que el tema de las lógicas no monotónicas es uno de tus grandes amores como lógico, ya que hay varias, ¿podemos hablar de ellas un poco?
RM: Sí, dentro de ellas están las clásicas, la segunda generación, la tercera generación.
AC: ¿Cómo puede ser una lógica no monotónica rival y a la vez ser clásica, o clásica dentro de las rivales?
RM: Bueno, lo curioso es que los lógicos no monotónicos, en general, no trataban de discutir con la LC, no proponían un sistema lógico rival, lo que hacían era decir: “además de las reglas de la lógica clásica podemos meter algunas reglas adicionales que sean, por ejemplo, reglas falibles, que me lleven a conclusiones retractables”. Y curiosamente la lógica clásica estaba incorporada en el sistema, porque para definir ciertas cosas del nuevo sistema recurrían a las nociones de la consecuencia clásica; por ejemplo, una extensión de tu teoría aceptable no-monotónicamente era una en la que hubiera una clausura lógica clásica, tenía que haber una clausura lógica clásica además de otras cosas; entonces no estaban rechazando esa noción sino que la estaban usando. Lo que decían es que además de esa clausura clásica, tenía que tener otras clausuras, otras propiedades adicionales.
AC: Y en eso consistía que ya no sean tan clásicas digamos, en un aspecto son rivales y en un aspecto son consistentes con las clásicas, son extensiones.
RM: Exacto, y para mucha gente son un escándalo, porque incluyen reglas que son definitivamente no clásicas, al grado de que alguna gente dice que no son ni siquiera lógicas, porque están aceptando reglas que no son reglas clásicas.
Sí, las lógicas no clásicas normalmente tienen algún elemento extra o les falta algún elemento clave de las lógicas clásicas y por ello no son clásicas. O les sobra algo o les falta algo o ambas cosas.
AC: Quizá convendría tener un poco más claro cuál es tu clasificación de esas lógicas que tienes dentro de las no monotónicas, hablaste de algunas como las quizá llamadas lógicas retractables que tienen este añadido de reglas falibles, pero hay otras lógicas ¿qué nombres tienen?
RM: Por ejemplo: están las lógicas default o de razonamiento por falla, las lógicas de circunscripción, las lógicas modales no monotónicas, también están las lógicas preferenciales. Han aparecido una enorme cantidad de lógicas no monotónicas.
AC: ¿“Circunscripción” significa que tienes un dominio cerrado?
RM: Es parecido. Estás cerrando, circunscribiendo, por ejemplo, la extensión de un predicado, entonces añades un axioma especial que se llama axioma de circunscripción y con eso llegas a conclusiones bajo el supuesto de que ese axioma está bien, pero ese axioma puede estar mal.
AC: Claro, pero digamos que es un dato que se te da y tienes que trabajar con él quieras que no.
RM: Lo curioso es que una vez que añades el axioma, todas tus reglas de inferencia son clásicas, y en cierto sentido es lógica clásica, con algunos axiomas adicionales especiales.
AC: Digamos que es jugar a la lógica clásica con una restricción, ese axioma es el que viene a restringir.
RM: Exactamente, esa es la idea, la idea es que necesitas restringir para trabajar con ciertos razonamientos de tipo de sentido común, donde nosotros no aplicamos irrestrictamente ciertas propiedades.
AC: Como cuando ponemos unos acertijos y le decimos a la gente: “atente a estos datos que te doy y no le quieras añadir otra cosa”.
RM: Un ejemplo muy lindo del padre de las lógicas de circunscripción, John McCarthy, es el famoso acertijo de los caníbales y misioneros que tienen que cruzar un río en una lancha, de manera que los caníbales no sobrepasen en número a los misioneros y se los coman. Una respuesta al acertijo es:
“Pues que usen el puente”.
Y entonces tú dices: “espérate, no hay tal puente”.
“Bueno, ese dato hay que añadirlo.”
“Bueno, entonces que usen el helicóptero.”
“¿Cuál helicóptero?”
Es de sentido común que no hay más elementos que los que están en el tratamiento del acertijo, pero eso es una información adicional. ¿Cómo codificarla? Una manera es mediante circunscripción. La circunscripción es una manera de imitar el sentido común porque nosotros automáticamente descartamos ciertas alternativas. La lógica clásica no descarta nunca alternativas. La lógica clásica considera todas las posibilidades, ese es su poder y ese es también su problema: que considera posibilidades que son realmente muy insensatas. Entonces, como ella considera todo, tiene problemas para enfrentar el cruzar la calle porque la LC está considerando todas las posibilidades que hay en lugar de considerar nada más las probabilidades, las cosas probables que es sensato pensar que ocurran. La LC tiene que pensar en todo lo posible; entonces te resultan sistemas que son infalibles pero poco sensatos.
AC: ¿Habría también, desde tu punto de vista, una lógica entimemática dentro de la clasificación de rivales?
RM: Si es ofrecida así. Insisto en que el mismo sistema puede ser extensión o rival.
AC: ¿Qué pretendería solucionar un tipo de lógica entimemática rival?
RM: Decir por ejemplo que es falso que de “A” y “A entonces B” se siga “B”. O sea el Modus Ponens, que diga que eso está mal. ¿Por qué está mal? Pues tal vez porque “seguirse” se está entendiendo como: “dadas las premisas es aceptable para un auditorio sacar la conclusión”. Y es posible que un auditorio no esté dispuesto a sacar la conclusión de un Modus Ponens.
AC: Aquí el auditorio viene a crear el elemento entimemático.
RM: Sí, creo que el entimema es una referencia a cierto trasfondo de creencias que se comparten en el momento de hacer la inferencia y, por supuesto, el auditorio puede ser uno mismo. Esto no es retórico en el sentido de “el arte de convencer a cualquier precio”.
AC: ¿Pero, allí el elemento es contextual?
RM: Sí.
AC: Pero ese es un aspecto del contenido no de la forma, ¿por qué tiene pertinencia lógica?
RM: Lo que pasa es que la LC es acontextual mientras que alguna gente dice: “eso es un error, los razonamientos no son acontextuales y lo que tú me estás dando como leyes son leyes solamente en el contexto cero, en el contexto vacío que no existe.”
AC: ¿Y no habría algún tipo de razonamiento entimemático que fuera más a la forma y menos al contexto?
RM: Bueno, la idea es que el contexto puede ser también forma. Hay tratamientos formales del contexto.
AC: ¿Es otro operador?
RM: Sí, son parámetros adicionales que tienen que ser considerados a la hora de decir si una inferencia es o no aceptable.
AC: Tendrías que definir tu relación de inferencia como contextual, en ese sentido ya recuperas el aspecto formal.
RM: Así es. Ahora, eso es muy difícil, es muy difícil formalizar el contexto porque son muchas cosas. Hasta hace poco no teníamos ni una manera de decirlo, la formalización de contextos es un desarrollo reciente de la lógica, sobre todo en los últimos sesenta años y los desarrollos más prometedores, a mi juicio, son de apenas hace veinte años. El poder formalizar el contexto y tener una lógica formal contextual, no clásica, es una de las cosas que para mí son más prometedoras para el siglo veintiuno. Pienso que hacia allá es hacia donde va a ir la lógica, porque creo que la lógica no está yendo en este momento, como iba tradicionalmente, a la ciencia de la argumentación, o a la ciencia de las verdades eternas, o a una sola ciencia de la interpretación correcta, o la ciencia de las verdades matemáticas, sino que ahora va a la ciencia del procesamiento correcto de la información. Creo que hacia allá va nuestra idea de lógica, y debido a que el procesamiento correcto de la información tiene que ser contextual, creo que para allá va la lógica: hacia desarrollos de sistemas formalizados del razonamiento contextual.
AC: Entonces hay un más campo prometedor para un estudiante de filosofía que le gusta la lógica: incursionar en ese tipo de intuiciones rivales.
RM: Y no es asombroso que son las que se están usando, por ejemplo, en inteligencia artificial, en computación, en lingüística, en derecho. Un estudiante de filosofía tiende a pensar que la lógica es “lógica para filósofos” y “por filósofos” y eso no es cierto. La lógica desde el principio rebasó el ámbito específicamente filosófico y hoy día se están haciendo desarrollos fabulosos de lógica fuera de la filosofía. De hecho la “gran lógica clásica” es la “lógica matemática”, lógica hecha por matemáticos para matemáticos, que domina desde mediados del siglo diecinueve hasta mediados del siglo veinte. Pero a partir de mediados del siglo XX hay gente que dice: “yo quiero mi lógica” y son psicólogos, entonces desarrollas la lógica operatoria por ejemplo; o dicen: “yo quiero mi lógica” y son abogados, entonces surgen las lógicas deónticas; o dicen: “yo quiero mi lógica” y son computólogos y debido a que están tratando de manejar bases de datos, entonces creas lógicas no monotónicas o lógicas lineales; o dicen: “yo quiero mi lógica” y son lingüistas, entonces aparece toda una tradición de lógicas intensionales especialmente para lingüistas. De hecho, los que menos parecen estar aportando hoy día para el desarrollo de la lógica son los filósofos.
AC: Cabrera quiere sistemas de lógica para poder recuperar una serie de intuiciones filosóficas que están en el habla cotidiana.
RM: Sí, perdimos recién a Alchourrón y poco antes a nuestro querido maestro Raúl Orayen, ambos de Argentina, pero actualmente en Brasil están trabajando Julio Cabrera y Newton Da Costa, en España Lorenzo Peña, y en México tenemos gente que trabaja, por ejemplo en lógicas abductivas como Atocha Aliseda, o lógicas borrosas como Guillermo Morales, o en lógicas no monotónicas, o en lógicas libres, etcétera. Tenemos mucha gente en México que está trabajando lógicas no clásicas, además de gente que está trabajando lógica clásica tradicional.
AC: Por mencionar otros que trabajan estas intuiciones: en Argentina está Gladys Palau, quien publicó en 2002 su Introducción filosófica a las lógicas no clásicas, en España el trabajo de María Manzano, quien incluso en la Enciclopedia Iberoamericana de Filosofía, en su Volumen dedicado a la «Filosofía de la Lógica», publica un ensayo por demás riguroso e interesante “Divergencia y rivalidad entre lógicas”, y en México tú mismo, con el ensayo “Problemas filosóficos de la lógica no monotónica”, publicado en el mismo volumen. Una idea común que encuentro en varios de los trabajos que hemos mencionado: Peña, Manzano, Palau, etcétera, es que dedican tinta a la definición de qué es un sistema lógico antes de entrar a la discusión de qué sea rivalidad, divergencia, no clásico, etcétera.
A mi me interesa una cuestión conceptual sobre esto, pero también podría ser de nombre. Te escucho decir muchas veces “lógicas”, pero hay un sentido de lógica como un cálculo, como un sistema formalizado. Sin embargo, también la gente suele decir que tiene su lógica y más que su lógica tiene un sistema, un cálculo, entendido como un conjunto de reglas que tratan de explicar su forma de procesamiento inferencial, pero muchas veces ni siquiera están debidamente acotadas sus reglas. ¿Tú prefieres no llamarle a eso lógica?, o ¿cuando tú estás hablando de todas estas lógicas no clásicas estás hablando de estos desarrollos aún no formalizados? O para que sea una lógica ¿tiene que estar formalizado dicho sistema? Quizá no igual a la lógica clásica, pero sí ¿tener bien definido su campo formal?
RM: No nos vamos a poner muy egoístas con las palabras; si alguien quiere usar “lógica” en otro sentidos bienvenido. Lo que sí me preocupa es que la gente sepa qué es lo que está diciendo. Cuando alguien dice: “Entre yo y mi pareja hay muy buena química”, normalmente no hay malentendido posible, nadie va a tomarlo como “Química” en el sentido de la profesión. Cuando alguien dice por ahí que tiene “muy buen físico”, no lo van a entender en el sentido de fenómeno físico en la profesión que se estudia en la universidad. Pero cuando alguien dice: “Eso no es un comportamiento lógico.” O “la alineación que va a presentar la selección nacional para el próximo partido no es lógica.” Ahí sí hay peligro de que se malentienda, hay peligro de que haya confusión. Entonces, solamente me preocupa ese uso de palabras como “la filosofía de los negocios” cuando haya peligro de que alguien malentienda; el que alguien decida llamar “metafísica” a ciertos escritos me preocupa si hay peligro de que la gente malentienda y diga: “Ah, esto es metafísica”, cuando realmente no tiene nada que ver con lo que tradicionalmente se ha llamado metafísica.
AC: Digamos que una de las características para que tú pudieras aceptar que sí se trata de un uso adecuado del sentido de “lógica” importante para los lógicos, es que tenga que ver con la noción de “inferencia”.
RM: No, yo no diría adecuado, yo quiero que sea claro, que sea el uso que gusten, el que sea, pero que sea claro. Y yo no diría que nosotros somos lo únicos con derecho a usar el término. De hecho San Juan Evangelista usa logos y quién sabe qué quería decir, pero definitivamente no es el sentido que usamos en lógica. Yo no le voy a decir que no tiene derecho a usar la palabra logos a Heráclito.
AC: Pero los estudiantes, digamos de lógica, deben tener muy claro que los límites de su sentido técnico de “lógica” es el estudio de la inferencia.
RM: Así es.
AC: Que en el caso de las lógicas rivales hay un tipo de inferencia no clásico, muy definido, se trata de una intuición pertinente, filosóficamente hablando. Mi pregunta iba encaminada a si tiene esta inferencia que estar como un cálculo formal para ser una lógica, en el sentido que tú dirías que ya es una lógica rival o todavía pueden ser trabajos que están encaminados a ser formalizados algún día.
RM: Actualmente es muy difícil decir qué cosa es música. Cuando alguien escribe una composición que es “Treinta y tres segundos y un tercio de silencio”, ¿es eso música? Cuando alguien pinta un cuadro que es “cuadrado blanco sobre fondo blanco”, ¿es eso pintura? Cuando alguien, en fin, hace ciertas esculturas o arquitectura que te hacen cuestionarte si realmente merecen ser clasificadas. No es de extrañar que también haya cosas que uno no sepa si llamarlas lógica o no.
Un buen criterio es si es un estudio formal de la inferencia, pero si no es formal a lo mejor todavía es lógica. Por ejemplo, el estudio de las falacias. Si no es de la inferencia a lo mejor todavía es lógica; por ejemplo, el mero estudio de verdades que podríamos llamar necesarias o analíticas tal vez todavía lo haga calificar como lógica. Tenemos en realidad, igual que casi con todas las palabras de los seres humanos, casos paradigmáticos que caen dentro del concepto, casos paradigmáticos que caen fuera y algunos casos bastante difíciles que están en la frontera, que ponen a prueba y a veces hacen que cambiemos nuestra delimitación del concepto.
Entonces, yo no me pelearía demasiado por proteger el término, pero sí trataría de que quedara muy claro en la mente de los estudiantes cuáles serían los casos paradigmáticos y por qué: porque son estudios de la inferencia. Ahora bien, cuando es un estudio de la inferencia que hace abstracción de casi cualquier otra noción, entonces se acerca a nuestro ideal de lógica. Se trata que pueda el alumno distinguir cuándo lo que está haciendo es realmente psicología, sociología, lingüística o matemáticas.
AC: Digamos, una diferencia entre una persona que hace psicología sin preocupaciones lógicas y quien hace lógica operatoria sería que el que hace lógica operatoria estaría tratando de sistematizar el tipo de inferencia que se usa en el discurso del psicólogo. ¿O no?
RM: En gran medida, pero es dentro de una teoría piagetiana específica. El problema está en que desgraciadamente no abarca desarrollos más contemporáneos. Creo que mucho de lo que ha hecho Piaget se puede rescatar, pero haciéndolo más contemporáneo, añadiendo resultados más nuevos. Un estudiante mío, Abel Hernández, presentó en Canadá una reconstrucción de la noción piagetiana de equilibración usando lógica no-monotónica.
AC: A veces el alumno asocia de manera muy intuitiva, y luego hasta con razones por los textos, que estudiar LC es estudiar el campo de la deducción y que si estudiara lógicas no clásicas se apartaría de la deducción y entraría a otro tipo de inferencias. Por lo que has estado diciendo pareciera que no es así, porque en algún momento no se puede entender cabalmente o de manera completa una lógica rival sin tener la deducción allí en algún momento presente, aunque para algunas lógicas rivales quizá no necesariamente.
RM: Por ejemplo, en el intuicionismo. El intuicionismo es totalmente deductivo, lo puedes ver como un fragmento de la clásica que es totalmente deductiva, pero la lógica no monotónica de razonamiento por falla (default), no es totalmente deductiva. La lógica inductiva no es totalmente deductiva. Aunque tiene elementos deductivos, también tiene elementos que definitivamente no son deductivos.
AC: Digamos que en la LC todas sus reglas de procedimiento son deductivas pero para las lógicas no clásicas algunas de sus reglas serán deductivas y otras no, justamente ahí es donde incursionan en alguna intuición...
RM: En algunas, pero por ejemplo en la lógica de circunscripción que vimos, puedes decir que todas las reglas son deductivas; lo que pasa es que tienes algunos axiomas que te cambian la naturaleza del sistema: los axiomas de circunscripción.
AC: Realmente cierran el sistema.
RM: Sí, entonces: no podemos realmente asimilar clásico a deductivo y no clásico con no deductivo. El panorama es más complejo.
AC: Una clasificación de lógicas como deductivas y no deductivas ya no sería adecuada en este sentido.
RM: Pero es muy importante que la alumna la tenga porque con eso va a poder entender los desarrollos hoy día. A veces lo que estamos buscando son reglas infalibles para tratar temas específicos, por ejemplo, lógicas temporales; pero a veces lo que queremos hacer es lógicas con reglas falibles que tienen aplicación general, por ejemplo, probabilidades. Entonces, dependiendo de qué quiera hacer la alumna, a qué campo del pensamiento humano y la inferencia humana quiere aplicar sus estudios, es el tipo de lógicas que le pueden servir. Lo que tenemos actualmente es un menú fabuloso porque hay una gran cantidad de intereses. Antes de que la alumna vaya a estudiar un tipo especial de lógica, sería bueno que se preguntara “¿para qué la quiero?” (pues las diferentes lógicas surgieron porque la gente quería diferentes cosas.)
Mientras más conoce una alumna de lógica –esperamos– más se va conociendo a sí misma y al revés, mientras más se conoce a sí misma una estudiante de lógica más va entendiendo por qué hay diferentes sistemas y cuál le puede servir. Una consecuencia muy agradable es que a veces los alumnos dicen: “Ninguna de éstas, ninguna de las opciones de este menú realmente cubre mis deseos, yo tengo un interés muy particular, me interesa algo en especial del procesamiento de la información, o de la inferencia o del razonamiento y ninguno de estos sistemas realmente captura esta preocupación”. Así es como surgen nuevos sistemas. Lo que hay que enfatizar a los alumnos es que la lógica es una de las más viejas disciplinas. Dentro de la filosofía es la disciplina en donde hay más progreso, más seguridad; ella está en un momento revolucionario en el que están surgiendo una miríada de diferentes posibilidades y sistemas. Se trata de uno de los momentos más creativos de la historia. Si la alumna le interesa ver desarrollos prometedores en muchas direcciones, si no le tiene miedo a la complejidad que dan los tiempos turbulentos en el que están surgiendo nuevas visiones, nuevos paradigmas, nuevos sistemas, este es uno de los momentos más emocionantes de toda la historia. Nunca ha habido tanto lógicos tan buenos, vivos al mismo tiempo. Este es el inicio del futuro y es una época maravillosa para vivir, nunca hemos tenido tanta riqueza.
Pero, por supuesto, la primera labor de un filósofo es poner un poco de orden en el caos, tratar de analizar, clarificar y clasificar para poder manejar mejor y comprender. Eso ayuda a ver a la lógica en su complejidad y tratar de aprovecharse de ella para los intereses personales.
AC: Para nada has mencionado, en toda esta presentación que nos haces de las lógicas y sus intereses, el concepto de divergencia. En algún momento Quine escribió un artículo llamado así “Lógicas Divergentes” intentando explicar que no eran trabajos serios, que los trabajos que supuestamente se presentaban eran malas presentaciones y que la lógica clásica tenía algo que decir ahí. Tú cómo responderías la pregunta: ¿Hay o no lógicas divergentes? ¿Tiene sentido hablar de lógicas divergentes? ¿Es claro el concepto?
RM: Bueno, hay definiciones de lógicas divergentes en autores como Quine o Haack que son bastante claras, se pueden trabajar, se pueden utilizar. Pienso que no son adecuadas a pesar de su claridad y facilidad de manejo, porque no capturan lo que realmente querían capturar que era la noción de “no clasicalidad”, “extensión” o de “rivalidad”, por eso no uso el término “divergencia”, además de que suena un poco peyorativo; creo que no cumple la misión teórica para la que fue diseñado. Considero que es más provechoso si tenemos una visión más compleja en la que distinguimos tres cosas: el sistema lógico, la metateoría (la metalógica del sistema) y la filosofía de la lógica con la que es presentado el sistema.
Podemos ver las diferencias en esos tres niveles por lo menos. Puede haber más niveles, pero creo que esos tres ayudan a que se puedan ver las relaciones entre las diferentes lógicas, es más provechoso. La noción de «divergencia» no era satisfactoria en ninguno de los tres niveles. Por eso en otro ensayo de hace veinte años yo proponía: 1) Que no nos concentráramos en nociones puramente sintácticas, que era como se planteaba entonces la relación entre los sistemas; y 2) Que incluyéramos la noción de “campos de aplicación”, porque lo importante no era cuál es la buena y cuáles no son la buena, sino dónde se aplica cada una.
AC: O sea, atender a la diversidad de objetos de conocimiento más que defender un campo tradicional de conocimiento como la lógica clásica.
RM: Así es, no decirle a la gente cuál es el mejor ejercicio sino “¿qué es lo que quieres desarrollar?”. Si quieres desarrollar los brazos, correr no es el mejor ejercicio. Dependiendo de para qué quieras tú estudiar la inferencia humana, qué es lo que estés buscando, es el sistema de lógica que te puede servir.
AC: Bueno, siguiendo con tu analogía, si quieres ser un atleta fuerte en todos tus músculos entonces deberías saber todas las lógicas.
RM: Eso es deseable, por lo menos saber que existen.
AC: ¿No habría algo como la natación en todo esto, donde te desarrolles de manera plena?
RM: Bueno, es un poco como la medicina general, no vas a ser un especialista en ninguna de ellas, pero vas a ser un especialista en conocer todas. Creo que todo alumno debe haber oído hablar alguna vez de lógica de conjuntos borrosos o lógicas fuzzy, tiene que haber oído hablar de eso aunque no sea especialista, aunque no conozca muchos detalles, tiene que conocer lo básico. Así como un doctor que nunca oyó hablar de oncología es un triste doctor, pues tiene un hueco terrible, ya que debe saber eso y referir al paciente a un especialista, pero no puede hacerlo porque no tiene siquiera los conocimientos básicos.
AC: Hay una carrera como medicina general, ¿podría hacerse una propuesta para abrir una carrera de lógica general? ¿Daría para tener una carrera en lógica general?
RM: Un médico general no es un médico ignorante, es un médico que sabe muchísimo sobre muchas cosas, pero no las sabe en profundidad, con especialidad en cada una de ellas. Un filósofo tiene que ser un buen lógico general y si lo único que ha estudiado de lógica es metodología de las ciencias o lógica matemática, si eso es lo único que ha estudiado, entonces tiene una pobreza conceptual terrible, está cuando mucho en el siglo diecinueve y es ignorante de mucho que ha sucedido en lógica en el último siglo y medio.
AC: Algunos profesores de filosofía creen que la formación filosófica más que estar concentrada en esta formación de lógica general como tú lo planteas debe estar basada en conocimientos también de ética, de epistemología y ontología. Eso los lleva a tener que decir, de alguna manera, que es mejor un poco de lógica y un poco de ética a una formación sólida, quizá como tú la planteas en lógica y muy pobre en las otras partes.
¿Considerarías que, por cuestiones de método y por cuestiones quizá de importancia para nuestra manera de analizar deba considerarse más fundamental la formación en lógica y después dejar que el estudiante de filosofía incursione en las otras áreas?
RM: Bueno, no estoy pensando solamente en el estudiante de filosofía, pero éste primero debe ser un buen estudiante de filosofía en donde la lógica es sólo una de las partes, una de las secciones dentro de la filosofía. Igual que un estudiante de matemáticas que estudia lógica pero tiene que dominar las otras partes de la matemática.
AC: Pero ¿podría ser un buen estudiante de filosofía, estudiando éticas contemporáneas y estudiar ciertas ontologías, e incluso tomar un buen curso de filosofía de la ciencia si no ha incursionado en las otras lógicas?, ¿podría hacer filosofía con la pura LC?
RM: Sí, así es. La lógica no es imprescindible. Además, es un instrumento que puede ser muy útil, pero también puede hacer mucho daño. Gente con un instrumento poderoso que no sabe manejar a veces sale peor. Tenemos alumnos de lógica que hacen peor metafísica por haber estudiado un poco de lógica. Es decir, un poco de conocimiento es una espada de dos filos: le das a alguien un martillo y todo lo ve con forma de clavo; trata de resolver con un sólo instrumento, con cálculo proposicional, todos los problemas éticos y estéticos del mundo.
AC: Por eso convendría en ese período de formación filosófica tener LC y lógica no clásica.
RM: Por lo menos tener el conocimiento y el porqué de la existencia de otras opciones; que como cultura general básica conozca la lógica clásica, pero sepa que no es todo lo que hay. Igual que un alumno de matemáticas normalmente no se queda con la impresión de que la aritmética es toda la matemática; de preferencia se le debe mencionar que hay otras ramas de la matemática aunque no tome cursos sobre ellas, pero debe saber que existen.
AC: Lo mismo debe ocurrir en ética, tendría que ver algún tipo de ética más clásica y reconocer que hay una cantidad de teorías éticas que no va a poder agotar en su formación.
RM: Si un filósofo no sabe lo que es el eudemonismo o el hedonismo entonces es un filósofo con una formación incompleta, pero además de saber eso tiene que saber que hay algunas teorías modernas sobre la moral y la justicia, tiene que tener ciertos conocimientos de que existen esas teorías para que pueda escoger estudiarlas más en detalle si es que las necesita, si es que las desea.
AC: Decías también que te interesa la gente que está en otras disciplinas, incluso sugerirías que esa otra gente que está en otras disciplinas supiera un poco de lógica clásica supongo y un poco de la lógica de su área.
RM: Así es. De hecho hay, por ejemplo, la lógica de tipos que nadie estudia excepto los lingüistas. Hay lógicas lineales que excepto los computólogos, nadie estudia. Hay lógica jurídica, de las obligaciones, por ejemplo, que nadie estudia excepto la gente de Derecho. Hay lógicas modales que nadie estudia excepto los de filosofía. Hay algunas lógicas epistémicas que nada más estudian los de computación y los de filosofía. Hay cosas de teoría de la argumentación que estudian los psicólogos y los filósofos y nadie más, o los psicólogos y los lingüistas y nadie más. En otras palabras la lógica es un terreno muy amplio y algunas zonas son sobre todo practicadas en alguna disciplina específica –alguna de éstas o alguna otra– algunas son por varias disciplinas y algunas raras, como por ejemplo la lógica clásica, que tiende a ser estudiada en todas las disciplinas sin importar si eres filósofo o matemático o lingüista o psicólogo, en todos ellos se espera o es posible ver una preparación razonable en la LC.
AC: ¡No en toda la LC! En México lo que la gente cree que está estudiando como LC es el silogismo. A veces también confunde LC con lógica proposicional de primer orden.
RM: Desgraciadamente. Entonces tienes a veces tratamientos en psicología o en pedagogía que están bien hechos, son muy interesantes, pero desgraciadamente su idea de lógica es medieval. Lo que pudo haber sido muy valioso queda muy limitado porque han limitado su noción de lógica a solamente una subsección de la lógica de primer orden. (Creo que Federico y Gabriela desean participar...)
Federico Arieta: Dos cuestiones, ¿usar «un poco de lógica» hace daño? ¿Dirías que se puede hacer filosofía sin ningún conocimiento de lógica?
RM: Primero, yo no diría que es la lógica la que está haciendo daño, igual que el pobre martillo no debe ser culpado de que tu lo estés usando para rasurarte, eso ya no es culpa del martillo. Que la gente aplique un poco de epistemología sin ton ni son porque no la ha digerido bien tampoco es culpa de la epistemología, tampoco es culpa de la lógica que alguien se ponga a representar todo con condicionales materiales cuando realmente no se están usando tales condicionales en el razonamiento. No es culpa de la lógica su mal uso.
A la segunda pregunta de si puedes ser un buen filósofo sin haber estudiado lógica me parece clarísimo que puedes serlo. También puedes ser un gran filósofo sin jamás haber estudiado metafísica, pero nunca lo recomendaría; aunque la metafísica no es imprescindible creo que es muy útil y te va a ayudar no importa que hagas otra cosa; en cualquier otra área, aunque sea estética, saber metafísica te ayuda. Bueno, saber lógica también te ayuda si la aprendes bien, en cualquier área te va ayudar pero no es imprescindible para las otras áreas. Yo diría que puedes vivir felizmente y puedes ser un buen filósofo sin haber estudiado jamás una clase de lógica, pero te estás perdiendo de armas muy poderosas que te pudieron haber ayudado si las hubieras aprendido bien para tu trabajo, aunque estés haciendo filosofía de religión.
Y de hecho hay eso: estudios sobre lógica en filosofía de la religión y hay grandes lógicos religiosos y grandes religiosos lógicos, pues hay aplicaciones de la lógica desde dentro y desde fuera a la religión. Muchas de las cosas en discusiones en filosofía de la religión se entienden mejor si sabes, por ejemplo, algunas cosas elementales de lógica modal.
Gabriela Guevara: La lógica matemática que mencionabas hace rato ¿ha tenido grandes desarrollos o quedó ahí? ¿Se puede hablar de una lógica matemática no clásica o cómo sería la situación de la lógica matemática en la actualidad?
RM: Muy interesante, han sido más bien una serie de expansiones. Hay que recordar que alguna gente quería fundamentar la matemática, por ejemplo, y la lógica tradicional no era suficiente. Tuvieron que desarrollar más, añadir cosas como la teoría de relaciones; al grado de que en algunos textos de introducción a la lógica te encuentras que la lógica es “el estudio de las pruebas matemáticas”. Esa es la idea que tienen de lógica. Por supuesto, es la lógica que ellos necesitan y utilizan.
Tienes también desarrollos y análisis lógicos a veces de cuestiones estrictamente matemáticas; por ejemplo, teoría de conjuntos. Lo que ha ocurrido recientemente es que hay muchos estudios sobre teorías avanzadas de conjuntos, como grandes cardinales y cosas así, que son estudios lógicos de estructuras matemáticas. Ahí es lógica matemática en el sentido más literal, pero la gente no debe confundir lógica matemática con LC, o con lógica a secas, o con lógica simbólica, pues son cosas distintas.
Hay investigaciones lógicas sobre teoría de la complejidad, la cual es una rama muy interesante para criptografía y cosas así. Para computación tomas tratamientos lógicos de lógicas algebraicas, de diagramas, de teoría de grupos, de muchas ramas matemáticas. Lo que haces es hacerle un análisis lógico a esos sistemas o a esas estructuras matemáticas y entonces resulta que, por ejemplo, el Journal of Symbolic Logic no es realmente una revista de lógica simbólica, sino que es una revista de tratamientos lógicos de estructuras matemáticas en un gran porcentaje. De cuando en cuando todavía ponen algo que un filósofo puede reconocer como lógica, pero sobre todo es de matemáticos para matemáticos. Eso fue históricamente la realidad desde mediados del siglo diecinueve hasta mediados del siglo veinte, pero ahora muchas de las cosas de lógica salen en revistas de computación. Son escritas por computólogos, que a veces son pésimos filósofos, para gente del área de computación, y entonces son: análisis lógico de manejo de bases de datos, análisis lógico de programación, análisis lógico de inteligencia artificial o robótica, etcétera.
AC: ¿Y cuál es la lógica que está presupuesta allí?
RM: A veces es la LC, pero como ella fue diseñada con otros propósitos es muy común que te encuentres, por ejemplo, lógicas epistémicas especiales para manejar bases de datos, porque estamos entendiendo «conocimiento» como que aparezca cierta información en la base de datos. Para lógicas sobre programación o sobre cómo corren los programas tienes lógicas dinámicas. ¿Dinámicas de qué? Pues de la dinámica computacional.
Son lógicas que tienen lógica temporal, por ejemplo, pero, aunque empiezan con estudios de filósofos rápidamente ellos hacen sus propias lógicas temporales, sus propias lógicas dinámicas, sus propias lineales: de computólogos para computólogos. Igual pasa en Lingüística y en Derecho.
AC: ¿Cuándo hablas de esas lógicas a qué te refieres, qué hacen?
RM: Son sistemas, proponen un lenguaje, proponen ciertas reglas, proponen ciertos principios, ciertos axiomas y entonces demuestran que esos sistemas tienen las propiedades que ellos necesitan para analizar los fenómenos que les interesan.
Al filósofo le puede interesar por ejemplo el razonamiento argumentado. Le interesa modelar si de ciertas premisas se sigue cierta conclusión: En una discusión filosófica, por ejemplo, el argumento ontológico de San Anselmo.
Pero para un matemático lo que le puede interesar es entender teoría de grupos. Entonces la conjunción puede ser una operación entre grupos, la disyunción sería una operación entre grupos. Si le interesa estudiar sistemas de teoría de conjuntos, la conjunción puede ser intersección, la disyunción puede ser unión, la negación puede ser complemento y haces un sistema que te modele una estructura matemática, no una estructura de argumentación. O puede ser que quieras modelar una estructura psicológica o una estructura deóntica.
AC: ¿Y haces una notación también, este va a ser mi lenguaje, estas son mis conectivas, estas son mis reglas, muy parecido a cómo se estructuró la LC?
RM: Casi todos los sistemas de lógica adoptan ese método que es el más sencillo, decir cuál es mi lenguaje y cuál va a ser la manera cómo manipulo ese lenguaje. Es natural que se parezca mucho. Cuando estudias lógicas para lingüistas por un rato puedes creer que estas viendo LC hasta que de pronto empiezan a decir cosas muy raras, están hablando de la anáfora porque lo que les interesa es una estructura lingüística que están estudiando ellos; no encuentras ninguna mención de anáfora en computación, es muy raro que se mencione en filosofía, ni siquiera en filosofía del lenguaje a menos que tengas estos usos que son propiamente lingüísticos. Cada quien «lleva el agua a su molino». Lo importante de la lógica es que es extremadamente utilitaria, está diseñada con ciertos fines en mente y por eso tienes muchos sistemas de lógica hoy día.
AC: Y así cómo se habla de la lógica matemática, ¿se hablaría de la lógica de un físico, por ejemplo?
RM: Por ejemplo, la lógica cuántica, es para modelar fenómenos subatómicos; los fenómenos subatómicos tienen ciertas peculiaridades. Piensa en una partícula: puede ser que sepas que tiene el spin hacia arriba o hacia abajo y cierta posición y entonces tu dirías que tiene el spin hacia arriba con esa posición o el spin hacia abajo con esa posición. No, en física cuántica no puedes decir eso, o sea no hay distributividad de la conjunción sobre la disyunción, no tienes reglas que son muy conocidas desde hace muchos siglos.
¿Qué haces entonces? ¿Dices que «los fenómenos cuánticos no tienen estructura lógica»? por supuesto que no, dices que tienen una estructura lógica no distributiva y entonces tienes un sistema de lógica cuántica para poder manejar eso siendo un modelo fiel del fenómeno que quieres capturar. En general, el tipo de lógica que vas a construir es de acuerdo a lo que estás buscando.
AC: Digamos que quieres decir que estas clasificaciones que hicimos al principio, al interior de ellas habría que hacer también nuevamente una clasificación.
RM: Claro, de las lógicas modales, por ejemplo, las hay de muchísimos tipos.
AC: Por ejemplo, nos hablaste de lógicas matemáticas, podríamos decir que las hay clásicas, que las hay rivales, y que al interior de las matemáticas debido a que hay matemáticas de cierto tipo, entonces podría haber lógicas más particulares, que responden a cierta peculiaridad.
Bien, convengamos en que vale la pena que los estudiantes y los docentes de lógica, sin importar ahora de cuál lógica se trate, deben reconocer la existencia de aquellos intereses que han movido a la creación de este sinnúmero de lógicas, intereses que como hemos visto propician en la mente de los razonadores la necesidad de crear sistemas lógicos.
Dejemos abierto el espacio para ir construyendo temarios que nos permitan pensar las estrategias didácticas en las cuales filósofos y no filósofos aprendamos más y mejor sobre las lógicas no clásicas, sin descuidar, como recalcaste, una cultura general de las lógicas clásicas y lo que la tradición filosófica denomina «lógicas».

martes, 29 de septiembre de 2009

Consecuencia lógica, cracteristicas y problemas

Consecuencia lógica, características y problemas.
Claudio Conforti
Claudio Alessio


1. Presentación.

Hay algunos fragmentos del discurso con los que pretendemos justificar oraciones a partir de otras... esto es lo que denominamos argumentos, los cuales son todo discurso que partiendo de una o mas oraciones llamadas premisas se intenta justificar y llegar a otra llamada conclusión. Ahora, no porque hayamos justificado en una o varias oraciones una oración quiere decir que estemos en presencia de una justificación correcta.

A este fin podemos decir que el estudioso de la lógica se dedica, ha determinar cuando estamos en presencia de argumentos que hemos de considerar “buenos” y cuando estamos en presencia de aquellos que hemos de considerar “malos”.

A la hora de establecer la importancia y relevancia de esta exposición, podemos pensar que para la posibilidad de un proyecto humano verdaderamente humano, es necesario que sea acompañado de razonabilidad... muchas veces podemos pensar e incluso afirmar que la lógica no puede contribuir en mucho a tan magna empresa... a ello se deben dedicar otras disciplinas o ciencias... pero justamente.... la razonabilidad debe estar asegurada por ciertos principios o criterios estables que justifiquen verdaderamente nuestras afirmaciones en demostraciones...

Es increíble la cantidad de “científicos” que desarrollan grandes explicaciones o afirmaciones y negaciones extensísimas pero que nunca “hacen razonamientos”... hemos perdido la capacidad de argumentar... hemos permitido que la doxa -que en categorías actuales podríamos llamar opinología- se introduzca en los discursos científicos y que millares de publicaciones o congresos sea solo una circulación de opiniones fundadas en el gusto, los intereses políticos, económicos, y no en la verdad... entre tantas y tantas cosas que podríamos decir...

Por esto reflexionar en torno a la argumentación y a la propiedad que determina que un argumento es consecuente, a saber, la noción de consecuencia lógica, es tarea necesaria y hasta podríamos decir un deber que nos exige el repensar el proyecto humano.

El desastre que puede ocasionar un proyecto humano sin argumentos es verdaderamente lamentable... el creer que algunos enunciados ideológicos sean portadores de verdad es una falacia tan actual que muchas actividades se justifican en ellos.... Además observamos una cultura escolar y universitaria cada vez más perezosa que no tiene muchas intenciones en promover y desarrollar una actitud crítica ante la realidad sino y más bien colaboran al desarrollo de una actitud de la sola opinión... del seudo pensamiento... de la pseudafilosofia que se desarrolla por las emociones que suscitan ciertos eslóganes intelectuales que se dicen para ser “comprados” y no para ser pensados... Es en este contexto que nos parece oportuno el reflexionar en torno a la noción de consecuencia lógica.













2. La propiedad de los argumentos.

Cuando comenzamos a desarrollar o tratar de desentrañar la noción de consecuencia lógica se hace preciso establecer primero que no cualquier discurso o fragmento de discurso es un argumento. Es decir que la primera pregunta con la que nos hemos de encontrar tienen que ver con establecer a que tipo de discurso es aplicable y en que condiciones la noción de consecuencia lógica.

En primer lugar diremos que un argumento es un conjunto de enunciados en los cuales hay uno que se pretende justificar en los anteriores. Como vemos, no es un conjunto de oraciones, sino de enunciados que sería aquel discurso que posee la propiedad de ser o bien verdadero o bien falso. Esto elimina la posibilidad de concebir argumentos que se pretenden tales que tratan de justificar oraciones directivas o expresivas y no declarativas.

Una vez que contamos con una noción amplía y general de argumento decimos que estos pueden ser clasificados en deductivos y no-deductivos. La lógica formal se dedica a estudiar la los primeros. Además estos tiene una propiedad peculiar... algunos pueden partir de enunciados verdaderos y llegan a otro llamado conclusión que es falso... otros parten de verdades y es imposible que concluyan falsamente.

De este modo podemos clasificarlos a su vez en argumentos que se denominan válidos y argumentos que se denominan inválidos. La conclusión de los primeros, se dice en vocabulario técnico, es consecuencia lógica de las premisas. A tal fin la lógica analiza y desarrolla un lenguaje apto para el análisis correspondiente de esta noción, un lenguaje formal con métodos sistemáticos de desición.

A continuación expondremos dos enfoques con respecto a esta noción, que para la lógica es de vital importancia, de hecho, la lógica se define como la ciencia de la consecuencia lógica.


3. Noción de Consecuencia Lógica.

Tratemos primero de introducir una noción general de consecuencia lógica. Dado un argumento cualquiera, en el que tenemos a 1, ... n como premisas y a  como conclusión, y si aceptar a las premisas nos compromete a aceptar la conclusión 1, ... n /  entonces decimos que estamos en presencia de un argumento válido y que  es una consecuencia lógica de 1, ... n .

¿Pero qué implica o como se define una noción de consecuencia lógica? ¿Cómo sabemos que la hay y como sabemos que no. Esta dependerá de su contenido, la “carne” del argumento...? ¿Bastará solo con la forma, con el “esqueleto” del argumento?


3.1. Enfoque semántico.

Siguiendo el camino anterior, que transita las huellas de la tradición del arte de pensar, puede llegarse a una de las caracterizaciones más representativas de la visión actual frente a la cuestión de la identificación temática de la lógica: El enfoque semántico de la noción de consecuencia.

Por una inferencia se entenderá desde ahora a un conjunto de enunciados, de un lenguaje previamente especificado, en el que la verdad de uno de ellos (la conclusión de la inferencia) se pretende justificar en la verdad de los otros (las premisas de la inferencia). La inferencia será buena (válida) cuando la conclusión sea consecuencia necesaria de las premisas, o lo que es lo mismo, cuando las premisas impliquen lógicamente la conclusión. Esta idea puede resumirse en cualquiera de las siguientes dos definiciones intuitivas que servirán como punto de partida para lograr otras técnicamente más precisas:

Def. 1.O Un enunciado C es consecuencia del conjunto de premisas P1... Pn si y sólo si es imposible que las premisas P1... Pn sean todas verdaderas y la conclusión C no lo sea, o equivalentemente:

Def. 1.1 Un enunciado C es consecuencia del conjunto de premisas P1... Pn si y sólo si es necesario que si todas las premisas son verdaderas la conclusión también lo sea.

Es claro que cuando se cumple la condición expuesta, la verdad de las premisas justifica la verdad de la conclusión, es decir se cumple la finalidad, considerada por la lógica en todo proceso (psicológico) argumentativo, de preservar en la conclusión la verdad de las premisas.

Con lo dicho anteriormente, nos damos cuenta que hay algunas expresiones que se relacionan estrechamente a la noción de consecuencia lógica (semántica) como lo son: Verdad y falsedad y las nociones modales de imposibilidad y necesidad, por ello a continuación desarrollaremos estos conceptos a fin de tener una claridad mas pormenorizada de esta noción.


3.1.1. Verdad y Falsedad Según Tarski (1935)

En el enfoque Tarskiano verdad y falsedad son calificaciones hechas en el metalenguaje que versa acerca de las expresiones de un lenguaje (objeto) L a los enunciados L. En este enfoque los portadores de la verdad son expresiones lingüísticas (los enunciados del lenguaje objeto L). No son estados psicológicos ni el significado (proposiciones) de tales expresiones lingüísticas. Sin embargo para que pueda atribuirse un valor de verdad a un enunciado éste tiene que estar interpretado a través de alguna correlación (explicitada en la parte semántica del metalenguaje) de algunas de sus expresiones con las entidades de la realidad acerca de las cuales versa el lenguaje objeto L.

Tarski considera que por las peculiares características de los lenguajes naturales, ninguno admite una noción de interpretación con el grado de precisión que se requiere para dar una explicación coherente y satisfactoria de la noción de verdad. Por esta razón, su construcción está referida siempre a un lenguaje artificialmente creado, en donde –supuestamente- no existen las imprecisiones sintácticas y semánticas de los lenguajes naturales.

Supongamos un lenguaje artificial L con la siguiente estructura sintáctica:

1. Nombres: a1... an...
2. Predicados (monádicos): P1... Pn
3. Signos Lógicos: ¬ (negación)  (conjunción)  (disyunción incluyente)  (condicional material)
4. Signos de puntuación: ( )

Los enunciados de L serán secuencias de signos de L (expresiones de L) que satisfacen alguna de las siguientes cláusulas:
Cláusulas de formación de enunciados

1. Enunciados Atómicos: si P es un predicado de L y a es un nombre de L, entonces Pa es un enunciado atómico de L.

2. Enunciados Moleculares: Si A y B son enunciados de L, entonces ¬A, (AB), (AB) y (AB) son enunciados moleculares de L.


Las cláusulas anteriores para la formación de enunciados, especifican cuáles son las expresiones de L que son enunciados, pero nada dicen acerca del significado (correspondencia con la realidad) de ninguna de las expresiones de nuestro lenguaje objeto. Para este último propósito contamos en el metalenguaje con funciones de interpretación | |i donde cada una correlaciona cada uno de los nombres del lenguaje con un objeto y sólo uno de la realidad y cada uno de los predicados de L con una clase de objetos de la realidad y sólo una.


 Si a es un nombre, | a |i es el objeto nombrado por a en la interpretación | |i

 Si P es un predicado, | P |i es el conjunto de los objetos denotados por el predicado (extensión de P) en la interpretación | |i

Con estos elementos estamos en condiciones de especificar las condiciones en que son verdaderas cada una de las interpretaciones de L (con relación a cada una de las funciones de interpretativas | |i del metalenguaje de L). Para lo cual contamos con las siguientes cláusulas de interpretación veritativa:

1. Un enunciado atómico Pa es verdadero en la interpretación | |i si y sólo si | a |i Є | P |i (El objeto asignado al nombre “a” en la interpretación | |i es uno de los elementos de la clase asignada al predicado “P” por esa misma interpretación).
2. ¬A es verdad en | |i si y sólo si A no es verdad en | |i
3. (AB) es verdad en | |i si y sólo si tanto A como B son verdad en | |i
4. (AB) es verdad en | |i si y sólo si A, B o ambas son verdad en | |i
5. (AB) es verdad en | |i si y sólo si A no es verdad en | |i o B es verdad en | |i

A partir de las funciones de interpretación expuestas pueden ser reconstruidas las nociones de necesidad e imposibilidad que caracterizan la noción semántica de consecuencia lógica y hacer una precisación con respecto a las primeras definiciones :

Def. 2.0 Un enunciado A de L es consecuencia semántica del conjunto de enunciados α de L (premisas), que abreviamos: α╞ A si y sólo si no hay una función de interpretación | |i admisible de L (imposibilidad) en la que todos los enunciados de α sean verdaderos y en la que A no lo es.

Def. 2.1 Un enunciado A de L es consecuencia semántica del conjunto de enunciados α de L (premisas), que abreviamos: α╞ A si y sólo si A es verdadera en toda interpretación admisible | |i de L (necesidad) en la que son verdaderos todos los enunciados de α.

La presente relación ╞ de consecuencia semántica cumple con las siguientes propiedades (de fácil verificación a partir de las definiciones anteriores):

╞1 Reflexividad Generalizada: α╞A si A Є α.

╞2 Monotonía: Si a ╞ A entonces α U {B} ╞ A

╞3 Corte: Si α ╞ B y αU{B} ╞ A entonces a ╞ A

La primera, reflexividad generalizada, establece que un enunciado cualquiera A es consecuencia semántica de un conjunto de enunciados α si y solo si toda interpretación que hace verdaderas a las oraciones de α hace verdadera a la oración A.

La segunda, monotonía, establece que si A se deduce semántica de α ya que toda interpretación que hace verdadera a α hace también verdadera a A, entonces si, se le incorpora un nuevo enunciado (y para incorporarse necesita también contener la propiedad de reflexibilidad) entonces A se sigue deduciendo semánticamente de α

La tercera, un enunciado B se deduce semánticamente de α y A se deduce semánticamente de un conjunto de enunciados α al que se incorpora un nuevo enunciado B, entonces A se deduce semánticamente de α. Si toda interpretación que hace verdadera al conjunto α en unión con el nuevo enunciado B hace también verdadera a A.

Ninguna de estas propiedades dependen de las específicas cláusulas de interpretación veritativa a que se encuentra sujeta en el ejemplo anterior la noción de verdad. Cada una de esas propiedades puede probarse recurriendo solo a (Def. 2.0) o a su equivalente (Def. 2.1).

La noción de verdad lógica queda como el caso limite de la relación de consecuencia semántica en el que el conjunto de premisas es vació. Un enunciado A expresa una verdad lógica: ╞ A (abreviatura de Φ╞ A) Si y sólo si A es verdadero en todas las interpretaciones | |i admisibles de L. A su vez, si el lenguaje cuenta con el signo  de implicación material que satisface la cláusula (5) la noción de consecuencia semántica es caracterizable a partir de la noción de verdad lógica. En efecto, es fácil verificar el siguiente enunciado metalingüístico de la correlación entre las nociones de consecuencia semántica y de verdad lógica, para el caso en que el conjunto de premisas α no sea vacío (que es el caso diferencial entre ambas nociones) y la relación ╞ sea compacta (será compacta sii α ╞ A entonces A es consecuencia semántica de un subconjunto finito β de α β╞ A):

α ╞ A si y sólo si hay en α un conjunto finito de enunciados A1... An tal que ╞ ((A1 (A2 ... (An A) ...).

Con estos elementos se constituye el, actualmente mas dominante, enfoque en cuanto a la identificación temática de la lógica. Esta propuesta podría llamarse el paradigma Tarski-Carnap, ya que si bien se debe a Tarski tanto la noción semántica de verdad como la caracterización de la noción semántica de consecuencia e, indirectamente la noción de verdad lógica, fue Carnap quién enfatizó la identificación de la lógica como la teorización de esa noción de consecuencia semántica y de verdad lógica.


3. 2. ENFOQUE SINTÁCTICO

Los métodos sintácticos consisten en derivar o deducir una conclusión, a partir de unos principios o unas premisas dadas. Un razonamiento es, así, válido si la conclusión se ha derivado o deducido correctamente de sus principios o premisas mediante reglas; la validez se entiende ahora como deducibilidad. En los métodos semánticos, razonamiento válido es aquel que no admite la posibilidad de que sus premisas sean verdaderas y la conclusión falsa; en los métodos sintácticos es aquel cuya conclusión se ha demostrado, derivado o deducido correctamente de principios o premisas (hipótesis). Lo cual se expresa mediante el siguiente secuente sintáctico: que se lee «B es demostrable a partir de principios o premisas», o «B es respecto de otra u otras. Si el conjunto de premisas es el conjunto vacío, entonces y, en este caso, B es un teorema de la lógica. El teorema de la deducción (Herbrand, 1930) establece que de modo que, si B se deduce formalmente a partir de un conjunto de premisas, entonces la implicación que forman estas premisas y la conclusión B constituyen una fórmula universalmente válida.

La siguiente es posiblemente la definición más simple de la noción sintáctica (metalingüística) de consecuencia (que Carnap llamó relación de deducibilidad)

Def. 3.0 Un enunciado A del lenguaje L es una consecuencia sintáctica del conjunto α de enunciados de L, que abreviamos por α├A, si y sólo si hay en L una secuencia finita A1 ... An de enunciados de L , tal que An = A y cada uno de los Ai de la secuencia es o bien un axioma de L o es un elemento de α o bien se sigue de enunciados que le preceden en la secuencia en función de las reglas primitivas de inferencia L o es un elemento de α o bien se sigue de enunciados que le preceden en la secuencia en función de las reglas primitivas de inferencia de L.

En la definición anterior se entiende por axioma a todo enunciado del lenguaje L, que por expresar lo que intuitivamente sería una verdad lógica de L que expresa la ley del modus ponens, que puede introducirse en cualquiera de las secuencias que constituyen una derivación. Por regla [primitiva] de inferencia se entiende a toda cláusula condicional del metalenguaje de L que es la conclusión de la regla si en la parte precedente de la derivación se encuentran el, o los enunciados que figuran como premisas de la regla. Así por ejemplo la regla del modus ponens de (AB) y A se sigue B, que no es, como la anterior ley del modus ponens, un enunciado condicional del lenguaje sino un enunciado condicional del metalenguaje de L que permite introducir la conclusión de B en toda derivación en la que figuren previamente tanto el enunciado (AB) como el enunciado A.

A partir de la definición antes dicha es posible establecer que habrá consecuencia sintáctica cuando cumpla con las siguientes propiedades:


├1 Reflexividad Generalizada: α├A si A Є α.

├2 Corte: Si α ├B y αU{B} ├ A entonces a ├ A

├3 Monotonía: Si a ├ A entonces αUβ ├ A

Conviene destacar que todas estas propiedades las cumple toda noción de consecuencia sintáctica cualquiera sea el conjunto de axiomas y el conjunto de reglas primitivas de inferencia seleccionados para identificarla (aunque tales conjuntos sean vacíos). Además podemos notar que la noción de consecuencia sintáctica se encuentra estrechamente ligada a las nociones de axioma y regla primitiva de inferencia, ya que la verdad de una afirmación sintáctica de consecuencia depende de cuáles sean los enunciados elegidos como axiomas y cuales como reglas primitivas de inferencias.

En suma podemos establecer que este enfoque define a la lógica como la ciencia que establecerá las reglas de inferencia que permiten deducir un enunciado (teorema) de otros ya dados (axiomas).


4. Noción de consecuencia lógica para-el-sistema.

Con las definiciones de consecuencia lógica que hemos presentado, nos hemos acercado bastante a lo que esta es,. Hemos visto que las definiciones dicen: “será consecuencia de L....” pero, es necesario hacer cierta salvedad, que puede parecer redundante, aunque para nosotros es importante

Esto nos muestra que las definiciones han de ser precisadas y particularizadas al sistema que pretenda analizar los esquemas de argumento, es decir, si bien una noción de consecuencia lógica en general nos arroja los elementos mas importante para considerar la validez o invalidez de un esquemas de argumento dado, es necesario destacar que dependiendo de la estructura de argumento a considerar será el sistema lógico que utilizaremos, ya que hay esquemas de argumentos inválidos para algunos sistemas que para otros, por considerar mas elementos que intervienen en su validez, no lo son.

De este modo por ejemplo podemos tener el siguiente:

Todos los hombres son mortales.
Sócrates es hombre.
Sócrates es mortal.

Si nuestro interés será considerar la validez de este esquema a partir de las conectivas lo haremos desde la lógica proposicional... pero evidentemente esta estructura será “inválida” y estaremos tentados a pensar que no hay consecuencia lógica, y la precisión es que no hay consecuencia lógica para este sistema formal. De este modo evidenciamos que la noción de consecuencia lógica se encuentra particularizada o por lo menos limitada por el lenguaje formal que hayamos optado, esto es: una consecuencia lógica para-el-sistema. Por ejemplo:

Para el caso de las nociones de consecuencia lógica para la lógica de predicados:

Def. a. Un modelo M es apropiado para un esquema de argumento 1,..., n / si todas las letras de predicado, constantes y símbolos de funciones que aparecen en 1,..., n o en  están interpretados en M.

Def. b. 1,..., n / es válido si para todo modelo M apropiado para 1,..., n ╞  se cumple que V m(1)=...= V m ( n)= 1, entonces se cumple que VM () = 1.




Y para el caso de la consecuencia lógica para la lógica proposicional:

Def. c. Para formulas1,...,n / de la lógica proposicional, se cumple que 1,..., n ╞  sólo en caso que para toda valuación V tal que V m(1)=...= V m ( n)= 1, se cumple que VM () = 1.


Esto inserta en la consideración de la noción de consecuencia lógica lo que denominamos el primer problema, ya que esto hace preguntarnos acerca de las condiciones de validez, vale decir, qué es lo que hace que un esquema de argumento parta de verdad y sea imposible llegar a la falsedad.

Dependiendo del análisis al que sometamos el lenguaje formal, los resultados serán distintos aunque, a veces, complementarios. Cada lenguaje nos establecerá constantes necesarias para la consideración de la posibilidad o no posibilidad de pasar de las premisas a la conclusión válidamente.

Esto evidencia otro problema, el de la abstracción. Justamente la lógica clásica cuenta con un lenguaje formal a fin de evitar la ambigüedad del lenguaje natural, pero en ciertas ocasiones nos encontramos con algunos argumentos que no podemos traspasar directamente al esquema que consideramos semejante, ya que algunas expresiones del lenguaje natural son generalizadas en el lenguaje formal y puede ser que el uso que le estemos dando no sea radicalmente equivalente en el lenguaje natural como en el formal y a su vez estas expresiones, puede ser de vital importancia para la afirmación de la conclusión en los argumentos informales. De hecho esto equivale a dos problemas, primero, las competencias del lógico, y segundo que el lenguaje formal sea lo suficientemente completo como para poder expresar formalmente lo dicho en el lenguaje natural.

Con respecto a las competencias del lógico es evidentemente un problema de conocimientos pero con respecto a lo segundo consideramos que plantea una problemática interesante a la lógica clásica.
Así, los cuestionamientos que podemos hacer, tendrán que ver con que si el lenguaje formal permite representar todos los esquemas de argumento que utilizamos en la cotidianeidad... Vale decir, si los sistemas formales con los que contamos pueden establecer para todos los argumentos la condición de validez... Este objetivo, ha hecho suscitar un sin número de (nuevos) sistemas formales que consideran a algunos elementos como relevantes en la consideración de la validez, lo cual arroja una cantidad mayor de problemas... Con la lógica porposicional podíamos decir que las condiciones de validez o mejor dicho para que haya consecuencia lógica depende de las conectivas; la lógica cuantificacional nos dirá además que esta depende de los cuantificadores y así una gran cantidad de lógicas establecerán otras constantes que interfieren en la condición para que un argumento válido garantice la verdad en toda interpretación...


5. ¿La Lógica es revisable?

“...Ningún enunciado es inmune a revisión.
Incluso se ha propuesto la revisión
de la ley del tercero excluido como un medio de simplificar la mecánica cuántica;
y ¿qué diferencia hay, en principio, entre un cambio tal y
el cambio por el que Kepler desbancó a Ptolomeo,
o Einstein a Newton, o Darwin a Aristóteles? (Quine, 1951)

Hasta aquí, se evidencia un problema epistemológico interesante: la lógica es revisable... la lógica clásica puede ser sometida a ejemplos o casos en los que esa resulta incompleta y que por tanto no nos sirve para todos los esquemas de argumento... Pero no sólo el lenguaje formal de la lógica clásica es revisable.. hay alunas propiedades y principios de esta que constituyen la base deductiva que también -y al parecer de hecho sucede- es revisable....


Es interesante además... preguntarse si los supuestos de las definiciones de validez de lógica clásica tal como las entendemos también son revisables.... ya que los argumentos válidos son definidos por la verdad de sus componentes... deja fuera otro tipos de oraciones... como oraciones interrogativas y directivas.... además se establece un importante problema de que hemos de entender por verdad... es correspondencia con la realidad, con el lenguaje, con los objetos con los hechos, es interpretación, es creencia... esto puede ocasionar algún inconveniente a la noción de consecuencia? (De este modo podemos preguntarnos si lo que consideramos como argumento o proposiciones son nociones revisables.)

Ahora: un punto muy interesante... aceptamos de hecho que la lógica es revisable... desde el mismo momento en que se comenzó a sistematizar la lógica clásica se encentran muchos cuestionamientos y revisaciones... pero lo revisado también es revisable... no todo lo propuesto como resultado de revisión es correcto....

¿Será posible el repensar un lógica que albergue dentro de sí lógicas que particularizan la noción de consecuencia lógica...? ¿será posible realizar un replanteo en la lógica formal tal y como hoy se la entiende y proponer una más completa... menos incuestionable pero más efectiva...? ¿la lógica también está condenada a experimentar las condiciones de incertidumbre a la que todas las ciencia se encentran destinadas...? ¿Podremos contar con un análisis formal tal que nos permita determinar todas y cada una de las condiciones que determinan la noción de consecuencia lógica? ¿la lógica clásica es revisable y las revisiones de lo revisable de la lógica clásica a su vez es revisable?

Todos estos interrogantes son propuestos para el desarrollo de una filosofía de la lógica audaz y crítica que incorpore nociones matemáticas... de inteligencia artificial y de filosofía del lenguaje entre oros para resolver este sin número de problemáticas que hemos tratado de manifestar aquí...

En fin de cuenta es una propuesta de actitud crítica a la lógica en general, no se trata sólo de criticar la lógica clásica que es necesario realizarlo, ampliando su lenguaje o base deductiva, pero también es preciso criticar las críticas que cada uno hace de esta... vale decir: “Que hechos concebibles admitiría como refutaciones o falsificaciones de mi teoría?” (Popper, 1977)


5. Bibliografía consultada.

 ALCHURRON, Carlos. Lógica. En Enciclopedia Iberoamericana de Filosofía. T. VII. Ed. Trotta. Madrid. 1995.

 GAMUT, L.T.F. Introducción a la lógica. Ed. Eudeba. Bs. As. 2006.

 HAACKS, Susan. Filosofía de las lógicas. Ed. Cátedra. Madrid. 1991.

 PALAU. Gladys. Introducción filosófica a las lógicas no-clásicas. Ed. Gedisa. Barcelona. 2002.

Consecuencia lógica

Consecuencia lógica, características y problemas.
Claudio Conforti
Claudio Alessio


1. Presentación.

Hay algunos fragmentos del discurso con los que pretendemos justificar oraciones a partir de otras... esto es lo que denominamos argumentos, los cuales son todo discurso que partiendo de una o mas oraciones llamadas premisas se intenta justificar y llegar a otra llamada conclusión. Ahora, no porque hayamos justificado en una o varias oraciones una oración quiere decir que estemos en presencia de una justificación correcta.

A este fin podemos decir que el estudioso de la lógica se dedica, ha determinar cuando estamos en presencia de argumentos que hemos de considerar “buenos” y cuando estamos en presencia de aquellos que hemos de considerar “malos”.

A la hora de establecer la importancia y relevancia de esta exposición, podemos pensar que para la posibilidad de un proyecto humano verdaderamente humano, es necesario que sea acompañado de razonabilidad... muchas veces podemos pensar e incluso afirmar que la lógica no puede contribuir en mucho a tan magna empresa... a ello se deben dedicar otras disciplinas o ciencias... pero justamente.... la razonabilidad debe estar asegurada por ciertos principios o criterios estables que justifiquen verdaderamente nuestras afirmaciones en demostraciones...

Es increíble la cantidad de “científicos” que desarrollan grandes explicaciones o afirmaciones y negaciones extensísimas pero que nunca “hacen razonamientos”... hemos perdido la capacidad de argumentar... hemos permitido que la doxa -que en categorías actuales podríamos llamar opinología- se introduzca en los discursos científicos y que millares de publicaciones o congresos sea solo una circulación de opiniones fundadas en el gusto, los intereses políticos, económicos, y no en la verdad... entre tantas y tantas cosas que podríamos decir...

Por esto reflexionar en torno a la argumentación y a la propiedad que determina que un argumento es consecuente, a saber, la noción de consecuencia lógica, es tarea necesaria y hasta podríamos decir un deber que nos exige el repensar el proyecto humano.

El desastre que puede ocasionar un proyecto humano sin argumentos es verdaderamente lamentable... el creer que algunos enunciados ideológicos sean portadores de verdad es una falacia tan actual que muchas actividades se justifican en ellos.... Además observamos una cultura escolar y universitaria cada vez más perezosa que no tiene muchas intenciones en promover y desarrollar una actitud crítica ante la realidad sino y más bien colaboran al desarrollo de una actitud de la sola opinión... del seudo pensamiento... de la pseudafilosofia que se desarrolla por las emociones que suscitan ciertos eslóganes intelectuales que se dicen para ser “comprados” y no para ser pensados... Es en este contexto que nos parece oportuno el reflexionar en torno a la noción de consecuencia lógica.













2. La propiedad de los argumentos.

Cuando comenzamos a desarrollar o tratar de desentrañar la noción de consecuencia lógica se hace preciso establecer primero que no cualquier discurso o fragmento de discurso es un argumento. Es decir que la primera pregunta con la que nos hemos de encontrar tienen que ver con establecer a que tipo de discurso es aplicable y en que condiciones la noción de consecuencia lógica.

En primer lugar diremos que un argumento es un conjunto de enunciados en los cuales hay uno que se pretende justificar en los anteriores. Como vemos, no es un conjunto de oraciones, sino de enunciados que sería aquel discurso que posee la propiedad de ser o bien verdadero o bien falso. Esto elimina la posibilidad de concebir argumentos que se pretenden tales que tratan de justificar oraciones directivas o expresivas y no declarativas.

Una vez que contamos con una noción amplía y general de argumento decimos que estos pueden ser clasificados en deductivos y no-deductivos. La lógica formal se dedica a estudiar la los primeros. Además estos tiene una propiedad peculiar... algunos pueden partir de enunciados verdaderos y llegan a otro llamado conclusión que es falso... otros parten de verdades y es imposible que concluyan falsamente.

De este modo podemos clasificarlos a su vez en argumentos que se denominan válidos y argumentos que se denominan inválidos. La conclusión de los primeros, se dice en vocabulario técnico, es consecuencia lógica de las premisas. A tal fin la lógica analiza y desarrolla un lenguaje apto para el análisis correspondiente de esta noción, un lenguaje formal con métodos sistemáticos de desición.

A continuación expondremos dos enfoques con respecto a esta noción, que para la lógica es de vital importancia, de hecho, la lógica se define como la ciencia de la consecuencia lógica.


3. Noción de Consecuencia Lógica.

Tratemos primero de introducir una noción general de consecuencia lógica. Dado un argumento cualquiera, en el que tenemos a 1, ... n como premisas y a  como conclusión, y si aceptar a las premisas nos compromete a aceptar la conclusión 1, ... n /  entonces decimos que estamos en presencia de un argumento válido y que  es una consecuencia lógica de 1, ... n .

¿Pero qué implica o como se define una noción de consecuencia lógica? ¿Cómo sabemos que la hay y como sabemos que no. Esta dependerá de su contenido, la “carne” del argumento...? ¿Bastará solo con la forma, con el “esqueleto” del argumento?


3.1. Enfoque semántico.

Siguiendo el camino anterior, que transita las huellas de la tradición del arte de pensar, puede llegarse a una de las caracterizaciones más representativas de la visión actual frente a la cuestión de la identificación temática de la lógica: El enfoque semántico de la noción de consecuencia.

Por una inferencia se entenderá desde ahora a un conjunto de enunciados, de un lenguaje previamente especificado, en el que la verdad de uno de ellos (la conclusión de la inferencia) se pretende justificar en la verdad de los otros (las premisas de la inferencia). La inferencia será buena (válida) cuando la conclusión sea consecuencia necesaria de las premisas, o lo que es lo mismo, cuando las premisas impliquen lógicamente la conclusión. Esta idea puede resumirse en cualquiera de las siguientes dos definiciones intuitivas que servirán como punto de partida para lograr otras técnicamente más precisas:

Def. 1.O Un enunciado C es consecuencia del conjunto de premisas P1... Pn si y sólo si es imposible que las premisas P1... Pn sean todas verdaderas y la conclusión C no lo sea, o equivalentemente:

Def. 1.1 Un enunciado C es consecuencia del conjunto de premisas P1... Pn si y sólo si es necesario que si todas las premisas son verdaderas la conclusión también lo sea.

Es claro que cuando se cumple la condición expuesta, la verdad de las premisas justifica la verdad de la conclusión, es decir se cumple la finalidad, considerada por la lógica en todo proceso (psicológico) argumentativo, de preservar en la conclusión la verdad de las premisas.

Con lo dicho anteriormente, nos damos cuenta que hay algunas expresiones que se relacionan estrechamente a la noción de consecuencia lógica (semántica) como lo son: Verdad y falsedad y las nociones modales de imposibilidad y necesidad, por ello a continuación desarrollaremos estos conceptos a fin de tener una claridad mas pormenorizada de esta noción.


3.1.1. Verdad y Falsedad Según Tarski (1935)

En el enfoque Tarskiano verdad y falsedad son calificaciones hechas en el metalenguaje que versa acerca de las expresiones de un lenguaje (objeto) L a los enunciados L. En este enfoque los portadores de la verdad son expresiones lingüísticas (los enunciados del lenguaje objeto L). No son estados psicológicos ni el significado (proposiciones) de tales expresiones lingüísticas. Sin embargo para que pueda atribuirse un valor de verdad a un enunciado éste tiene que estar interpretado a través de alguna correlación (explicitada en la parte semántica del metalenguaje) de algunas de sus expresiones con las entidades de la realidad acerca de las cuales versa el lenguaje objeto L.

Tarski considera que por las peculiares características de los lenguajes naturales, ninguno admite una noción de interpretación con el grado de precisión que se requiere para dar una explicación coherente y satisfactoria de la noción de verdad. Por esta razón, su construcción está referida siempre a un lenguaje artificialmente creado, en donde –supuestamente- no existen las imprecisiones sintácticas y semánticas de los lenguajes naturales.

Supongamos un lenguaje artificial L con la siguiente estructura sintáctica:

1. Nombres: a1... an...
2. Predicados (monádicos): P1... Pn
3. Signos Lógicos: ¬ (negación)  (conjunción)  (disyunción incluyente)  (condicional material)
4. Signos de puntuación: ( )

Los enunciados de L serán secuencias de signos de L (expresiones de L) que satisfacen alguna de las siguientes cláusulas:
Cláusulas de formación de enunciados

1. Enunciados Atómicos: si P es un predicado de L y a es un nombre de L, entonces Pa es un enunciado atómico de L.

2. Enunciados Moleculares: Si A y B son enunciados de L, entonces ¬A, (AB), (AB) y (AB) son enunciados moleculares de L.


Las cláusulas anteriores para la formación de enunciados, especifican cuáles son las expresiones de L que son enunciados, pero nada dicen acerca del significado (correspondencia con la realidad) de ninguna de las expresiones de nuestro lenguaje objeto. Para este último propósito contamos en el metalenguaje con funciones de interpretación | |i donde cada una correlaciona cada uno de los nombres del lenguaje con un objeto y sólo uno de la realidad y cada uno de los predicados de L con una clase de objetos de la realidad y sólo una.


 Si a es un nombre, | a |i es el objeto nombrado por a en la interpretación | |i

 Si P es un predicado, | P |i es el conjunto de los objetos denotados por el predicado (extensión de P) en la interpretación | |i

Con estos elementos estamos en condiciones de especificar las condiciones en que son verdaderas cada una de las interpretaciones de L (con relación a cada una de las funciones de interpretativas | |i del metalenguaje de L). Para lo cual contamos con las siguientes cláusulas de interpretación veritativa:

1. Un enunciado atómico Pa es verdadero en la interpretación | |i si y sólo si | a |i Є | P |i (El objeto asignado al nombre “a” en la interpretación | |i es uno de los elementos de la clase asignada al predicado “P” por esa misma interpretación).
2. ¬A es verdad en | |i si y sólo si A no es verdad en | |i
3. (AB) es verdad en | |i si y sólo si tanto A como B son verdad en | |i
4. (AB) es verdad en | |i si y sólo si A, B o ambas son verdad en | |i
5. (AB) es verdad en | |i si y sólo si A no es verdad en | |i o B es verdad en | |i

A partir de las funciones de interpretación expuestas pueden ser reconstruidas las nociones de necesidad e imposibilidad que caracterizan la noción semántica de consecuencia lógica y hacer una precisación con respecto a las primeras definiciones :

Def. 2.0 Un enunciado A de L es consecuencia semántica del conjunto de enunciados α de L (premisas), que abreviamos: α╞ A si y sólo si no hay una función de interpretación | |i admisible de L (imposibilidad) en la que todos los enunciados de α sean verdaderos y en la que A no lo es.

Def. 2.1 Un enunciado A de L es consecuencia semántica del conjunto de enunciados α de L (premisas), que abreviamos: α╞ A si y sólo si A es verdadera en toda interpretación admisible | |i de L (necesidad) en la que son verdaderos todos los enunciados de α.

La presente relación ╞ de consecuencia semántica cumple con las siguientes propiedades (de fácil verificación a partir de las definiciones anteriores):

╞1 Reflexividad Generalizada: α╞A si A Є α.

╞2 Monotonía: Si a ╞ A entonces α U {B} ╞ A

╞3 Corte: Si α ╞ B y αU{B} ╞ A entonces a ╞ A

La primera, reflexividad generalizada, establece que un enunciado cualquiera A es consecuencia semántica de un conjunto de enunciados α si y solo si toda interpretación que hace verdaderas a las oraciones de α hace verdadera a la oración A.

La segunda, monotonía, establece que si A se deduce semántica de α ya que toda interpretación que hace verdadera a α hace también verdadera a A, entonces si, se le incorpora un nuevo enunciado (y para incorporarse necesita también contener la propiedad de reflexibilidad) entonces A se sigue deduciendo semánticamente de α

La tercera, un enunciado B se deduce semánticamente de α y A se deduce semánticamente de un conjunto de enunciados α al que se incorpora un nuevo enunciado B, entonces A se deduce semánticamente de α. Si toda interpretación que hace verdadera al conjunto α en unión con el nuevo enunciado B hace también verdadera a A.

Ninguna de estas propiedades dependen de las específicas cláusulas de interpretación veritativa a que se encuentra sujeta en el ejemplo anterior la noción de verdad. Cada una de esas propiedades puede probarse recurriendo solo a (Def. 2.0) o a su equivalente (Def. 2.1).

La noción de verdad lógica queda como el caso limite de la relación de consecuencia semántica en el que el conjunto de premisas es vació. Un enunciado A expresa una verdad lógica: ╞ A (abreviatura de Φ╞ A) Si y sólo si A es verdadero en todas las interpretaciones | |i admisibles de L. A su vez, si el lenguaje cuenta con el signo  de implicación material que satisface la cláusula (5) la noción de consecuencia semántica es caracterizable a partir de la noción de verdad lógica. En efecto, es fácil verificar el siguiente enunciado metalingüístico de la correlación entre las nociones de consecuencia semántica y de verdad lógica, para el caso en que el conjunto de premisas α no sea vacío (que es el caso diferencial entre ambas nociones) y la relación ╞ sea compacta (será compacta sii α ╞ A entonces A es consecuencia semántica de un subconjunto finito β de α β╞ A):

α ╞ A si y sólo si hay en α un conjunto finito de enunciados A1... An tal que ╞ ((A1 (A2 ... (An A) ...).

Con estos elementos se constituye el, actualmente mas dominante, enfoque en cuanto a la identificación temática de la lógica. Esta propuesta podría llamarse el paradigma Tarski-Carnap, ya que si bien se debe a Tarski tanto la noción semántica de verdad como la caracterización de la noción semántica de consecuencia e, indirectamente la noción de verdad lógica, fue Carnap quién enfatizó la identificación de la lógica como la teorización de esa noción de consecuencia semántica y de verdad lógica.


3. 2. ENFOQUE SINTÁCTICO

Los métodos sintácticos consisten en derivar o deducir una conclusión, a partir de unos principios o unas premisas dadas. Un razonamiento es, así, válido si la conclusión se ha derivado o deducido correctamente de sus principios o premisas mediante reglas; la validez se entiende ahora como deducibilidad. En los métodos semánticos, razonamiento válido es aquel que no admite la posibilidad de que sus premisas sean verdaderas y la conclusión falsa; en los métodos sintácticos es aquel cuya conclusión se ha demostrado, derivado o deducido correctamente de principios o premisas (hipótesis). Lo cual se expresa mediante el siguiente secuente sintáctico: que se lee «B es demostrable a partir de principios o premisas», o «B es respecto de otra u otras. Si el conjunto de premisas es el conjunto vacío, entonces y, en este caso, B es un teorema de la lógica. El teorema de la deducción (Herbrand, 1930) establece que de modo que, si B se deduce formalmente a partir de un conjunto de premisas, entonces la implicación que forman estas premisas y la conclusión B constituyen una fórmula universalmente válida.

La siguiente es posiblemente la definición más simple de la noción sintáctica (metalingüística) de consecuencia (que Carnap llamó relación de deducibilidad)

Def. 3.0 Un enunciado A del lenguaje L es una consecuencia sintáctica del conjunto α de enunciados de L, que abreviamos por α├A, si y sólo si hay en L una secuencia finita A1 ... An de enunciados de L , tal que An = A y cada uno de los Ai de la secuencia es o bien un axioma de L o es un elemento de α o bien se sigue de enunciados que le preceden en la secuencia en función de las reglas primitivas de inferencia L o es un elemento de α o bien se sigue de enunciados que le preceden en la secuencia en función de las reglas primitivas de inferencia de L.

En la definición anterior se entiende por axioma a todo enunciado del lenguaje L, que por expresar lo que intuitivamente sería una verdad lógica de L que expresa la ley del modus ponens, que puede introducirse en cualquiera de las secuencias que constituyen una derivación. Por regla [primitiva] de inferencia se entiende a toda cláusula condicional del metalenguaje de L que es la conclusión de la regla si en la parte precedente de la derivación se encuentran el, o los enunciados que figuran como premisas de la regla. Así por ejemplo la regla del modus ponens de (AB) y A se sigue B, que no es, como la anterior ley del modus ponens, un enunciado condicional del lenguaje sino un enunciado condicional del metalenguaje de L que permite introducir la conclusión de B en toda derivación en la que figuren previamente tanto el enunciado (AB) como el enunciado A.

A partir de la definición antes dicha es posible establecer que habrá consecuencia sintáctica cuando cumpla con las siguientes propiedades:


├1 Reflexividad Generalizada: α├A si A Є α.

├2 Corte: Si α ├B y αU{B} ├ A entonces a ├ A

├3 Monotonía: Si a ├ A entonces αUβ ├ A

Conviene destacar que todas estas propiedades las cumple toda noción de consecuencia sintáctica cualquiera sea el conjunto de axiomas y el conjunto de reglas primitivas de inferencia seleccionados para identificarla (aunque tales conjuntos sean vacíos). Además podemos notar que la noción de consecuencia sintáctica se encuentra estrechamente ligada a las nociones de axioma y regla primitiva de inferencia, ya que la verdad de una afirmación sintáctica de consecuencia depende de cuáles sean los enunciados elegidos como axiomas y cuales como reglas primitivas de inferencias.

En suma podemos establecer que este enfoque define a la lógica como la ciencia que establecerá las reglas de inferencia que permiten deducir un enunciado (teorema) de otros ya dados (axiomas).


4. Noción de consecuencia lógica para-el-sistema.

Con las definiciones de consecuencia lógica que hemos presentado, nos hemos acercado bastante a lo que esta es,. Hemos visto que las definiciones dicen: “será consecuencia de L....” pero, es necesario hacer cierta salvedad, que puede parecer redundante, aunque para nosotros es importante

Esto nos muestra que las definiciones han de ser precisadas y particularizadas al sistema que pretenda analizar los esquemas de argumento, es decir, si bien una noción de consecuencia lógica en general nos arroja los elementos mas importante para considerar la validez o invalidez de un esquemas de argumento dado, es necesario destacar que dependiendo de la estructura de argumento a considerar será el sistema lógico que utilizaremos, ya que hay esquemas de argumentos inválidos para algunos sistemas que para otros, por considerar mas elementos que intervienen en su validez, no lo son.

De este modo por ejemplo podemos tener el siguiente:

Todos los hombres son mortales.
Sócrates es hombre.
Sócrates es mortal.

Si nuestro interés será considerar la validez de este esquema a partir de las conectivas lo haremos desde la lógica proposicional... pero evidentemente esta estructura será “inválida” y estaremos tentados a pensar que no hay consecuencia lógica, y la precisión es que no hay consecuencia lógica para este sistema formal. De este modo evidenciamos que la noción de consecuencia lógica se encuentra particularizada o por lo menos limitada por el lenguaje formal que hayamos optado, esto es: una consecuencia lógica para-el-sistema. Por ejemplo:

Para el caso de las nociones de consecuencia lógica para la lógica de predicados:

Def. a. Un modelo M es apropiado para un esquema de argumento 1,..., n / si todas las letras de predicado, constantes y símbolos de funciones que aparecen en 1,..., n o en  están interpretados en M.

Def. b. 1,..., n / es válido si para todo modelo M apropiado para 1,..., n ╞  se cumple que V m(1)=...= V m ( n)= 1, entonces se cumple que VM () = 1.




Y para el caso de la consecuencia lógica para la lógica proposicional:

Def. c. Para formulas1,...,n / de la lógica proposicional, se cumple que 1,..., n ╞  sólo en caso que para toda valuación V tal que V m(1)=...= V m ( n)= 1, se cumple que VM () = 1.


Esto inserta en la consideración de la noción de consecuencia lógica lo que denominamos el primer problema, ya que esto hace preguntarnos acerca de las condiciones de validez, vale decir, qué es lo que hace que un esquema de argumento parta de verdad y sea imposible llegar a la falsedad.

Dependiendo del análisis al que sometamos el lenguaje formal, los resultados serán distintos aunque, a veces, complementarios. Cada lenguaje nos establecerá constantes necesarias para la consideración de la posibilidad o no posibilidad de pasar de las premisas a la conclusión válidamente.

Esto evidencia otro problema, el de la abstracción. Justamente la lógica clásica cuenta con un lenguaje formal a fin de evitar la ambigüedad del lenguaje natural, pero en ciertas ocasiones nos encontramos con algunos argumentos que no podemos traspasar directamente al esquema que consideramos semejante, ya que algunas expresiones del lenguaje natural son generalizadas en el lenguaje formal y puede ser que el uso que le estemos dando no sea radicalmente equivalente en el lenguaje natural como en el formal y a su vez estas expresiones, puede ser de vital importancia para la afirmación de la conclusión en los argumentos informales. De hecho esto equivale a dos problemas, primero, las competencias del lógico, y segundo que el lenguaje formal sea lo suficientemente completo como para poder expresar formalmente lo dicho en el lenguaje natural.

Con respecto a las competencias del lógico es evidentemente un problema de conocimientos pero con respecto a lo segundo consideramos que plantea una problemática interesante a la lógica clásica.
Así, los cuestionamientos que podemos hacer, tendrán que ver con que si el lenguaje formal permite representar todos los esquemas de argumento que utilizamos en la cotidianeidad... Vale decir, si los sistemas formales con los que contamos pueden establecer para todos los argumentos la condición de validez... Este objetivo, ha hecho suscitar un sin número de (nuevos) sistemas formales que consideran a algunos elementos como relevantes en la consideración de la validez, lo cual arroja una cantidad mayor de problemas... Con la lógica porposicional podíamos decir que las condiciones de validez o mejor dicho para que haya consecuencia lógica depende de las conectivas; la lógica cuantificacional nos dirá además que esta depende de los cuantificadores y así una gran cantidad de lógicas establecerán otras constantes que interfieren en la condición para que un argumento válido garantice la verdad en toda interpretación...


5. ¿La Lógica es revisable?

“...Ningún enunciado es inmune a revisión.
Incluso se ha propuesto la revisión
de la ley del tercero excluido como un medio de simplificar la mecánica cuántica;
y ¿qué diferencia hay, en principio, entre un cambio tal y
el cambio por el que Kepler desbancó a Ptolomeo,
o Einstein a Newton, o Darwin a Aristóteles? (Quine, 1951)

Hasta aquí, se evidencia un problema epistemológico interesante: la lógica es revisable... la lógica clásica puede ser sometida a ejemplos o casos en los que esa resulta incompleta y que por tanto no nos sirve para todos los esquemas de argumento... Pero no sólo el lenguaje formal de la lógica clásica es revisable.. hay alunas propiedades y principios de esta que constituyen la base deductiva que también -y al parecer de hecho sucede- es revisable....


Es interesante además... preguntarse si los supuestos de las definiciones de validez de lógica clásica tal como las entendemos también son revisables.... ya que los argumentos válidos son definidos por la verdad de sus componentes... deja fuera otro tipos de oraciones... como oraciones interrogativas y directivas.... además se establece un importante problema de que hemos de entender por verdad... es correspondencia con la realidad, con el lenguaje, con los objetos con los hechos, es interpretación, es creencia... esto puede ocasionar algún inconveniente a la noción de consecuencia? (De este modo podemos preguntarnos si lo que consideramos como argumento o proposiciones son nociones revisables.)

Ahora: un punto muy interesante... aceptamos de hecho que la lógica es revisable... desde el mismo momento en que se comenzó a sistematizar la lógica clásica se encentran muchos cuestionamientos y revisaciones... pero lo revisado también es revisable... no todo lo propuesto como resultado de revisión es correcto....

¿Será posible el repensar un lógica que albergue dentro de sí lógicas que particularizan la noción de consecuencia lógica...? ¿será posible realizar un replanteo en la lógica formal tal y como hoy se la entiende y proponer una más completa... menos incuestionable pero más efectiva...? ¿la lógica también está condenada a experimentar las condiciones de incertidumbre a la que todas las ciencia se encentran destinadas...? ¿Podremos contar con un análisis formal tal que nos permita determinar todas y cada una de las condiciones que determinan la noción de consecuencia lógica? ¿la lógica clásica es revisable y las revisiones de lo revisable de la lógica clásica a su vez es revisable?

Todos estos interrogantes son propuestos para el desarrollo de una filosofía de la lógica audaz y crítica que incorpore nociones matemáticas... de inteligencia artificial y de filosofía del lenguaje entre oros para resolver este sin número de problemáticas que hemos tratado de manifestar aquí...

En fin de cuenta es una propuesta de actitud crítica a la lógica en general, no se trata sólo de criticar la lógica clásica que es necesario realizarlo, ampliando su lenguaje o base deductiva, pero también es preciso criticar las críticas que cada uno hace de esta... vale decir: “Que hechos concebibles admitiría como refutaciones o falsificaciones de mi teoría?” (Popper, 1977)


5. Bibliografía consultada.

 ALCHURRON, Carlos. Lógica. En Enciclopedia Iberoamericana de Filosofía. T. VII. Ed. Trotta. Madrid. 1995.

 GAMUT, L.T.F. Introducción a la lógica. Ed. Eudeba. Bs. As. 2006.

 HAACKS, Susan. Filosofía de las lógicas. Ed. Cátedra. Madrid. 1991.

 PALAU. Gladys. Introducción filosófica a las lógicas no-clásicas. Ed. Gedisa. Barcelona. 2002.